Telediario 2 desde Valencia por el homenaje de Estado a las víctimas de la dana en el primer aniversario de la catástrofe

Telediario 2 especial por el primer aniversario de la dana
RTVE.es

Hace un año, la lluvia cayó con una violencia que nadie imaginó. En cuestión de horas, el agua se llevó por delante barrios enteros, arrancó puentes, destrozó hogares y dejó 237 muertos en tres comunidades. 229 de esas vidas se perdieron en Valencia, el epicentro de la tragedia. El Telediario 2 ha vuelto a esa tierra marcada por el barro y la pérdida con un programa especial desde Valencia, donde las víctimas han recibido este miércoles un homenaje de Estado.

El homenaje, celebrado en la Ciutat de les Arts i les Ciències, ha concluido hace apenas unas horas. Ha sido un acto emotivo, pero también tenso. Las víctimas y sus familias han sido las verdaderas protagonistas de una jornada en la que el rey Felipe VI ha pedido analizar «las causas de la tragedia» para que no «se repita». El president de la Generalitat, Carlos Mazón, ha tenido que escuchar palabras muy duras, tanto a su llegada como a la salida del funeral.

Los momentos más emotivos del homenaje de Estado a las víctimas de la dana

Tensión en el homenaje ante la presencia de Mazón

Las familias, que le reprochan la gestión del desastre, han expresado su malestar con abucheos e insultos, como «asesino» o «rata cobarde» a la entrada de Mazón en la sala. La tensión traspasaba la pantalla. El fugaz saludo del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a Mazón ha sido solo un ejemplo.

Después, el president de la Generlaitat ha esperado impaciente a que llegara el Rey, dos minutos que se hacían eternos. A continuación, se retiraba de la escena porque las víctimas no han querido que estuviera en el encuentro privado que han mantenido con Felipe y Letizia, a los que han agradecido estar ahí un año después de la tragedia.

Los familiares recuerdan a las víctimas

En el homenaje las familias de las víctimas han sido las protagonistas y tres de ellas han podido dirigirse al resto para recordar a sus seres queridos. «Convirtamos este homenaje en una lección: la de honrar la memoria de quienes se fueron, pero también la de cuidar a los que estamos aquí», ha dicho Andrea Ferrari Canut. La catástrofe le arrebató a su madre, Eva María Canut Montoro, que viajaba en el coche de una compañera de trabajo de vuelta a casa cuando la crecida la sorprendió.

«A todos los que se han ido: estoy segurísima que nos cuidan donde estén y que nunca morirán porque viven en nosotros», aseguraba Naiara Chuliá Beitia. El 29 de octubre de 2024, su marido, Slim Regaieg Regaieg, salió de casa para ir a trabajar y nunca regresó. En casa, le esperaban tanto ella como sus dos hijas.

La última en intervenir ha sido Virginia Ortiz, prima de Juan Alejandro Ortiz, que murió en Letur a los 34 años, ha puesto el foco en quien, ha dicho, «omitió su deber».

El recuerdo en las calles de Valencia

A lo largo del día, Valencia se ha llenado de actos de recuerdo. Esta mañana se ha celebrado una concentración en el centro de la ciudad y una marcha hasta El Ventorro, el restaurante donde se encontraba Mazón durante las horas críticas de la dana. Durante la tarde, mientras se celebraba el funeral, otras dos marchas y una vigilia silenciosa han recorrido la capital.

El dolor y la rabia de las víctimas se han escuchado tanto dentro como fuera del acto oficial. Para muchos, este aniversario no es solo una fecha para recordar, sino para seguir reclamando justicia y responsabilidades.

La tragedia se cuela en la política

La tragedia también ha tenido su reflejo en la política nacional. El pleno del Congreso de los Diputados ha arrancado este miércoles con un minuto de silencio por las víctimas. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha evitado su habitual enfrentamiento con el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, «por empatía con las familias», ha dicho. Feijóo, sin embargo, ha acusado al Ejecutivo de «politizar la tragedia».

