La Comunidad publica la declaración de impacto ambiental tras consultar a un total de doce organismos públicos y entidades

Bidones con residuos sanitarios en uno de los almacenes del Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia. / Juan Carlos Caval
Los hospitales y centros sanitarios de la Región de Murcia generan miles de toneladas de residuos todos los años que deben ser retirados y tratados por un gestor autorizado. En estos desechos hay restos de comida o cartón y materiales sanitarios no infecciosos. Pero también hay residuos considerados peligrosos, como material de curas, vendajes, medicamentos caducados, restos tóxicos y citostáticos usados en tratamientos oncológicos.
Para que la gestión de estos restos se pueda realizar en la Región de Murcia, la empresa Ecology Recycling Technologies S.L. ha proyectado la primera planta incineradora de residuos sanitarios de la comunidad, una infraestructura que se levantaría en Los Alcázares y cuya declaración de impacto ambiental (DIA) acaba de ser publicada por parte de la Consejería de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor.
Sin embargo, la tramitación de la declaración de impacto ambiental es únicamente una parte del proceso, en la que participa la Comunidad Autónoma, ya que el responsable de otorgar las licencias correspondientes es el Ayuntamiento de Los Alcázares, localidad en la que quiere iniciar su actividad esta empresa y cuya administración está poniendo las mayores trabas y alegaciones a la iniciativa.
Medio Ambiente confirma que en estos momentos no hay ninguna instalación de este tipo en la Región de Murcia, por lo que la propuesta de Ecology Recycling Technologies sería la primera, de ponerse finalmente en marcha.
El proyecto recoge que la ubicación de la planta incineradora de residuos sanitarios será el Polígono Industrial de Los Alcázares, donde el promotor plantea la construcción de una instalación dedicada a la gestión y tratamiento de residuos sanitarios procedentes de centros sanitarios y hospitales sobre una parcela de 3.719 metros cuadrados.
En este terreno se levantaría una construcción modular que tendría dos espacios diferenciados: uno para la gestión de residuos peligrosos y otro para los residuos no peligrosos.
1.024 toneladas anuales
El proyecto consultado por La Opinión recoge que la capacidad de la planta de tratamiento de Los Alcázares sería de 1.024 toneladas de residuos al año. De ellos, 640 toneladas corresponderían a los residuos peligrosos y las 384 toneladas restantes a los no peligrosos.
No obstante, ésta no sería suficiente para atender el volumen que se genera en los centros murcianos, ya que únicamente los residuos peligrosos que generan los hospitales y centros del Servicio Murciano de Salud (SMS) alcanzan las 1.300 toneladas anuales, cantidad a la que habría que sumar el volumen de los demás restos.
Precisamente, el SMS sacó a licitación el pasado verano el contrato para la gestión de los residuos peligrosos generados en todos los centros asistenciales, contrato en el que sólo se hacía referencia a la retirada, gestión y tratamiento de los residuos incluidos en los apartados III, V y VI.
Tipos de residuos
Los residuos sanitarios se clasifican en siete grupos, en función de su naturaleza y el tratamiento que deben recibir:
- Grupo I: restos de tipo urbano (papel, cartón, restos de comida, etc).
- Grupo II: residuos sanitarios no infecciosos.
- Grupo III: residuos infecciosos (material de curas, vendajes, guantes, etc).
- Grupo IV: cadáveres y restos humanos de entidad.
- Grupo V: químicos (pilas, medicamentos caducados, piezas dentales o restos tóxicos).
- Grupo VI: citostáticos.
- Grupo VII: residuos radiactivos de media y baja intensidad.
Consultas
Para la emisión de la declaración de impacto ambiental el proyecto se ha sometido a información pública y la Consejería Medio Ambiente ha consultado a doce órganos, entre los que se encuentran los ayuntamientos de Los Alcázares y Torre Pacheco y la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), así como las direcciones generales de Patrimonio Natural, Salud Pública, Ordenación del Territorio, Patrimonio Cultural, Industria y Seguridad Ciudadana. También se remitió la documentación a asociaciones ecologistas como Ecologistas en Acción y ANSE, entre otras, quienes no han presentado ninguna alegación.
El Ejecutivo murciano recuerda que la DIA no equivale a una autorización ambiental, sino que fija las condiciones que debería cumplir la planta para ser autorizada, al tiempo que insiste en que «el Gobierno exige las máximas garantías ambientales para proteger el medio ambiente y la población».
La declaración de impacto ambiental perdería su vigencia si una vez publicada no comienza la ejecución del proyecto en cuatro años una vez obtenidas todas las autorizaciones necesarias.
El Ayuntamiento carga contra ella
La exposición del proyecto para la construcción de la planta incineradora de residuos sanitarios en Los Alcázares y la consulta a un total de doce organismos públicos y asociaciones ecologistas ha llevado a que éste haya recibido una serie de alegaciones o preguntas sobre las dudas planteadas.
La mayoría de ellas parten directamente del Ayuntamiento de la localidad costera donde se quiere ubicar, administración que carga contra el proyecto utilizando los posibles riesgos medioambientales y para la población.
El Ayuntamiento de Los Alcázares afirma que existen datos sobre la capacidad de la planta que «no concuerdan» y sigue con su exposición indicando que «la evaluación de impacto ambiental (EIA) presentada por la empresa no cumple con los estándares técnicos exigidos por la normativa».
En este caso, llega a decir que «la incineración de los residuos sanitarios puede liberar una variedad de contaminantes tóxicos y partículas al aire, incluyendo dióxidos de azufre, óxidos de nitrógeno y compuestos orgánicos volátiles, por lo que supone un aumento de las emisiones contaminantes entre las que destacan metales pesados, las partículas y las dioxinas y furanos», añadiendo que «todas estas sustancias suponen un peligro para el medio ambiente y para la salud de los habitantes del entorno».
No lo ve así la Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Salud de la Región de Murcia, que no realiza observaciones al proyecto desde el Servicio de Sanidad Ambiental.
El Consistorio llega a mencionar en sus alegaciones la cercanía del Polígono Industrial con el litoral del Mar Menor y que la incineración de residuos sanitarios «podría generar emisiones y residuos que podrían afectar a la calidad del aire, del suelo y del agua de la zona, poniendo en riesgo la biodiversidad y la salud de este ecosistema único».
En la respuesta a estas alegaciones, la empresa promotora sostiene que «el proyecto justifica sobradamente la no dispersión de dioxinas y furanos, sino la eliminación y control continuado de estas sustancias en cumplimiento de la reglamentación aplicable», por lo que llega a calificar la alegación del Ayuntamiento de «infundada e injustificada», insistiendo en que Salud Pública no ha hecho observaciones. Además, recuerda que la incineradora no tiene salida directa de los gases de postcombustión.
Por su parte, el Ayuntamiento de Torre Pacheco pregunta por los humos y olores, así como por el uso que se hará del calor recuperado tras el proceso de enfriamiento después de la combustión.
Tras la consulta realizada por la Consejería de Medio Ambiente, la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) informa favorablemente el proyecto y dice que «las medidas preventivas y correctoras previstas por el promotor son adecuadas». Dan su visto bueno también a la iniciativa sin objeciones las direcciones generales de la Comunidad consultadas y tampoco se han recibido alegaciones por parte de las entidades ecologistas.