La falta de técnicos frena la expansión de la energía solar en la Región

La patronal de las renovables Aremur calcula que sería necesario duplicar el número de profesionales cualificados que emplea el sector para ejecutar los proyectos de los particulares y las empresas

La Opinión

La crisis energética que ha desbocado los precios de la electricidad ha provocado una avalancha de solicitudes de particulares y de empresas que quieren instalar energía fotovoltaica para autoconsumo, pero también está llevando a la industria a reconvertir sus instalaciones para reducir la dependencia del gas, ante la incertidumbre que plantea el suministro en toda Europa. El presidente de la Asociación de Energías Renovables y Ahorro Energético de Murcia (Aremur), Francisco Espín, calcula que las empresas del sector de la Región cuentan con unos 1.500 profesionales formados, pero sería necesario duplicar el número de trabajadores cualificados para acometer los proyectos que están en marcha. También considera necesario eliminar las trabas burocráticas que las empresas encuentran en las administraciones, por lo que ha escrito una carta a los 45 alcaldes de la Región pidiéndoles que agilicen los trámites y faciliten la ejecución.

En apenas diez meses se han presentado 8.000 solicitudes de ayudas para autoconsumo y plantas de energías renovables ante la Consejería de Empresa, Empleo, Universidades y Portavocía, que a mediados de septiembre había resuelto 1.408 expedientes, 1.101 de los cuales eran favorables.

La Consejería dispone de 31 millones de euros para subvencionar las inversiones y atender las peticiones de las familias y las empresas que buscan en el autoconsumo una alternativa para amortiguar el coste de la factura eléctrica después de que el Ministerio de Industria asignara a la Región una partida adicional de 13 millones. Inicialmente Murcia contaba con 18 millones, pero incluso con la aportación adicional la asignación es insuficiente para los miles de proyectos en trámite.

La industria ha iniciado una reconversión para sustituir el gas por fuentes renovables que le den más autonomía

El presidente de Aremur explica que se está produciendo una renovación de las instalaciones de gas para cambiar las calderas tradicionales por equipos eléctricos que puedan alimentarse con energías renovables para abaratar la factura energética, que resulta especialmente costosa en la industria.

Aunque las plantas de regasificación de gas natural existentes en España que se abastecen con barcos metaneros procedentes de todo el mundo, como los que llegan a las instalaciones de Enagás en el Valle de Escombreras, en Cartagena, permiten afrontar el próximo invierno con garantías de que se mantendrá el suministro, los efectos que la invasión de Ucrania y el cierre de uno de los dos gasoductos de Argelia están provocando una subida de precios difícil de asumir.

La situación resulta especialmente «dramática en industrias como las conserveras», según indica el presidente de Aremur, dado que «los botes se hierven con gas». Como ejemplo de compañías con mayor dependencia de este combustible cita también a «las empresas dedicadas a la producción de patatas fritas».

Igualmente, la presidenta de la Asociación de Fabricantes de Maquinaria de la Región de Murcia (Afamur), Ana Bernal, aseguraba a La Opinión que «las empresas están afrontado serias dificultades y se están replanteado sus procesos de producción buscando mayor eficiencia energética y la búsqueda de sustitutos».

Esta renovación no solo obliga a las empresas del sector de las energías renovables a contar con profesionales especializados en la instalación de plantas fotovoltaicas, sino que también exige la intervención de otros técnicos, dado que se está produciendo un auténtico cambio tecnológico. «Se están incorporando electricistas y fontaneros», apunta Espín.

Añade que «no hay personal cualificado para este proceso», en el que se requieren «peones, oficiales e ingenieros» especializados.

A su juicio, sería necesario duplicar el número de trabajadores que tienen las empresas dedicadas a las instalaciones de energías renovables para afrontar el reto que plantea la reconversión de los sectores más castigadas por la escalada de los precios de la energía que tratan de conseguir una mayor autonomía.

Las compañías están incorporando electricistas y fontaneros a la plantilla de profesionales

Según sus cálculos las empresas de las renovables tienen unos 1.500 trabajadores, pero serían necesarios «otros 1.500».

Agradece los cursos que ofrece la Fremm, cuyos alumnos tienen garantizado el empleo antes de acabar la formación, pero asegura que las empresas dedicadas a la instalación de grandes plantas tienen mayores problemas para encontrar mano de obra y están recurriendo a las empresas de trabajo temporal (ETT).

También apunta que las reformas legales introducidas a partir de la eliminación del llamado ‘impuesto al sol’, que penalizaba el vertido a la red de la electricidad generada con instalaciones de autoconsumo, ha abierto la puerta a la creación de «comunidades de consumo», como la que se ha creado en Bullas. Esta fórmula no solo permite a una comunidad de propietarios compartir la energía producida en sus instalaciones fotovoltaicas comunes, sino que incluso hace posible «vender la electricidad no consumida a un vecino».

El presidente de Aremur considera que se perdió mucho tiempo hasta que la aplicación de la directiva europea que propició las reformas introducidas a partir de 2018 permitieron el despegue de las renovables.

Se lamenta de que la expansión se ve entorpecida ahora por las trabas de la Administración, por lo que ha escrito una carta a los 45 alcaldes de la Región pidiéndoles agilidad en la tramitación burocrática para evitar las complicaciones que encuentran las empresas. Defiende que «este tipo de instalaciones no generan residuos» y no deben estar sometidas a los múltiples requisitos que exigen las ordenanzas locales.

Alemania recurre a las empresas de la Región

Empresas de las energías renovables de la Región que tuvieron que salir a trabajar al extranjero a partir de 2012, cuando la construcción de nuevas instalaciones de energía renovables se paró a consecuencia de la crisis, vuelven a ser requeridas para ayudar a salvar a la industria germana de la crisis provocada por el corte del suministro del gas procedente de Rusia. El presidente de la Asociación de Energías Renovables y Ahorro Energético de Murcia (Aremur), Francisco Espín, explica que algunas de las compañías pioneras que «emigraron a Alemania cuando se quedaron sin trabajo, están volviendo al país» para trabajar en la reconversión de las industrias que se ven obligadas a buscar una fuente de suministro de energía alternativa.

Espín apunta que el país está viviendo también un proceso de «electrificación» de la actividad industrial acelerado para sustituir al gas, aunque se adelantó en el desarrollo de la energía fotovoltaica. «Alemania tiene un problema», destaca al tiempo que reconoce la urgencia de una reconversión que «quieren hacer en tres días».

También hay allí un proceso de sustitución en las instalaciones de calefacción, que están dotándose de «una especie de bomba de calor, similar a la que tienen los equipos de refrigeración, que enfría o calienta el agua que circula por los radiadores». Recuerda que las empresas de la Región trabajaron en el desarrollo de las instalaciones solares allí, cuando en España se paró totalmente la actividad. Las compañías murcianas habían sido punteras en desarrollo de la tecnología y de la capacidad de expansión de las instalaciones renovables.

Recuerda que, gracias a la colaboración del centro de formación de la Fremm, se habían dotado de mano de obra reconvirtiendo a los trabajadores de la construcción que se habían quedado en paro a causa de la burbuja inmobiliaria. Y cuando la demanda se esfumó, empezaron a salir a todos los países de Europa y también a Chile y a Brasil para mantener la actividad, a pesar de las dificultades que planteaba el desconocimiento del idioma. Ahora vuelven a ser requeridas también en Francia y Bélgica, países que también «pagan mejor».