La misma cantidad se destinará a acondicionar zonas para la reproducción de anfibios, como el sapo partero bético y la salamandra común, en el Noroeste
La Consejería de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor va a destinar 250.000 euros a crear ‘refugios climáticos’ para especies de flora y fauna autóctona, a fin de que especies como los caracoles, la salamandra común o el sapo partero bético encuentren un oasis donde protegerse y reproducirse.
Desde el Gobierno regional apuntaron, en una nota de prensa, que se trata de acotar «áreas relativamente protegidas del cambio climático que permiten la protección de la biodiversidad y ofrecen una oportunidad para preservar importantes recursos naturales frente al cambio climático», en palabras del consejero del ramo, Juan María Vázquez.
Desde el Ejecutivo regional apunaron que el proyecto cuenta con fondos estatales, en el marco de los Planes de Impulso al Medio Ambiente (PIMA), y que «se desglosa en 150.000 euros para los estudios de determinación de refugios climáticos y su cartografía, otros 90.000 para siete proyectos de obra, divididos en tres grandes líneas, y 10.000 euros para divulgación, sensibilización y señalización a través de carteles interpretativos», detallan.
En este sentido, el consejero reveló que ya ha contactado «con la Generalitat Valenciana y con la Junta de Andalucía para llevar a cabo un trabajo coordinado en este ámbito».
Los estudios para la identificación de refugios climáticos, su cartografía e integración en la Red de Corredores Ecológicos de la Región los realizarán, durante los próximos 16 meses, investigadores de la Región de Murcia .
Respecto a los siete proyectos asociados que se van a efectuar durante un año y medio, «el primero se centra en la recuperación de flora amenazada por el cambio climático, especialmente en la comarca del Noroeste. Así, se destinan 40.000 euros para acondicionar refugios climáticos de adaptación para diferentes especies de flora como el brezo blanco, espino negro, sorbo silvestre y tabaco gordo, todas ellas especies en peligro de extinción y vulnerables», explica el Ejecutivo regional.
Microrreservas de flora y moluscos
Asimismo, «se actuará con un presupuesto de 10.000 euros en las microrreservas de flora en Moratalla, compaginando el crecimiento y desarrollo de todas las especies vegetales presentes en este entorno, con el objetivo de favorecer especies autóctonas, como el helecho lengua de serpiente, catalogada como ‘vulnerable’, y enebros rastreros».
La segunda línea de actuación, con 20.000 euros de presupuesto, se centrará en el acondicionamiento de hábitats para especies de invertebrados «amenazados y protegidos», como el caracol terrestre propio del matorral mediterráneo (su nombre científico es ‘xerocrassa barceloi’), endémico de Murcia y Alicante.
Este molusco gasterópodo «no cuenta con una figura de protección, a excepción de las áreas marinas», explican desde el Gobierno autonómico, que prevén, para proteger la especie, «la construcción de puntos de agua para su supervivencia y reproducción». «Se realiza para garantizar la conservación de estas especies en un entorno con unas condiciones climáticas adversas, entre las que destaca los episodios de sequía extrema», detallan desde San Esteban.
Agua para anfibios
Y el último proyecto, con un presupuesto también de 20.000 euros, «aglutina cuatro actuaciones destinadas a facilitar la reproducción de anfibios en el Noroeste mediante el acondicionamiento de puntos de agua», desgranan desde la Comunidad.
«Se actuará en el abrevadero y balsas de la zona, muy cerca del límite autonómico, para mejorar las condiciones para el sapo partero bético y la salamandra común. También se intervendrá en otras balsas de la zona, eliminando la presencia del hongo ‘batrachochytrium dendrobatidis’, causante de quitridiomicosis en el sapo partero ibérico, por un importe de 7.000 euros», exponen.