Muere a los 87 años la actriz Claudia Cardinale, icono del cine

  • La intérprete debutó en 1956 en el cine y apareció en películas de Fellini y Visconti

  • Nacida en Túnez, ganó un concurso de belleza para ir al Festival de Venecia

Muere la actriz Claudia Cardinale a los 87 años
Imagen de archivo de la intérprete franco-italiana. Getty
RTVE.es/Agencias

La actriz Claudia Cardinale, icono del cine italiano, ha muerto este martes a los 87 años en Nemours, cerca de París, donde vivía. La franco-italiana nació en Túnez y trabajó a las órdenes de directores de renombre como Federico Fellini, Luchino Visconti y Sergio Leone.

Su muerte deja al cine sin «una de las más grandes actrices italianas de todos los tiempos», en palabras del ministro de Cultura de Italia, Alessandro Giuli, quien la ha recordado como «la personificación de una gracia completamente italiana». Giuli ha lamentado la muerte de la actriz, que fue «conocida en todo el mundo» y «supo inspirar con su extraordinario talento a los principales directores del siglo XX».

«Nos deja el legado de una mujer libre e inspirada tanto en su trayectoria como mujer y como artista», ha expuesto su agente, Laurent Savry.

Musa de Visconti y Fellini

Cardinale creció en Túnez, hija de una familia de orígenes sicilianos. En ese país ganó un concurso de belleza y el premio fue un viaje al festival de cine de Venecia. Debutó en el séptimo arte en 1956.

Fue musa de directores como Luchino Visconti, Federico Fellini o Sergio Leone y apareció en títulos emblemáticos como Il Gattopardo (El gatopardo), Rocco e i suoi fratelli (Rocco y sus hermanos) o C’era una volta il West (Hasta que llegó su hora). Alcanzó la fama mundial en 1963 con su participación en la película Ocho y medio, de Federico Fellini. Ese mismo año, la actriz coprotagonizó junto a Burt Lancaster la inolvidable adaptación de Visconti de la novela de Lampedusa.

Ha participado en títulos como La pantera rosaLa amante de Mussolini o Las petroleras junto a Brigitte Bardot. Su debut fue en 1958 junto al actor Omar Sharif en la cinta Goha. Fue la película Rufufú, protagonizada por Vittorio Gassman, la que le hizo ganar renombre en Hollywood. Pese a su amistad con Alfred Hitchcock, Barbara Streisand o Steve McQueen, en Estados Unidos nunca llegó a sentirse como en casa: «Yo me siento europea y en Europa quiero vivir», decidió.

Algunas de sus últimas producciones han sido la española El artista y la modelo (Fernando Trueba, 2012) y el largometraje búlgaro Twice upon a time in the west (Boris Despodov).

Una violación

Cuando empezaba a saborear las mieles del éxito, su vida se vio marcada por un hecho doloroso: una violación de la que se quedó embarazada. La joven decidió contra viento y marea tener a su hijo, pero tuvo que hacerlo a escondidas en Londres.

Pasaría años afirmando que aquel niño, llamado Patrick, era su hermano pequeño antes de contar la verdad a todo el mundo y a su propio vástago.

Entre sus premios, fue reconocida con un León de Oro en el Festival de Venecia en 1993 y un Oso de Oro en la Berlinale de 2002.

Entre las reacciones a su fallecimiento, David Lisnard, alcalde de la localidad francesa de Cannes, que acoge cada año el prestigioso festival que entrega la Palma de Oro, ha señalado que «su talento solo era comparable a su ardiente belleza. Su carrera fue en sí misma una obra maestra. Claudia Cardinale deja una huella indeleble en la historia del cine», ha indicado.

Angelica, su personaje del Gatopardo, no abrirá nunca más el baile.