El presidente del Gobierno está decidido a retornar al camino de la política el conflicto de Catalunya, a pesar de las críticas desde la oposición y de algunos miembros de su partido, los de siempre
CADENA SER
Pedro Sánchez si va a asistir a la mesa de diálogo con Catalunya, que finalmente se va a reunir mañana. Hasta ayer mantuvo la incógnita el presidente del Gobierno, que desveló su decisión en una entrevista en la televisión pública española. A pesar de que los independentistas han ido subiendo el tono de las exigencias, en esa escenificación a la que ya estamos acostumbrados, a pesar de no acabar de definir el orden del día y a pesar del reciente desacuerdo por la ampliación de El Prat, Sánchez se va a sentar en la mesa en una clara apuesta por la política.
Desmonta también así parte de la estrategia independentista que sin Sánchez en la reunión tenían el argumento perfecto para acabar con el diálogo antes de haber empezado. A Junts per Catalunya no le toca otra que designar a sus representantes en la mesa, que se han quedado sin coartada.
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Desde lo que pasó en el Parlament de Catalunya en 2017 con la declaración de Independencia, se habló de la necesidad de retornar al camino de la política el conflicto de Catalunya. Parece que Pedro Sánchez está decidido a ello, a pesar de las críticas que, desde anoche mismo, en cuanto hizo el anuncio, le cayeron desde la oposición y de algunos miembros de su partido. Los de siempre, por cierto.
Hubo más anuncios en la entrevista de ayer, referentes, sobre todo, al precio de la luz, pero para algunos de ellos se necesita un traductor. El Gobierno recortará los beneficios extraordinarios de las eléctricas, el Gobierno pondrá tope al precio del gas, el Gobierno rebajará los impuestos sobre la electricidad… Los titulares son esperanzadores, la incógnita es cómo se hace todo esto y cómo se va a traducir en el recibo de la luz. Esperamos que estas medidas bajen al terreno de lo concreto.