ARCHENA/ La memoria de la Huerta de Murcia

El Museo Etnográfico de Alcantarilla, el único de la Región dedicado a la vida tradicional en la huerta, encara su medio siglo de vida con el objetivo de recuperar el esplendor que lo llevó a recibir más de 80.000 visitas el año de su inauguración, 1968

Si el poeta Vicente Medina (Archena, 1866-Rosario, Argentina, 1937) y el escritor y periodista Pedro Jara Carrillo (Alcantarilla, 1876–Murcia, 1927) tuvieran que encontrarse hoy en día, seguro que quedarían en el Museo de la Huerta de Alcantarilla. Y es que, sin duda, en él verían los rincones de los huertos y las barracas y utensilios tal y como eran en su época de finales del siglo XIX y principios del XX. Ambos embajadores de la cultura murciana disfrutarían de un oasis entre la vorágine de la vida actual tan distinta a la que ellos conocieron.

Pues, ese museo etnográfico celebra este año el 50 aniversario de su inauguración. Y es que se puso en marcha el 11 de marzo de 1968 tras cinco años de un intenso trabajo que contó con la implicación del alcalde de entonces, Diego Riquelme, y un grupo de insignes alcantarilleros. El centro nació con la idea de poner en valor la importancia de la agricultura, tan básica para nuestra Región. El todavía único museo oficial de la comunidad en torno a la huerta surgió como complemento a los de la minería, de La Unión, y al marítimo, de Cartagena.

Cincuenta años después de su puesta en marcha, la intención del Ayuntamiento de Alcantarilla hoy en día es retomar el esplendor que llegó a alcanzar en sus inicios, cuando recibía más de 80.000 visitas anuales, hoy tiene unas 12.000 aproximadamente.

El museo alcantarillero gira en torno a los sistemas de regadío con la Rueda y el acueducto, de los siglos XIV-XV, como ejes, y en un entorno de 15.000 metros cuadrados digno de visitar. La figura de ´El huertano´, del escultor Anastasio Martínez, preside los jardines que enmarcan una replica de una barraca (la vivienda típica de la huerta murciana), llena de utensilios originales de la vida diaria de hace décadas como lebrillos, platos, fuentes, aperos de labranza, una cuna, una cama y un camastro. Todo situado en un conjunto abrazado por tres acequias y junto al Paraje del Agua Salá, que representa un pulmón verde para Alcantarilla. Los huertos, muy cuidados, y las impresionantes salas del edificio principal dedicadas a la cerámica y el mueble, los aperos, la forja, la música, la literatura o la Farmacia, hacen del museo una auténtica joya para mantener viva las tradiciones.

«La reactivación de este museo es uno de los retos principales que tenemos en el Ayuntamiento», asegura la concejala de Cultura, Turismo y Festejos de la localidad, María Luisa Martínez León, quien hizo de cicerone en una visita al museo en la que demostró las ganas que tiene de que «el centro no sólo sea motivo de atracción turística abarrotado de objetos museográficos que nos digan algo del pasado, sino que también exprese la autenticidad científica de una Murcia histórica».

La edil impulsó el programa por el que alumnos del IES Alcántara de la localidad han catalogado con códigos QR (código de respuesta rápida) que se pueden consultar a través del móvil, gran parte de la vegetación, aperos y salas que atesora el museo, todo apoyado por sus profesores de Biología, Informática, Francés, Inglés, Lengua, Geografía e Historia, Tecnología y Matemáticas. Además, el Consistorio de Alcantarilla ha preparado actividades para los fines de semana, en los que se realizan talleres de música y tradiciones que reúnen a centenares de personas en torno a la vida huertana. Pero las actividades tendrán un impulso en los próximos días con la presentación de los actos con motivo del aniversario, como explica la concejala de Turismo.

La Asociación de Amigos del Museo de la Huerta es otro de los pilares en que se sustenta el centro etnológico. Entre su gran apuesta por mantenerlo y promocionarlo destaca el homenaje que rinden cada año a una población y a un personaje de tradición huertana. Un trabajo impagable para un museo de lujo.