Muere Raquel Welch, el mito erótico femenino de los 60

La actriz, nacida Jo Raquel Tejada en Chicago, ha fallecido este miércoles a los 82 años

LA OPINIÓN

En un tiempo que hoy ya no puede entenderse igual, a Raquel Welch la bautizaron como ‘El Cuerpo’. Su presencia en ‘Hace un millón de años’ (1966), curiosa película de aventuras y erotismo en tiempos prehistóricos, tuvo mucho que ver en ello. La actriz, nacida Jo Raquel Tejada en Chicago, ha fallecido este miércoles a los 82 años. Debutó en el cine en 1964 en ‘Una casa no es un hogar’, película que contó con una hermosa canción principal, ‘A house is not a home’, compuesta por el también recientemente fallecido Burt Bacharach.

Dos años después, tras unas cuantas intervenciones televisivas, Welch se convirtió en una de las ‘sex symbol’ de los 60 con la citada ‘Hace un millón de años’. Rodó casi al mismo tiempo otra de sus películas míticas, ‘Viaje alucinante’, también aventura, esta vez médica y miniaturizada: Welch es uno de los miembros de un equipo médico reducido de tamaño e introducido dentro del cuerpo de un enfermo para reducirle el cáncer.

Se prodigo en algunas características coproducciones europeas y eróticas de la época, como ‘El oficio más viejo del mundo’ y ‘Las cuatro brujas’, y tal fue su repercusión que uno de sus filmes fue estrenado en España utilizando su nombre de pila, ‘Raquel y sus bribones’ (1968), una comedia de atracos cuyo título original era bien distinto, ‘El botín más grande del mundo’. Tampoco le fue a la zaga ‘Fathom’ (1967), una comedia de espionaje ambientada en Málaga que aquí tuvo un título que parecía un homenaje a la actriz: ‘Guapa, intrépida y espía’.

Protagonizó otros hitos menores como ‘100 rifles’ (1969), un western tan lúbrico como racial, y, sobre todo, ‘Myra Breckinridge’ (1970), un impertinente disparate trans a partir de una novela de Gore Vidal sobre el machismo de la sociedad estadounidense, que reunió a dos de los grandes mitos sexuales de Hollywood, el del pretérito, Mae West, y el de los 60, Welch.

La siguiente década no fue tan productiva, con títulos ambiciosos pero malogrados como ‘Barba Azul’ (1972), en el que Richard Burton encarnó al asesino de mujeres y Welch, Virna Lisi, Nathalie Delon y Marilú Toló formaron su corte de amantes y víctimas. Tuvo un último momento de esplendor encarnando a Constance, la sirvienta de la reina, en el díptico ‘Los tres mosqueteros / Los cuatro mosqueteros’ (1973-1974), cometido por el que ganó un Globo de Oro, y en ‘Fiesta salvaje’ (1975), el filme de James Ivory sobre las orgias del Hollywood silente, claro precedente de la reciente ‘Babylon’.

Le siguieron muchos telefilmes, series y la participación en el filme de María Ripoll ‘Tortilla soup’ (2001), comedia gastronómica ‘tex mex’.