Entre los días 9 y 15 de diciembre, la policía del municipio de Fuente Álamo realizará controles preventivos aleatorios dentro de la campaña de control y vigilancia de alcohol y drogas en conductores puesta en marcha por la Dirección General de Tráfico.
El alcohol está presente como factor concurrente o desencadenante en un tercio de los accidentes mortales. Su presencia en la conducción, dependiendo de su tasa, multiplica entre 2 y 15 el riesgo de sufrir un accidente. Pero el alcohol, no sólo está relacionado con una mayor accidentalidad, sino que también repercute en una mayor mortalidad, al ser un factor vinculado con un peor pronóstico en las lesiones sufridas. Aún con tasas de alcoholemia dentro de los márgenes legales permitidos, nuestro nivel de riesgo de accidente de tráfico puede verse incrementado. Por ello, la Dirección General de Tráfico recuerda que la única tasa segura es 0,0%.
El alcohol supone también un riesgo para los peatones, fundamentalmente en zona urbana.
En el año 2018, 120.408 conductores estuvieron implicados en accidentes con víctimas en vías interurbanas y urbanas. El 66% de las pruebas positivas realizadas a conductores fallecidos en accidente de tráfico presentaban una tasa superior a tres veces la tasa máxima regulada en el reglamento de circulación, siendo superior el porcentaje de conductores con prueba de alcohol positiva en vías urbanas que en vías interurbanas.
Durante 2018, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil realizó 5.509.022 pruebas de alcohol en aire espirado en el marco de sus competencias, lo que supone un 6% más que las realizadas durante 2017. De las 4.752.798 pruebas de control preventivas realizadas, el 1,31% resultaron positivas a alcohol (por encima de los niveles reglamentariamente establecidos).
Las sustancias más frecuentes en los casos de conductores fallecidos positivos por drogas son la cocaína (50%) y el cannabis (60%). Los opiáceos y las anfetaminas tienen una presencia menor (6%). El 19% de los conductores fallecidos en accidente de tráfico tuvo resultado positivo en las pruebas de detección de drogas. Además, el 35% de los conductores fallecidos tuvieron resultado positivo a alcohol o a drogas ilegales o a ambas.
En el marco de la actividad de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, durante 2018 se realizaron 139.703 pruebas de determinación de drogas, frente a 89.812 realizadas en 2017, lo que supone un aumento del 36%. De las 113.020 pruebas de control preventivas realizadas, el 37% resultaron positivas.
En definitiva, el control policial tiene como objetivo prevenir la conducción bajo los efectos del alcohol y de las drogas ilegales. Un aumento del número de controles policiales lleva aparejada una reducción en el número de accidentes con víctimas.