La Confederación Hidrográfica del Segura lo ha puesto en conocimiento de la Guardia Civil y la Mancomunidad de Canales del Taibilla asegura el agua para abastecimiento
El uso incontrolado de un potente herbicida en el tramo alto del Segura entre Hellín y Calasparra ha provocado un grave episodio de contaminación por Bentazona en el cauce del río, cuyas aguas -entre el punto de vertido y la desembocadura- presentan tal grado de concentración de esta sustancia química que dificulta y en ocasiones impide su uso para atender las necesidades del abastecimiento humano.
La situación, que Confederación Hidrográfica ha puesto en conocimiento del Seprona de la Guardia Civil, se viene produciendo desde finales del mes de julio y plantea serios problemas para garantizar la distribución de agua potable en localidades tanto en el Valle del Guadalentín como en la provincia de Alicante.
La Bentazona es un herbicida de uso generalizado desde hace años, cuyos niveles de concentración en el agua para abastecimiento humano fueron limitados por un Real Decreto publicado en el mes de marzo a 0,1 partes por millón. Durante las últimas semanas, el cauce del Segura ha presentado picos de hasta 16 partes por millón.
El uso de la Bentazona, como nos recordaba el delegado de la Mancomunidad de Canales del Taibilla, Juan Cascales, no está prohibido, pero los niveles de concentración alcanzados en el río impide que sus caudales puedan ser distribuidos para consumo.
Las plantas potabilizadoras de la Mancomunidad de Canales del Taibilla carecen de mecanismos para rebajar esos niveles de concentración hasta la tasa máxima permitida por la ley y sólo una de las seis existentes (la de Campotéjar) está dotada de un sistema de inyección de ozono eficaz en la desintegración de la Bentazona.
Hasta el momento, la situación se ha salvado recurriendo -entre otras- al agua del Segura que había sido embalsada en la presa de Algeciras antes del episodio de contaminación, pero sus reservas están prácticamente agotadas y apenas garantizan recursos suficientes para las dos próximas semanas.
Otros embalses utilizados habitualmente para atender el abastecimiento, como el del Mallés, presentan altas concentraciones de Bentazona que las hacen prácticamente inservibles para su tratamiento. Lo que el delegado de Mancomunidad garantiza es que toda el agua que se distribuye es absolutamente segura