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Permanecer en el espacio durante tanto tiempo implica riesgos físicos, como la pérdida de densidad ósea y muscular
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Barry Wilmore y Sunita Williams deberán someterse ahora a un estricto programa que durará meses
PorRTVE.es

La mayoría de las misiones espaciales no duran más de seis meses, por lo que pasar más de nueve en la Estación Espacial Internacional es algo completamente inusual. Ahora los astronautas deberán someterse a un programa que les permita readaptarse a las condiciones de la Tierra, un proceso que incluye evaluaciones médicas exhaustivas para monitorear su estado de salud y detectar posibles efectos adversos de la microgravedad en el cuerpo humano. Además, participarán en sesiones de fisioterapia para recuperar la fuerza muscular y la densidad ósea, que pueden haberse reducido durante su estancia en el espacio.
Los trabajos también se centrarán en el equilibrio y la coordinación, ya que la ausencia de gravedad puede afectar el sistema vestibular y ahora pueden sentir vértigos y problemas de coordinación motora. El programa de readaptación suele durar varias semanas y es esencial para garantizar una transición segura y saludable de regreso a la vida en la Tierra.
Una vuelta que se ha postergado meses
Durante estos nueve meses y medio de estancia en el espacio Barry Wilmore, de 61 años, y Sunita Williams, de 58, han tratado de mantenerse activos, para preparar una vuelta a la Tierra que se ha ido postergando meses. Entre otras tareas, han ayudado al complejo mantenimiento de la EEI, que requiere de constantes trabajos; además de realizar una caminata espacial y llevar a cabo experimentos científicos, como el monitoreo del cuerpo humano en estado de ingravidez, o el cultivo de plantas en el espacio.
A pesar de que los astronautas están entrenados para misiones prolongadas en el espacio, incluso imprevistas, como ha sido el caso, su prolongada estancia no ha sido fácil. Permanecer en el espacio durante tanto tiempo implica riesgos físicos, además de psicológicos. No es la primera vez que sucede algo así. En 2022, Frank Rubio, otro astronauta de la NASA, vivió una situación similar cuando un fallo en su nave lo obligó a permanecer en la EEI durante más de un año. En su caso, marcó el récord absoluto para un astronauta de la NASA: 371 días ininterrumpidos en el espacio. Aunque el récord mundial lo sigue teniendo el ruso Valeri Polyakov, que pasó 437 días seguidos en la estación Mir; mientras que su compatriota Oleg Kononenko ha acumulado más de 878 días en órbita a lo largo de sus misiones, aunque no de forma continua.
Boeing plantea dudas en la carrera espacial
En el plano técnico, los problemas con la nave Starliner de Boeing, que han obligado a Wilmore y Williams a permanecer nueve meses y medio varados en la EEI, plantean serias dudas sobre la confiabilidad y el futuro de esta compañía aeronáutica en la exploración espacial tripulada. La cápsula fue desarrollada por Boeing para la NASA, y el vuelo fallido con ambos astronautas era el primero que hacían con tripulación a bordo. Hubo complicaciones con los propulsores que impulsan la nave, así como escapes de gas helio que inyecta combustible en el sistema de propulsión.
La NASA había apostado por un modelo comercial en el que tanto Boeing como SpaceX ofrecieran soluciones para transportar astronautas. No obstante, mientras el programa de Boeing sigue acumulando problemas y retrasos, SpaceX ha realizado múltiples misiones exitosas con su Dragon. La compañía espacial de Elon Musk se ha consolidado como la opción principal para transportar astronautas a la Estación Espacial Internacional y a futuras bases espaciales.
Boeing ya se ha enfrentado a problemas en otros sectores, como la aviación comercial, lo que ha afectado su reputación, por lo que las dificultades con Starliner podrían acrecentar la percepción de que la empresa padece problemas sistémicos en el desarrollo y mantenimiento de sus vehículos.
La NASA había apostado por una diversificación de proveedores para no depender exclusivamente de SpaceX, pero este incidente podría llevar a una revisión de los contratos y de la estrategia a largo plazo. La principal pregunta ahora es si la agencia espacial seguirá confiando en Boeing para futuras misiones, o si por el contrario reducirá su papel en favor de SpaceX y otros actores como Blue Origin o Sierra Space.