El concejal Francisco Martínez ha respondido en rueda de prensa a las cuestiones planteadas por los medios sobre el estado de las obras del puente de El Ginete explicando que «fue una obra que se proyectó para realizarse en cuatro meses».
El edil ha aclarado que «se adjudicó a mitad de octubre del año pasado para que estuviese terminado en febrero por la mera cuestión de que venían las elecciones municipales».
Para Martínez, «cuando se actúa con esta celeridad, existe un porcentaje altísimo de que las cosas no salgan del todo bien. Aquí se ha vendido mucho humo por parte de la anterior Corporación. Las obras del puente, actualmente, están paralizadas porque las mismas afectan a intereses de terceras personas físicas o jurídicas. Si no tengo el consentimiento de esas personas, me puedo ver obligado a detener las obras, que es lo que nos ha ocurrido a nosotros. Los técnicos se vieron obligados a paralizar las obras. Recibimos una instrucción del juzgado por la que tuvimos que paralizar las obras. Recurrimos y la justicia nos permite seguir desarrollando determinados trabajos dentro del proyecto, pero no en la parte que afecta a estas terceras personas que tienen un interés legítimo».
Para el concejal, «tenemos esta situación porque se hizo mal. Es muy bonito ir a grabarse vídeos y publicarlos en las redes sociales diciendo que está todo perfecto, como hizo el señor Antonio Moya, cuando este concejal no pidió autorización a ciertos propietarios y personas con intereses de que esas obras se ejecuten de determinada manera, con determinadas garantías que no mermen sus derechos ni sus instalaciones particulares. Actualmente se está en negociación con esas terceras personas para que nos permitan continuar con los trabajos de la forma que queremos para poder terminar el proyecto».
Francisco Martínez concluye diciendo que «en ningún momento deberían haber comenzado las obras sin tener encima de la mesa todos los permisos necesarios. A nosotros nos ha caído la patata caliente de tener que conseguir esas autorizaciones que no se gestionaron en su momento. Es inaudito que una administración empiece una obra en unos terrenos sobre los que no tiene autoridad».