ARQUITECTURAS: Intempo, a la venta las primeras viviendas del rascacielos residencial más alto de España

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Intempo, a la venta las primeras viviendas del rascacielos residencial más alto de España

A finales de 2020 se entregarán las 256 viviendas del rascacielos Intempo de Benidorm.

Intempo, el rascacielos más polémico de Benidorm, que empezó a construirse al abrigo de la burbuja del ladrillo y ha estado casi seis años parado, tendrá a finales de 2020 sus primeros inquilinos. Lo que para algunos es un mastodóntico despropósito arquitectónico, para otros es un apetecible inversión. El gigante de cemento y oro, tiene a estas alturas, el 40% de sus viviendas reservadas.

Dos torres de 198 metros, coronadas por un diamante gigante y dorado se convertirán, de aquí a un año aproximadamente, en el edificio residencial vertical más alto de Benidorm y de España y el segundo de Europa. Es el Intempo, que ha estado con sus obras paralizadas desde 2013, coincidiendo con la crisis del ladrillo y que, por fin, ha arrancado de nuevo con promesas de mejoras. El impresionante rascacielos, albergará 256 viviendas distribuidas en 45 plantas y los precios ya están marcados.

Así, el que será el apartamento más barato, de 75m2 ronda los 245.000 euros y estará ubicado entre las plantas 2 y 37. A partir de la planta 38, y hasta la 44, las viviendas ya son de 3 dormitorios, 164m2 y el precio parte desde 1.195.000 euros. El ático más caro, de 279m2, 4 dormitorios y ubicado en la planta 45, costará 2.395.000 euros.

En el Intempo Resort se pagan los metros y las vistas. Curioso resulta que, desde la calle no se diferencian las distintas alturas. Y otro dato curioso es que la actual reforma incluye también el gigantesco diamante dorado que une sus dos torres entre los pisos 38 y 45 y que albergará las 32 viviendas más exclusivas y personalizadas, con una superficie de construcción entre 174 y 279 m2, tres o cuatro dormitorios y con las mejores vistas de todo Benidorm.

El Intempo Sky Resort, ubicado en la Playa de Poniente de Benidorm, a 200 metros del mar mediterráneo, forma parte del paisaje urbanístico desde hace 10 años; y su silueta se divisa ya desde la autopista que va desde Alicante a Benidorm. Su fachada dorada, de estilo art decó, resulta muy llamativa y, a juicio de su nuevo propietario, el fondo Strategic Value Partners (SVPGlobal), algo trasnochada. De ahí que se hayan propuesto reconvertir los apartamentos desfasados en diseño en auténticas viviendas de lujo, con áticos de tres y cuatro dormitorios, y cuyo diseño interior será muy moderno, en contraste con el estilo noventero de su fachada. En el proyecto trabajan el arquitecto original del edificio, Pérez Guerras, y Uniq Residential.Y todos han tratado de ganarle luz a las estancias tirando los tabiques que restaban visibilidad a las viviendas y cambiando los oscuros cristales que quitaban la claridad.

Al retomar las obras este otoño, se han producido otros cuantos cambios más. Uno de ellos ha sido destinar dos de las 47 plantas del edificio, en concreto la última planta y la cubierta, a zonas comunes. Así, en la planta 46, se ubicará el SPA más alto del continente, una piscina climatizada y una gran terraza con coctelería. Sauna, cabinas de masaje y sala de ciclo indoor completan las instalaciones en esta planta. Y en la azotea, planta 47, estarán los jacuzzis al aire libre y las camas balinesas.

Otro cambio, dentro de los 6.500 m2 de zonas comunes al aire libre, será la transformación de la piscina olímpica que ya quedó construida a una ‘beach pool’ de 800 m2, y una infantil de 90m2, con lo que el aspecto cambiará totalmente. Para los más pequeños también está previsto una zona de juegos de más de 1.000m2. y desaparecerán las dos pistas de tenis construidas en la etapa anterior. También se creará una gran recepción de 600 metros cuadrados con acceso a los ascensores y un restaurante de uso exclusivo para los vecinos de estos 46 pisos de altura y un total de 400 plazas de aparcamiento.

De cara a la privacidad, las terrazas de los apartamentos estarán aisladas entre sí, los 1.200 metros cuadrados de terraza del restaurante están situados a más de siete metros de altura sobre la calle, por lo que la visión desde el exterior es nula, los accesos a los 4.300 metros de zona comunitaria posterior se realizan por los laterales de la zona, convirtiendo la zona central colindante con la piscina en una zona apartada de los accesos», añaden.

Edificio plémico

Han pasado 12 años desde que se puso la primera piedra del rascacielos. En 2007, el descontrol urbanístico y la construcción desmedida imperaba en nuestra geografía y en ese contexto se iniciaron las obras de Intempo. Benidorm quería ostentar el título de ciudad con el edificio más alto de Europa y tocó techo con dos rascacielos unidos de casi 200 metros de altura. Pero la crisis económica llegó y desde entonces las obras del coloso han pasado por todo tipo de vicisitudes: se paralizaron, se reanudaron, los créditos fueron tan desmedidos como las incompetencias, hubo penalizaciones y abandono, denuncias de estafa, embargos y reclamaciones de clientes y proveedores. En 2005, Caixa Galicia le prestó 92 millones de euros, una hipoteca que acabó en Nova Caixa Galicia tras la fusión de cajas gallegas y posteriormente en la Sareb (Sociedad de Gestión de Activos de la Reestructuración Bancaria).

En 2009 la obra sufrió el primer percance cuando la empresa constructora entró en liquidación. La caja de ahorros gallega paró la obra y encargó a la empresa de Madrid, Suasor, el control de gastos del proyecto. Este exceso de control chocó con la forma de trabajar de los de la antigua constructora (unidos bajo la nueva empresa Kono para seguir con la obra) y las quejas se multiplicaron hasta llegar a denunciar la falta de un montacargas para los operarios que subían y bajaban escaleras. Éste se construyó cuando llevaban ya los primeros 23 pisos levantados y en 2011, se cayó con 13 operarios dentro. Las ambulancias no pudieron acceder al lugar por no estar acondicionada la entrada por falta de presupuesto. En 2012 se descubre que al modificar el proyecto sobre la marcha y pasar de las 20 plantas originales a las 47, no se había tenido en cuenta el hueco del ascensor. Y como guinda del pastel, en mayo de 2013 los arquitectos directores del proyecto (el despacho de Pérez Guerra y Olcina y Radúan Arquitectos) dimitieron con el 94% de su estructura completada y el 35% de las casas vendidas.

Toda una aventura que ahora, bajo la batuta del nuevo propietario, el fondo Strategic Value Partners, parece que va a tener un final feliz. La entrega de llaves a sus propietarios está prevista para diciembre de 2020 y, a estas alturas, el 40 por 100 de ellas, ya están reservadas.