-
Felipe VI cede protagonismo a su hija, que se encarga de elogiar a los premiados y convocar la próxima edición
-
Especial Premios Princesa de Asturias 2025 | Discurso íntegro de la princesa Leonor (.pdf)
La princesa Leonor ha hecho este viernes un llamamiento a la convivencia como «único camino para lograr el progreso compartido» y ha pedido «cuidar y defender los valores» comunes que «nos definen y nos guían». Así lo ha expresado la heredera al trono en su discurso durante la gala de entrega de los Premios Princesa de Asturias 2025, cuya Fundación preside desde hace 11 años.
Una 45 edición en la que Felipe VI ha expresado su intención de ceder mayor protagonismo a su primogénita en los Premios y, como sucediera por primera vez en 2024, ha sido Leonor la encargada de elogiar a los galardonados. Y ha querido hacerlo dirigiéndose a cada uno de ellos a través de una carta, «un envío postal de viva voz» que evoca «al papel y al bolígrafo». «Lo hago porque, aun siendo de la generación zeta e hija de una equis y un boomer —ha bromeado la princesa—, tengo la sensación de que una carta permite pararse, profundizar y pensar más».
En primer lugar, ha citado al economista italiano Mario Draghi, Premio de Cooperación Internacional, a quien ha agradecido su confianza en el proyecto europeo en su etapa como presidente del BCE, en medio de la crisis económica. Para Leonor, la capacidad de Draghi para calmar los mercados en 2012 supuso, más allá de la estabilidad financiera, «la defensa de los valores europeos, de la solidaridad entre países y de la idea, no por repetida menos valiosa, de que juntos somos más fuertes».
Guiño a la infanta Sofía
A la estadounidense Serena Williams, Premio de los Deportes, le ha agradecido su aportación al tenis y su transformación «en un deporte más rápido y explosivo, en una forma de vivir en la que tuviste que desafiar muchas convenciones«. «Nos has demostrado que la grandeza no está en ganar siempre, sino en la capacidad de levantarse, aprender y seguir adelante», ha añadido. La princesa ha destacado las palabras de Serena Williams hacia su hermana mayor, Venus, de quien dijo «sin Venus, no habría habido Serena». «Las hermanas cómplices son nuestras grandes compañeras de viaje», ha afirmado, en un guiño a su propia hermana, la infanta Sofía, presente en la gala, al igual que sus padres, los reyes Felipe VI y Letizia.
De la científica Marie-Claire King, Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica —que no ha podido recoger su galardón al sufrir una indisposición antes de la gala—, la princesa ha destacado su trabajo, que ha logrado «la identificación de una región cromosómica humana que albergaba un gen cuyas mutaciones predisponen al cáncer de mama y de ovario«, así como su compromiso social, que ha contribuido a que «los nietos de los desaparecidos por la represión de la dictadura argentina hayan podido reunirse con sus familias».
Del Museo Nacional de Antropología de México, Premio de la Concordia, la princesa Leonor ha reseñado la importancia de una institución «que cuida, exhibe, conserva y difunde el legado prehispánico y la cultura indígena de México» y ha mostrado su deseo de visitar en un futuro próximo el Chapultepec —donde se encuentra el museo—»y admirar más de tres mil años de historia».
Sobre la fotógrafa mexicana Graciela Iturbide, Premio de las Artes, doña Leonor ha asegurado que «una fotógrafa sin prisa, con vocación de escritora, estudiosa del cine y gran lectora» y ha destacado su capacidad para plasmar «la fuerza de las mujeres». «Ojalá que mis colegas de generación se detengan sin prisa a mirar sus fotografías», ha añadido.
Datos frente a desinformación
Del sociólogo estadounidense Douglas Massey, Premio de las Ciencias Sociales, la princesa ha reconocido su análisis «de una realidad tan vigente hoy como son los movimientos migratorios humanos». Un fenómeno complejo que, gracias al trabajo de Massey, «nos permite comprender en toda su dimensión el gran desafío que tienen hoy muchos Gobiernos con la inmigración», rompiendo con «narrativas simplistas» y formulando políticas migratorias «basadas en datos y no en desinformación».
Al escritor barcelonés Eduardo Mendoza, Premio de las Letras, doña Leonor ha agradecido haberle despertado «curiosidad por palabras que los de mi generación no conocemos», como «fábula, badulaque, enteco, masovero o chafarrinón» y su capacidad para desmontar el eterno debate entre literatura popular y culta, gracias a obras como La ciudad de los prodigios o La verdad sobre el caso Savolta. «Tu obra es necesaria. Para saber más, para comprender más, para aparcar el scroll infinito (ya saben, lo de arrastrar sin fin el dedo por la pantalla del teléfono…) y permitir que la lectura profunda de tus libros nos lleve a hacer inferencias y deducciones«, ha apuntado.
En último lugar, se ha dirigido al filósofo coreano Byung-Chul Han, Premio de Comunicación y Humanidades, a quien ha pedido que le explique cómo los jóvenes pueden recuperar «la trascendencia para que la vida no sea, como usted dice, la mera satisfacción de necesidades y la exhibición narcisista —en las redes sociales— de un optimismo que confundimos con verdadera esperanza en medio del ruido de los datos y de la información, tan lejos -por tanto- del verdadero conocimiento.
«Respeto por quienes piensan diferente»
Tras este «homenaje analógico» a los premiados, Leonor de Borbón ha mostrado su deseo de volver a «lo esencial» para afrontar «la complejidad que nos rodea» y ha pedido respeto «por quienes piensan diferente», por los maestros y maestras y por los más vulnerables, incluyendo a los mayores, a los niños y las personas en riesgo de pobreza. «Quizá haya que recordar lo que significa tratar bien al prójimo, salir de la trinchera, sacudirnos el miedo, unirnos para hacer las cosas mejor, pensar en que, si no miramos al otro, no sabremos construir confianza», ha añadido.
En ese punto, la princesa ha asegurado que la convivencia «no es fácil» pero supone el «único camino» para lograr el progreso compartido. «Tiene sentido cuidar y defender los valores que, como españoles y europeos, en realidad como ciudadanos de cualquier lugar, nos definen y nos guían. Confiar en ellos es confiar en la libertad frente al miedo, en la justicia frente a la arbitrariedad, en la democracia frente a la intolerancia, en el Estado social de derecho frente al abuso del poder, en los derechos humanos frente a la indiferencia».
La princesa de Asturias ha afirmado ser «consciente» de que a veces las palabras pronunciadas en un atril «pueden sonar vacías», aunque ha asegurado que «no está de más repasar y recordar la naturaleza de las dificultades, pero también de las soluciones, e insistir en que no hay fórmulas mágicas para gestionar esa complejidad. Hoy los premiados contribuyen, precisamente, a avivar el entusiasmo», ha concluido.
Tras el discurso de Felipe VI, doña Leonor ha sido la encargada por primera vez de convocar los Premios Princesa de Asturias 2026, una muestra más del relevo generacional que el rey quiere llevar a cabo en estos galardones.




