Enrique Ponce: «Tengo tantos amigos en la izquierda como en la derecha, ¡cómo voy a ser franquista!»

«Pido perdón a quienes haya ofendido y molestado», dice el maestro de Chiva después de la polémica suscitada por las monedas con la efigie de Franco que lució en la chaquetilla del festival del Dos de Mayo en Las Ventas.

Anda Enrique Ponce (Valencia, 1971) compungido por la polémica desatada por su «chaquetilla franquista». Antiguas monedas con la efigie de Franco hacían de botonadura, no sólo en la chaquetilla, sino también en el chaleco, que lució en el reciente festival de Dos de Mayo en Las Ventas. «En ningún momento he pretendido hacer apología del franquismo, ni yo he sido franquista en mi vida, ni pretendo resucitar a un dictador. Colecciono monedas de distintas épocas de la Historia de España y suelo hacer las botonaduras de mis trajes cortos con monedas antiguas. En unos hay monedas de Alfonso XII, en otros de Alfonso XIII. O isabelinas. O del Rey Emérito… No he querido significarme. Ni mucho menos. Pero, si ha habido quienes se hayan sentido ofendidos, pido perdón. Jamás pensé en reivindicar una dictadura«.

Chaquetillas con monedas de Alfonso XII, Alfonso XIII y de la época de Isabel II.
Chaquetillas con monedas de Alfonso XII, Alfonso XIII y de la época de Isabel II.

Convendrá en lo improcedente e inoportuno en una etapa en la que continuamente tachan a la tauromaquia de fiesta fascista desde la izquierda.
Eso es una manipulación política, una politización del toreo. En los toros siempre ha habido aficionados de izquierdas y de derechas. Y tengo tantos amigos en la izquierda como en la derecha. ¡Cómo voy a ser franquista! No hago bandera de nada. Y respeto todas las ideologías. Cuando otros pasean la bandera de la II República, me da exactamente lo mismo.
¿Pero entiende que reabra heridas?
 Claro que entiendo que haya gente dolida si se enfoca desde el lado político. Pero no fue la intención. Me la hice hace muchos años y me lo he puesto otras veces antes. Yo soy un demócrata convencido. Uno de los momentos más emocionantes de mi vida fue cuando Carmen Calvo me entregó la Medalla de las Bellas Artes. Y con Carmen he tenido siempre buena relación.
¿Y cómo llegan esas monedas a usted?
Como las otras: la gente sabe que colecciono monedas y me las regalan. No fui ex profeso a comprarlas. No tengo nostalgia de nada que además no he vivido. Nací en el 71. Insisto en que usé las monedas como otras de diferentes periodos históricos en otros vestidos camperos.
El problema es que ninguna de las otras son de un dictador.
No son de un dictador. No es porque «sean de un dictador». Son de un momento de la Historia de España. Así las entiendo yo. A ver si ahora he sido yo también el que lleva todos estos años desenterrando a Franco. El toreo es apolítico.
Si Ana Soria le pregunta quién es Franco…
 Ana no me lo pregunta porque lo ha estudiado. Sabe como yo que fue un dictador en una época de España que ninguno hemos vivido. De todas formas, a ver si se arma tanto revuelo cuando otros vuelvan a quemar banderas constitucionales, fotografías del Rey o reivindiquen y blanqueen a ETA de nuevo.
El otro día, por cierto, en la presentación de un cartel, se quejaba del acoso de la prensa del corazón.
 Comprendo y respeto su trabajo. Pero no hablo de mi vida privada. Eso les dije. Yo fui allí a presentar una corrida de toros.
Esperan la firma de su divorcio como el maná.
Ya se va a firmar. Pero deberían comprender que son cosas delicadas que llevan sus trámites, que no es ninguna tontería ni ninguna frivolidad. Hemos ido por los cauces para ponernos de acuerdo, no perjudicar en nada a las niñas y evitar un juicio. No tengo que estar dando explicaciones todo el rato a todo el mundo.