La estrategia ‘trumpista’ de Díaz Ayuso

La gestión de la pandemia de Ayuso se basa precisamente en eso, en los hechos alternativos, no hay contagios en los bares, y en la propaganda, macro hospitales y vacunódromos con largas colas para mostrar su eficacia

No lo habíamos visto todo en gestión absolutamente excepcional de la pandemia que hace la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso. Nos quedaba por ver como su gobierno tantea de forma unilateral la posibilidad de comprar la vacuna Sputnik, la vacuna rusa, ante la ineficacia, dice, del Gobierno central.


Una nueva muestra del estilo ‘trumpista’ de la presidenta madrileña. La compra de vacunas no la gestiona el gobierno de Pedro Sánchez, la gestiona la Comisión Europea y el gobierno de Ayuso lo sabe. La vacuna Sputnik no ha pasado ni siquiera el filtro de la Agencia Europea del Medicamento, y el gobierno de Ayuso lo sabe. El retraso en la entrega de las dosis por parte de algunas farmacéuticas puede achacarse, precisamente, al incumplimiento del contrato por parte de estas farmacéuticas o a la torpeza de la Comisión Europea en la negociación, y esto, el gobierno de Ayuso también lo sabe.

Lo sabe todo, pero da igual, el objetivo es el desgaste del gobierno de Pedro Sánchez y para ello todo vale, incluso asegurar que la gestión con la Sputnik la hace en beneficio de todos, que negocia para todo el Sistema Nacional de Salud, porque la escasez de vacunas no es solo algo de Madrid, otra mentira más.

Y es que la gestión de la pandemia de Ayuso se basa precisamente en eso, en los hechos alternativos, no hay contagios en los bares, y en la propaganda, macro hospitales y vacunódromos con largas colas para mostrar su eficacia. Lástima que la realidad le lleve la contraria. Madrid no ha dejado en ningún momento de estar a la cabeza de las comunidades con una incidencia más elevada de contagios, con más muertos y más hospitalizaciones, pero Madrid es la comunidad con las restricciones más laxas. Madrid cerró las vacunaciones en los centros de salud en los festivos de esta Semana Santa, pero se queja de la escasez de vacunas, y abre grandes recintos que obligan a desplazarse y a hacer horas de colas a la gente mayor.

Ayuso no va a permitir que la realidad le desmienta. Para eso está su versión de los hechos que casi nunca tiene nada que ver con la realidad.