MORENTE
Un municipio que goza de reconocido prestigio en el sector turístico, al que su bien merecida fama le viene de lejos, que quiere sacarle el máximo partido a su privilegiada ubicación junto al Mar Menor, que tradicionalmente ha destacado entre los destinos de sol y playa, sumamente atractivo para familias por las características y bondad de sus playas y del agua, tiene que ser un municipio permanentemente comprometido con la calidad y el servicio.
Conservar, reparar, reponer, mejorar, innovar… año tras año. Ese es el camino a seguir. Quienes vengan de fuera tienen que percibir los cambios a mejor y sentirse cada vez más atraídos. Quienes paguen para disfrutar de un vergel no pueden darse de bruces con la desidia que muestra el reportaje fotográfico.
- UN OASIS DONDE DESCONECTAR Y CUIDARSE
Hay que considerar aceptable, aunque con ciertas matizaciones, el publirreportaje publicado por el diario La Opinión de Murcia, el 18.06.2019: «Mar de Salud. Siete playas de bandera. Un oasis donde desconectar y cuidarse» Pero no es menos cierto que no son tiempos para la exageración. Estas playas y el agua no son lo que fueron, no están como estuvieron y nadie sabe cuándo volverán a ser un reclamo para que venga gente de fuera, a gastar su dinero como residentes, turistas o visitantes. Salvo cambio radical en la adopción de medidas correctoras, que los políticos pregonan pero que nadie percibe, las banderas azules tardarán en volver, de ahí que el diario en cuestión se centre únicamente en las que hay: blancas con la “Q” de calidad.
Pero las playas, siendo lo más importante, no lo son todo en un municipio que, hoy por hoy, no es lo fue y vende pésimamente su imagen. Demasiadas muestras de abandono, especialmente en las Urbanizaciones que, siendo la mayor fuente de ingresos para las arcas municipales, no reciben en proporción a lo que contribuyen. Para muestra basta un botón. Apoyándome en el reportaje fotográfico escribo sobre un tramo urbano inmediato al Paseo Río Nalón (máximo exponente de la degradación de un residencial) que es la ruta más transitada hacia las playas de Las Palmeras y CAR. Lo que usted ve en el reportaje lo ven a diario cientos de personas. Me refiero a la Av. Río Sella y a la calle Río Cares.
- DOS CALLES DE REFERENCIA EN NUEVO PRINCIPADO. DESIDIA TOTAL.
Por su ubicación en Nuevo Principado, una de las urbanizaciones de Los Narejos promocionadas en su día como zona residencial exclusiva de alto standing, que concentra la mayor oferta hotelera del municipio, tomo estas calles como muestra de la falta del interés del Ayuntamiento por atender como se merecen a los alcazareños, residentes temporales, turistas y visitantes. Una por una las imágenes del reportaje muestran algo que no es de ahora, de este año, ni del pasado, ni del anterior,… hace mucho tiempo que empezó el deterioro de este entorno y la degradación va a más. A la vista está.
La mugre se ceba en el mobiliario público, la maleza crece en solares sucios y sin cercar, los alcorques revientan, el enlosado se levanta, la cartelería no se repone, las palmeras que se talan no se replantan, los árboles no se podan, los jardines se abandonan, etcétera. Todo ello, en conjunto, es el panorama que el Ayuntamiento pone a disposición del público que recorre estas dos calles, desde hace años, destacando negativamente un horroroso tinglado de metal, madera y lona, configurando un chiringuito que quita las vistas al mar desde Río Sella y contamina el ambiente con pestilencias de fritanga que repugnan a vecinos y visitantes. Nadie se explica por qué, pero ahí está, ocupando con carácter permanente el dominio público urbano. Feísmo puro en la “milla de oro”, junto a viviendas de lujo e inmediato a un hotel de cuatro estrellas.
Dicho de otro modo, Sella y Cares son todo lo contrario a lo que se espera recibir después de pagar por un terreno frondoso y ameno poblado de árboles, una reunión de cosas agradables y de buen gusto: una floresta. Demasiadas zarzas.
- CARROS DE AUTOSERVICIO POR LAS CALLES. TANTO MONTAN, MONTAN TANTO, AYUNTAMIENTO COMO SUPERMERCADOS.
Cuándo y dónde se ha visto, en una plaza turística con aspiraciones de excelencia, un ir y venir de carros de autoservicio circulando (o abandonados) por las calles de Los Alcázares, ante un público que observa con asombro un espectáculo desconocido en otras plazas. Nadie se explica por qué lo consienten los establecimientos propietarios de dichos carros y el Ayuntamiento. Van y vienen con mercancías o basura, teniéndolos siempre a mano (en plena calle) sin devolverlos a las tiendas de procedencia, de donde nunca debieron salir. El ruido que producen al rodar sobre aceras y calzada es otra que tal baila. Molestar no importa.
Pero aquí se les consiente todo. Cierto es que algunos carros no tienen sistema de bloqueo de ruedas, para que no salgan de las tiendas, pero tampoco se exige una fianza que disuada a los usuarios de llevárselos y abandonarlos en las calles. En cualquier caso, es antihigiénico, perjudica a la imagen del municipio y también a la reputación de las empresas propietarias que, una vez recuperados, los vuelven a poner en servicio en sus establecimientos ¿Qué fue de la suciedad que acumularon cuando estuvieron a la intemperie? A saber.