Además, Mazón ha anunciado que el 29 de octubre será, a partir de ahora, día de luto oficial en la Comunidad Valenciana en una declaración institucional desde el Palau de la Generalitat. El president ha reconocido que «hubo cosas que debieron funcionar mejor», aunque sin hacer autocrítica concreta sobre la gestión de la emergencia y ha lanzado un mensaje al Gobierno central: «No es el día para la confrontación, pero sí debemos reflexionar ante el desamparo que sintieron tantos valencianos también los días posteriores».

Aplaudido por los suyos, la oposición ha calificado el discurso de «indigno» y el Ejecutivo central ha acusado a Mazón de «utilizar las instituciones para parapetarse» en un día de recuerdo a las víctimas.

Volver a la zona cero

La zona más afectada de la dana, por la crecida del barranco del Poyo, fue Paiporta. Allí murieron 56 vecinos. Lucía Mayordomo, jueza de Torrente, recibió la información mientras dormía y se trasladó como pudo hasta una gasolinera donde había un generador para empezar a atender a las víctimas. «Estábamos viviendo una película de catástrofes. ¿Qué había pasado? No podía ser solo Paiporta. Al pasar las horas, nos dimos cuenta de que no», relata a TVE.

«Todo era una zona de guerra», recuerda mientras recorre el espacio que se convirtió en juzgado, en el lugar donde se empezaron a abrir diligencias en mitad de la catástrofe. «Poner en un papel que ha pasado algo y que vamos a tener que investigar. […] Cada fallecido tenía su propio apartado, no eran números», asegura y recalca que los fallecidos y su familia eran los más importantes.

Las primeras diligencias tras el paso de la DANA por Paiporta: «Era como una película de catástrofe»

Construir a prueba de dana

La dana afectó a unas 130.000 casas. El 40% de los edificios inundados estaban fuera de las zonas consideradas de riesgo. Amnistía Internacional denuncia que la construcción sobre zonas inundables sigue poniendo en peligro a decenas de miles de personas. Un año después, en el Telediario ha comprobado sobre el terreno si la reconstrucción está teniendo en cuenta las lecciones que nos dejó la dana.

De los 266 municipios de Valencia, 129 están en riesgo de inundación, pero en las calles hay pocas medidas nuevas. Hay planes para rehabilitar centros educativos, por ejemplo en Utiel, donde un colegio se reconstruirá elevado sobre la primera planta. Otros añaden un piso más a los bajos para poder escapar del agua, pero la mayoría no han sabido qué hacer

Fenómenos como la dana de hace un año demuestran que España se sitúa en la zona cero del cambio climático. Las situaciones que están detrás de fenómenos extremos tienen a grandes un origen común, el chorro polar. Es decir, una especie de cinturón de vientos muy intensos que guardan el aire frío en torno al polo norte. Esa corriente tiene ondulaciones y, cuando el aire frío se desprende, en los valles se forman las borrascas y, en las montañas, los anticiclones.

Cuando se llega a desprender una gota fría, tenemos una dana. Los estudios, sin embargo, demuestran que esa corriente va más lenta debido al calentamiento global. Por lo tanto, la frecuencia de las danas aumenta.

La incertidumbre entre los jóvenes

La tragedia afectó de lleno a los jóvenes de las zonas arrasadas por la dana. En el Telediario han preguntado a tres de ellos cómo afrontan un futuro que la riada tiñó de incertidumbre, apenas dos años después de superar la pandemia.

«Me acuerdo de asomarme al balcón y escuchar a la gente gritar socorro», recuerda Arantxa, una joven de 18 años de Aldaia, Valencia. Acababa de terminar una práctica de la autoescuela y, al llegar a su calle, vio coches arrastrados por el agua que avanzaba.

«Esos momentos que piensas que nunca me va a pasar. Tengo 22 años, no va a pasar», afirma Patricia, que rememora que «el golpe de realidad» llegó cuando vio el barro y la ola que venía hacia ella.

«Mi padre no pudo llegar», relata Josep, que cuenta que no supieron nada de él hasta las nueve de la mañana del día siguiente. Arantxa tampoco sabía nada de su padre hasta que pudo llamarla desde un teléfono que no era el suyo. «Creía que se estaba despidiendo porque no sabía si podría llegar, cómo lo iba a hacer.