El informe presentado ante la Comisión de Explotación propone reducir el volumen trasvasable en Nivel 2 para evitar situaciones en las que la decisión quede en manos del gobierno de turno.
El informe solicitado por la Comisión de Explotación del Trasvase Tajo Segura propone introducir dos cambios en las reglas de explotación del acueducto: por una parte, reducir de 38 a 27 hectómetros cúbicos el máximo trasvasable en Nivel 2; y por otra, elevar hasta los 1.400 hectómetros cúbicos el límite que marca el Nivel 1, que ahora se alcanza con unas reservas de 1.200 hectómetros cúbicos. Según el Ministerio para la Transición Ecológica, esa modificación apenas afecta a al volumen medio trasvasable, que se mantendría en el entorno de los 326 hectómetros cúbicos anuales.
El informe elaborado por el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas, CEDEX, constata que las actuales reglas de explotación provocan que casi la mitad del tiempo el trasvase tenga que ser autorizado por el Ministerio, al encontrarse en situación excepcional (es decir, con los embalses de cabecera en niveles 3 ó 4). La causa de esa anormalidad, continúa el documento, hay que buscarla en la decisión de no tener en cuenta los informes que, ya en 2013, aconsejaban limitar a 30 hectómetros cúbicos el volumen trasvasable en nivel 2. Tampoco se calculó que las aportaciones a Entrepeñas y Buendía iban a experimentar -como así ha ocurrido- un notable descenso.
Con la reforma propuesta, el CEDEX estima que las situaciones excepcionales se reducirán a un 20%, y el trasvase cero sólo se produciría en un 5% de los casos. Se asegura que el trasvase mínimo anual estaría por encima de los cien hectómetros cúbicos, y la media sería similar a la que ha registrado el trasvase desde el inicio de su funcionamiento. El Ministerio sostiene que esta fórmula garantiza una mayor regularidad en los envíos, y permite un compromiso razonable entre los volúmenes trasvasados y la estabilidad de los suministros.
El Presidente del Sindicato Central de Regantes, Lucas Jiménez, considera que la intención del Ministerio es loable, porque para los regantes lo ideal es depender lo menos posible de decisiones políticas. Persisten, no obstante, algunas suspicacias que no se resolverán hasta que el Sindicato pueda analizar el informe completo y comprobar que sus cálculos son correctos.
Quien ya ha hecho sus propios cálculos es el Consejero de Agua y Agricultura. Antonio Luengo asegura que la reforma significará reducir los trasvases en casi un 30 por ciento, lo que le lleva a afirmar que el verdadero propósito del gobierno es cerrar el acueducto Tajo-Segura.