El consumo de fentanilo avanza en la Región de Murcia y le come terreno a otros analgésicos opioides

La prevalencia de su uso en la Región de Murcia se ha multiplicado por cuatro entre 2020 y 2022, según la encuesta Edades de la Consejería

Una farmacéutica de Murcia muestra varias cajas de fentanilo, tramadol  y codeína.

Una farmacéutica de Murcia muestra varias cajas de fentanilo, tramadol y codeína. / Israel Sánchez

Ana García     

El consumo de analgésicos opioides destinados a reducir el dolor ha aumentado en los últimos años en la Región de Murcia, una tendencia que se está dando en todo el país y que el propio Ministerio de Sanidad atribuye a una mayor prescripción médica. Sin embargo, hay nuevos compuestos que ganan terreno a otros fármacos que aún se mantienen como los más consumidos y que las autoridades sanitarias no pierden de vista, expectantes ante la evolución que pueda tener su consumo. Entre ellos destaca el fentanilo.

Este es un medicamento muy efectivo ante el dolor, un opioide sintético utilizado desde hace años y cuyo consumo en el ámbito clínico está creciendo. Su uso en anestesia o para tratar el dolor oncológico es habitual, aunque se percibe una desviación en su uso para tratar dolores crónicos no oncológicos, lo que ha llevado a vigilar su uso, debido a su alta capacidad adictiva.

El fentanilo se ha convertido en estos momentos en el protagonista de la epidemia de opioides que está viviendo América del Norte y que está registrando altas tasas de mortalidad por sobredosis, con cerca de 100.000 muertes anuales.

En la Región de Murcia, la prevalencia del consumo de fentanilo se ha multiplicado casi por cuatro entre los años 2020 y 2022, tal y como recoge la última Encuesta sobre Alcohol y Drogas de la Región de Murcia (Edades) publicada por la Consejería de Salud.

En sólo dos años, la población de entre 15 y 64 años de la Comunidad que ha consumido alguna vez en la vida fentanilo ha pasado de un 1,1 a un 3,9%. Y aunque las cifras aún son reducidas, mantiene un avance desde 2018, cuando su uso era prácticamente residual.

La encuesta Edades muestra también que, por grupos de edad, el uso de fentanilo es más frecuente en la franja de 35 a 65 años, reduciéndose en la de 15 a 34 años. También se observan diferencias por sexo, siendo más utilizado por hombres (4,4%) que por mujeres (3,3%).

El tramadol es quizá el ‘opioide menor’ que más se conoce, al igual que el fentanilo o la morfina lo son en el caso de los ‘opioides mayores’.

La evolución del consumo de analgésicos opioides en la Región de Murcia indica que este ha ido en aumento en los últimos años, situándose en 2022 la codeína como el más consumido, con el 16,1% de la población, seguido del tramadol (13,6%), el fentanilo (3,9%) y la morfina (2,2%). Excepto la morfina, cuyo consumo ha caído casi a la mitad al pasar del 4,3 al 2,2%, el resto de sustancias han registrado ligeros aumentos.

Los profesionales afirman que en España no hay una epidemia de fentanilo, como ocurre en EEUU

A nivel nacional, el Informe de Alcohol, Tabaco y Drogas Ilegales de 2023 del Observatorio Español de Drogas y Adicciones apunta que aunque codeína y tramadol son los analgésicos opioides que presentan mayor prevalencia de consumo en población de 15 a 64 años en estos momentos, «ambos han disminuido su consumo en favor del fentanilo y otros opioides» como la oxicodona, hidromorfona, petidina, tapentadol, metadona y buprenorfina.

Por ello, desde 2014 está realizando seguimiento a sustancias como el fentanilo, el tramadol, la mefedrona o el spice, que muestra un aumento de las admisiones a tratamiento.

En España, el incremento del uso de fentanilo es mucho más acusado que en la Región de Murcia, al haberse aumentado su consumo del 1,9% de la población que lo había probado alguna vez en 2018 a un 14% cuatro años después, en 2022.

No obstante, en nuestro país no hay una epidemia de fentanilo, ni una alarma al respecto, como ocurre en EE UU, donde el principal problema es la venta ilegal de este fármaco.

El propio Ministerio de Sanidad dice que el consumo de este opioide se produce básicamente por prescripción médica como tratamiento del dolor, principalmente indicado para el dolor oncológico, y lleva a cabo un control a través de los informes de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps). Además, ha acordado con las comunidades un plan de optimización del uso de analgésicos opioides en dolor crónico no oncológico en el Sistema Nacional de Salud que se está desarrollando en la actualidad.

Recetas especiales

Desde el Centro de Información del Medicamento del Colegio de Farmacéuticos de la Región de Murcia, su responsable, Óscar Aguirre, explica a La Opinión que el propio sistema de receta electrónica es un método de control para la venta de estos medicamentos, ya que «el fentanilo se prescribe como estupefaciente y necesita una receta especial para poder dispensarlo y unos talonarios especiales si se prescribe desde el ámbito privado».

Al tratarse de un opioide mayor «su venta está muy fiscalizada, existe mucho control y sólo se dispensa con receta», insiste.

Aguirre sostiene que «aquí, en España, no existe el problema que hay en EE UU, ya que su uso está indicado para pacientes oncológicos y para dolores muy fuertes como pueden ser las fracturas óseas», y cree que el consumo ilícito de este medicamento es mínimo.

Sanidad registra 174 casos de personas enganchas a drogas que toman fentanilo

Uno de los mayores riesgos que presenta el consumo de fentanilo es la elevada dependencia que genera, lo que hace que sea un medicamento muy adictivo. El análisis realizado por el Ministerio de Sanidad bajo el título El fentanilo y el mercado de drogas ilícitas en España, de finales de 2023, recoge que la notificación de personas admitidas a tratamiento por abuso-dependencia de drogas identifica un pequeño número de usuarios que van a tratamiento teniendo como droga principal el fentanilo.

Así, los últimos datos notificados por las comunidades al Observatorio Español de Drogas y Adicciones muestran que, entre las aproximadamente 70.000 personas admitidas anualmente a tratamiento en la red pública de adicciones, sólo hay 174 casos en que el fentanilo sea la droga principal que motiva el tratamiento.

«El perfil de estos pacientes se corresponde con casos a los que se ha prescrito por dolor crónico y que han desarrollado una dependencia, por lo que acuden a tratamiento. La mitad son mujeres y su edad media es superior a la de los consumidores de otras drogas, la mayoría tiene domicilio fijo, no consumen otras drogas, no usan la vía inyectada y acuden a tratamientos derivados por su médico de familia o por el hospital. Por tanto, su perfil no se corresponde en absoluto con el de usuarios de heroína que hayan derivado al uso del fentanilo», detalla el estudio.

En el caso de las urgencias atendidas por consumo de drogas, ha aumentado el peso de los opioides distintos a la heroína, mientras que las de fentanilo representan únicamente 16 casos de una muestra de 6.209.