La capital de la Comunidad fue escenario de cuatro de los once crímenes registrados de enero a septiembre de 2024, según los datos del Ministerio del Interior
Murcia, Cartagena y Molina de Segura fueron escenario de más de la mitad de los delitos cometidos en la Región en los nueve primeros meses del año 2024, tal y como consta en el Balance de Criminalidad del Ministerio del Interior.
En concreto, la Comunidad registró en este periodo un total de 55.088 ilícitos, la mayoría de ellos hurtos: 12.198. Destacan también las estafas informáticas (más de 8.600) y los robos con fuerza en domicilios y casas (más de 3.000).
Aunque la capital de la Región se lleva la palma en materia de delitos (también por población, ya que hay más de 400.000 personas viviendo en el municipio), con las cifras en la mano la delincuencia ha bajado: en el tercer trimestre de 2023 se produjeron 19.222 delitos y, en el mismo periodo de 2024, constan 18.871 ilícitos. Esto es, un 1,8 por ciento menos.
En lo que también está a la cabeza Murcia respecto al resto de poblaciones es en crímenes: cuatro de los homicidios y asesinatos consumados de enero a septiembre de 2024 tuvieron lugar en la capital de la Región. El primero de ellos fue el de Lorenzo, al que cortaron el cuello en su casa de Monteagudo una semana después del Reyes. Algo menos de un mes después, la Guardia Civil detuvo a un hombre, José Antonio H.G, que cumple prisión provisional como presunto autor del crimen.
Después, el municipio murciano ha sido escenario de otros asesinatos, como el de Teresa, de 90 años de edad, degollada el pasado 15 de agosto en Puente Tocinos a manos de un sujeto que también intentó incendiar la casa, a fin de eliminar pruebas. La nonagenaria, que era suegra de la hermana de su presunto atacante, se vio en medio de un conflicto familiar que también salpicó a su nieto.
En septiembre, Murcia albergó otro crimen, este en la pedanía de Alquerías: Paco, alias ‘El Gallo’, de 45 años era apuñalado en su casa del carril de Los Ponces a manos de, supuestamente, Juanito, alias el ‘El Madalenas’, de 39 años, con quien había discutido previamente. «Te voy a matar; a ti, y a tu ‘cuñao’, pero ligero», le escribió, presuntamente, al teléfono.
Se extrapolan los datos a nivel autonómico y el ilícito que más se repitió en la capital de la Región fue el hurto, con una cifra de 4.834; la medalla de plata del delito es para las estafas informáticas, con 2.973, y el bronce para los robos con fuerza, con 1.132.
Delincuencia en Cartagena
En el caso de la ciudad portuaria (con una población de alrededor de 200.000 personas, la mitad que Murcia), de enero a septiembre tuvieron lugar 7.542 delitos, apuntan desde el departamento que dirige Grande-Marlaska.
La criminalidad en este municipio repuntó un 2,2 por ciento respecto a los mismos meses del año anterior, cuando constan 7.379 infracciones penales.
Los hurtos de enero a septiembre en Cartagena ascendieron a 1.667, las estafas informáticas fueron 1.312 y los robos en comercios y viviendas 441. También hay registradas 87 agresiones sexuales y 85 robos de coches.
No consta ningún crimen consumado en la ciudad en este periodo (sí lo hubo en diciembre, el de Martha, a manos de su esposo, Pedro, que se entregó en Comisaría y luego dijo que oye «voces»), aunque sí ocho homicidios en grado de tentativa.
Mención aparte merece Molina de Segura. En la localidad de la Vega Media la criminalidad se incrementó un 13,7% en un año, según las cifras que maneja Interior. El municipio, donde viven unos 75.000 vecinos, fue escenario en nueve meses de cinco tentativas de asesinato, 28 riñas tumultuarias, 27 agresiones sexuales, 64 robos con violencia e intimidación, 169 asaltos en casas y tiendas, 422 hurtos, 36 sustracciones de vehículos y 367 estafas informáticas, entre otros ilícitos. En total, 2.176 ilícitos, frente a los 1.914 del mismo periodo del año 2023.
Desde el PSOE de Molina de Segura denunciaron recientemente la inseguridad que sufren los vecinos y manifestaron que en el pueblo faltan agentes, pues la plantilla de la Policía Local «se ha reducido, pasando de 121 a 118 policías en nuestras calles».
El abogado José Manuel Hernández Benavente afirma que « uno de los factores que afecta al índice de criminalidad es el crecimiento demográfico: cuanta más población hay en un municipio, el índice de criminalidad puede ser mayor».
«Dentro de esos municipios, los delincuentes pertenecen a barrios del extrarradio, en donde los vecinos tienen por regla general menos recursos», comenta el letrado, que pone el acento en que «los factores que mas inciden en la delincuencia son la desigualdad cultural y económica».
«Molina de Segura, como cuarto municipio con mayor población de la Región, tiene el aumento demográfico y gran desigualdad económica entre los vecinos, con urbanizaciones como Altorreal y La Alcayna y barrios como La Consolación», destaca el profesional, que insiste en que estas diferencias «provocan que la criminalidad se adopte por los menos favorecidos como medio de subsistencia».
Plantilla envejecida
Por otro lado, desde el sindicato CSIF en Molina reseñan que «la plantilla de la Policía Local está envejeciendo a un ritmo que requiere de una reposición urgente, que provoca que en 2025 hayan noches con las mismas dos patrullas que había en el año 2000».
Aunque la organización valora «el esfuerzo del equipo de gobierno actual, que pretende aunar dos promociones en una y ya ha iniciado una oposición de 16 agentes», puntualiza que «al mismo tiempo, hay otras medidas políticas muy desacertadas, sin ninguna base policial u operativa, como es la creación de dos cuarteles más, que ocasionará, si se sigue la política del cuartel de La Alcayna, criticada por este sindicato en numerosas ocasiones, la retirada de otros policías de la calle, de 10 a 12».
El equipo de Gobierno local «solo ha tomado decisiones que han provocado el descontento de la plantilla y pretende bajar las compensaciones a todos los puestos más técnicos y especializados de la plantilla, como instructor de tiro, guía canino… sin negociación, sin argumentos técnicos, sin cumplir con el marco normativo para ello», remarca el CSIF. «No han adoptado ninguna medida que incentive, organice y mejore las condiciones laborales actuales de la Policía de Molina», insiste.