El Real Murcia desciende a cuarta categoría 26 años después (2-1)

Real Murcia-Tamaraceite FRANCISCO PEÑARANDA

Los granas se imponen al Tamaraceite en un partido en el que se confirma el descenso

El Real Murcia-Tamaraceite de esta mañana de domingo era el partido de la desesperanza. Los granas cerraban la temporada en casa, pero Nueva Condomina estaba ‘vacía’. No vacía porque estuviese prohibida la entrada de públicoVacía, o casi vacía, porque apenas mil aficionados decidieron acudir a las gradas para ver en directo el descenso matemático del Real Murcia a la cuarta categoría. Dio igual que los granas ganaran al Tamaraceite (2-1) con goles de Toril y Gurdiel porque cuando el colegiado señaló el final, el descenso se hizo realidad y los murcianistas jugarán en la cuarta categoría 26 años después.

Y los pocos que asistieron lo hicieron entre el cansancio de una temporada que ha hecho más daño a los corazones murcianistas que todas las crisis económicas del mundo y el enfado, aunque las ganas de patalear acabaron siendo engullidas por la decepciónAlgunas pancartas, en las que se señalaba tanto a los jugadores como al consejo de administración, y los gritos al descanso y al final, que rápidamente fueron apagados por la música que sonó a través de la megafonía del estado, fueron de las pocas señales de protesta de una afición que quiso quejarse a su manera, y que no fue de otra forma que no dejándose ver por su estadio.

Fue todo tan descafeinado que hasta lo que ocurría en el campo no servía de nada. Dijeran lo que dijeran las matemáticas, el Real Murcia estaba descendido incluso antes de empezar. El Real Murcia estaba descendido incluso cuando Alberto Toril, en el que casi con toda seguridad será su último servicio al club grana, ponía el 1-0 en el marcador. Porque cuando los de Loreto se adelantaron al Tamaraceite, el Sevilla Atlético ya hacía los deberes ante el Linense.

Aprovechando un centro de Molinero, Alberto Toril se convertía una vez más en el goleador grana. Y si se adelantaron los locales en el minuto 27 fue porque el Tamaraceite se hizo un Real Murcia en el minuto 9, cuando Toni Robaina erraba un penalti frente a Champagne.

El 1-0 no significaba ningún perdón. Los jugadores murcianistas estaban señalados por una grada decepcionada. Solo valía para maquillar un poco y para no encrespar más los ánimos. Pero el Real Murcia volvió a verse de cara contra la pared cuando un golazo de López Silva que se coló por toda la escuadra puso el 1-1 en el marcador en el minuto 39.

Otra vez un rival necesitaba más bien poco para acercarse a los puntos en Nueva Condomina. Pudo el Real Murcia cambiar las cosas antes del descanso, pero Adrián Fuentes no fue capaz de rematar un balón que puso en el área Gurdiel tras una apertura de Molinero.

Al sonido del colegiado señalando el final de la primera parte se añadieron los insultos de la grada a unos jugadores que miraban el túnel de vestuarios y no se creían que la distancia entre el césped y la caseta fuera tan grande. Parecía que los escasos aficionados reaccionaban y sacaban lo que llevaban dentro, pero los cánticos se acabaron rápido. El tiempo de que el de sonido apretó el botón para que la megafonía sonase a todo gas. Estuvo tan avispado que posiblemente hoy sea llamado a las oficinas para recibir una paga extra.

Otro que se ganó una propina fue el speaker, que tenía que cantar los goles como si el partido fuera un partido normal y no un funeral. Lo hizo cuando Toril puso el 1-0 y lo repitió cuando Adán Gurdiel cabalgó por la derecha y, ante la falta de oposición, batió a Raúl Perera, poniéndo el 2-1 en el electrónico.

Era el minuto 58 y el Real Murcia empezó a acumular ocasiones para asegurar de una vez la victoria, pero Toril estrelló un balón en el palo y Fuentes continuó sin aprovechar ninguno de los regalos que le enviaban sus compañeros, especialmente Carrillo.

Los últimos minutos se pasaron entre cambios, despedidas y cánticos. Los aficionados no dudaron en reconocer a Alberto Toril cuando fue sustituido. También fue aplaudido Víctor Curto al saltar al campo en los que serán sus últimos minutos con la camiseta grana. Sin nada destacable sobre el terreno de juego, los pocos aficionados se lanzaron a entonar el himno del club y a recordar que el Real Murcia son ellos.

Pudo el Tamaraceite llevarse algo más en el último minuto. Asdrúbal se estrellaba con el larguero en el lanzamiento de una falta.

Así acabó el partido y así acabó la andadura del Real Murcia en la Segunda B. Y no abandona el club grana la categoría para regresar al fútbol profesional. Lo hace para caer más a los infiernos. Lo hace para caer a la cuarta categoría, una tercera división renovada que no contaba con los murcianistas desde hace 26 años.