Esta mala práctica lejos de cesar va a más, y es seña de identidad del municipio, una excepción a la normalidad imperante en los de su entorno. Este trasiego callejero de carros con mercancías (bombonas, barriles, sacos, cajas, etc.) o basura, es una decidida apuesta por la estética urbana basada en lo cutre y hortera, impropia de una zona residencial de primer nivel, aunque solo sea nominalmente.
Carros hay por todo el municipio, pero Nalón, Sella, Cares y calles próximas se llevan la palma, porque muchos restaurantes (hay decenas de ellos) se los apropian y los utilizan para transporte de mercancías y basura
- SI ADEMÁS NO HAY BANDERAS AZULES, LLUEVE SOBRE MOJADO
Algo tendrá el agua cuando la bendicen y algo dejará de tener cuando se le retiran los galardones que en otro tiempo exhibió. La Fundación Europea de Educación Ambiental (ADEAC Fee), es quien otorga las banderas azules basándose en criterios de: «Calidad de las aguas de baño, Información y Educación ambiental, Gestión ambiental y Seguridad, Servicios e Instalaciones».
Es decir, que teniendo la bandera azul ondeando en una playa no hacen falta otras que poco o nada aportan. La blanca de calidad con la “Q” es complementaria de la anterior, pero con mucho menos valor, porque es el resultado de una encuesta con un catálogo de exigencias tan flexible, que no se exige lo mismo a todos los solicitantes.
En Los Alcázares conceden banderas “Q” a playas que no cuentan con duchas ni fuentes, porque dicen que Murcia está en la España “seca”, sin embargo las playas urbanas de la vecina Almería, ¿España “húmeda”? tienen duchas, fuentes, aseos en la arena, etc., y la misma bandera (ver HEMEROTECA). La clave está en que las concede el Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE), Entidad de Certificación de Sistemas de Calidad especialmente creados para empresas turísticas. Ellas se lo guisan y ellas se lo comen. Son sectoriales.
- YA ES TIEMPO DE ATENDER A QUIENES VIENEN DE FUERA A GASTAR SU DINERO
No se puede vivir del cuento, la calidad hay que mantenerla, el pasado tiene que ser permanentemente actualizado, hay que mejorar para competir y eso hace muchos años que se echa de menos en Los Alcázares.
Las malas políticas municipales han asestado un duro golpe a la imagen de un destino cinco estrellas. El modelo de ciudad que se está creando no es de aceptación general, sino de imposición política errónea. Esto no debería seguir así, perjudicando a los residentes, vecinos y turistas tradicionales que aman y desean proteger esta ciudad. La imagen del municipio está en franca y constatable decadencia.
Con ocasión de la polémica suscitada por un asuntillo de teléfonos móviles, utilizados por los ediles del PP (partido que ya no gobierna) en la anterior legislatura, el Diario La Verdad de Murcia, del 16.07.2019, reproducía la siguiente frase del Alcalde saliente: «Todo lo que dice Cervera es mentira. Es una campaña que ha iniciado el PSOE contra nosotros por lo bien que lo hemos hecho» El reportaje fotográfico que acompaña a este texto lo conforman imágenes reales, no palabras ¿Quién dijo bien?
Salvo que desde el Ayuntamiento empiecen a trabajar, para recuperar la buena imagen que ha perdido el municipio a lo largo de los últimos años, el sentimiento que despertará en quienes gastaron, gastan o piensan gastar aquí su dinero, seguirá siendo el mismo: impuestos de lujo, ambiente de pena y servicios de vergüenza.
- COMENTARIOS AL REPORTAJE FOTOGRÁFICO
No hace falta interpretar el contenido de las imágenes para darse cuenta de lo que aquí se entiende por calidad turística, respeto al medio ambiente y respeto por los usuarios de la oferta municipal. La mera visión de este panorama debería ruborizar a los responsables, por tener la “casa” así de sucia cuando más visitas se reciben.
Donde tendría que haber árboles, palmeras, vallas, rótulos,… hay gráficos que representan a los “ausentes”. Las muestras de las guarradas de los grafiteros llevan ahí años y nadie las elimina, los solares dan asco, los carros de supermercado, que se han adueñado del espacio urbano, forman parte de panorama cutre que se ofrece a propios y extraños. Los Narejos: una floresta con muchas zarzas.
Hay también una muestra de las banderas azules que se perdieron, del equipamiento inexistente en servicios para playas y de algo que no debería estar ahí, sino en el mar “mayor” o en zonas muy concretas de la laguna, donde los seudo deportistas no remuevan el agua y molesten a los bañistas expuestos al riesgo: motos acuáticas.
- HEMEROTECA
24.10.2018 «Suspenso en gestión de Vía Pública con las elecciones a la vuelta de la esquina»
24.11.2018 «Uso inadecuado de carros de supermercado, degeneración estética y feísmo urbano»
27.08.2018 «Hay que renovar e innovar el equipamiento y los servicios de las playas para competir en un mercado turístico de calidad»
25.07.2019 «El Mar Menor no puede esperar»
http://vegamediapress.com/not/18229/-el-mar-menor-no-puede-esperar-/