La Guardia Civil confisca 1.300 kilos de cocaína, el mayor alijo de la Región

Seis narcotraficantes fueron arrestados el pasado lunes en una nave alquilada de Caravaca de la Cruz cuando intentaban recuperar la droga

LA OPINIÓN

La Guardia Civil incautó el pasado lunes 1.300 kilos de cocaína en Caravaca de la Cruz en el que se ha convertido en el mayor alijo de esta droga confiscada en la Región de Murcia. Entonces fueron seis los narcotraficantes detenidos en el municipio murciano, si bien el número sigue aumentando, ya que la investigación de la Benemérita y la Agencia Tributaria sigue abierta.

Se trata de un nuevo mazazo a las redes del tráfico de cocaína a gran escala, el sexto en menos de dos meses. El último golpe policial, en este caso protagonizado por gentes antinarcóticos del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Guardia Civil de Mallorca, ha permitido la detención de estos seis presuntos narcos cuando trataban de recuperar 1.300 kilos de cocaína ocultos en el interior de rocas importadas por vía marítima desde Sudamérica.

Con esta nueva incautación, ya son 7,5 las toneladas intervenidas por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en el plazo de apenas dos meses. En las seis operaciones policiales se han producido más de una treintena de detenciones (la mayoría han ingresado en prisión) y la droga ha llegado en contenedores a través del puerto de Valencia.

Seis hombres y una mujer

Según la información a la que ha tenido acceso La Opinión, los presuntos narcos permanecieron detenidos en el puesto principal de la Guardia Civil de Caravaca de la Cruz y pasaron ayer a disposición del Juzgado de Instrucción número 3 de ese municipio, que ordenó su ingreso en prisión.

Los detenidos fueron pillados in fraganti dentro de una nave industrial alquilada en el municipio del Noroeste, a la que habían trasladado el contenedor con las rocas y en cuyo interior estaba escondida la droga distribuida, como es habitual, en paquetes de un kilo de peso cada uno.

Hay una séptima persona detenida, aunque fuera de la Región. Se trata de la esposa del considerado como cabecilla de la organización. La arrestaron en la comarca del Campo de Turia y ya ha sido puesta en libertad tras declarar ante la Guardia Civil en la Comandancia de Valencia.

Estas detenciones son fruto de una investigación iniciada por el EDOA de Palma de Mallorca en septiembre pasado, tras la aprehensión de 5,5 kilos de cocaína que un supuesto turista llevaba en su mochila y que fue detectada cuando llegó al Puerto de Alcudia (Mallorca) en un ferry de pasajeros que había partido de Valencia.

La droga pudo ser detectada gracias a uno de los perros adiestrados del instituto armado, que marcó al pasajero al pasar por el control de llegada. A partir de esa incautación, que fue comunicada al grupo especializado en narcotráfico, se pudo seguir el rastro de los paquetes y determinar qué organización criminal había puesto esa partida en el mercado.

Según las fuentes consultadas por Levante-EMV, del Grupo Prensa Ibérica (al que también pertenece La Opinión), se trata de un grupo asentado en Valencia e integrado principalmente por hombres de nacionalidad colombiana.

Grandes rocas de cocaína

El sistema de ocultación empleado en esta ocasión ha obligado a la Guardia Civil a emplearse a fondo para poder romper las rocas y acceder a los paquetes de cocaína, que ya han sido entregados a Sanidad para su destrucción, una vez tomadas las correspondientes muestras para determinar la pureza de la droga en el laboratorio.

Con este nuevo cargamento ya son 7,5 las toneladas de esta cocaína que las fuerzas de seguridad sacan del mercado negro tras haber accedido a través del puerto valenciano, el tercero con más incautaciones de cocaína de toda Europa, por detrás de los de Amberes y Rotterdam, recintos portuarios que han desbancado al valenciano en los últimos años.

Hasta entonces, y desde hace prácticamente dos décadas, el Puerto de Valencia era la principal puerta de entrada a Europa de la cocaína enviada por vía marítima desde Sudamérica. O, al menos, el recinto con mayor número de incautaciones.

Cinco operaciones previas que suman 7,5 toneladas

La primera de las seis operaciones que han permitido sacar del mercado negro esas 7,5 toneladas de cocaína se produjo en octubre, en Villarrobledo. Fue la Policía Nacional de Valencia, junto con Aduanas, quien apresó a cuatro hombres e intervino 210 kilos de cocaína camuflada entre chatarra procedente de Panamá.

Días más tarde, recuperaron 1.561 kilos ocultos en un contenedor vacío en Valencia, esa vez sin detenciones.

El 8 de noviembre llegaba la tercera operación, con cuatro detenidos. La cocaína, 561 kilos, fue enviada envío desde Panamá.

A finales de noviembre eran detenidos ocho hombres cuando recuperaban 600 kilos de cocaína ocultos en el doble fondo de un contenedor vacío en una terminal logística de Quart de Poblet. El origen era Perú.

La quinta operación llegaba el 1 de diciembre, pero había empezado a gestarse un mes antes. Once hombres fueron detenidos cuando abrían con radiales el doble fondo de un contenedor vacío en una nave de Chirivella, para recuperar casi 3.300 kilos de cocaína ocultos en bolsas.

Se superan las incautaciones de Jumilla y de Águilas

Con 1.300 kilos de cocaína se ha alcanzado un nuevo récord en la Región de Murcia, donde nunca se había visto tanta cantidad de esta droga junta. No hay que irse muy lejos para dar con la plusmarca anterior, que data de julio de este mismo año. Entonces, la Guardia Civil se incautó de 775 kilos de cocaína en una empresa de Jumilla.

Otra de las grandes alijos de cocaína fue el interceptado en julio de 2014 en un velero en Águilas. Eran 680 kilos de droga que llegaron a la costa murciana desde Venezuela, tras haber pasado por Nápoles (Italia). El polvo blanco fue transportado por un italiano y dos almerienses.

Echando aún más la vista atrás, la Guardia Civil localizaba en 2008 unos 300 kilos de cocaína en el interior de un contenedor de cáscaras de pimentón en la pedanía de Cabezo de Torres.