El motivo por el que todos los directores de cine quieren ganar la Palma de Oro de Cannes

imagen de archivo del cineasta coreano Bong Joon Ho, ganador de la Palma de Oro en Cannes 2019 por Parásitos / EFE

El certamen más prestigioso tiene mucho peso en las salas de cine y en el mercado cinematográfico

CADENA SER

El sueño de todo director sigue siendo ganar la Palma de Oro, el premio que otorga el Festival de Cannes. No está dotado económicamente, aunque está valorado en euros, al ser de oro de verdad firmado por Chopard; pero los beneficios son varios. Para empezar el prestigio. Cannes sigue siendo el festival más importante del mundo, con su mercado, su alfombra roja y su historia. Por allí han pasado los grandes directores del cine mundial desde que se creara en 1939. Godard, Truffaut, Fellini, Antonioni, Hitchcock, Chaplin, Buñuel… Y la Palma de Oro da mucho prestigio, el prestigio a priori no es cuantificable. Pero, como diría Marx, esa plusvalía es real.

El prestigio hace que tus películas valgan más, que más distribuidores y plataformas se interesen por ellas. Lo que supone que más gente las verá. Los Oscar y el resto de premios de cine se fijan en ellas, la ven y toman en consideración para sus votaciones. Hay un efecto directo entre ganar la Palma de Oro y subir la recaudación en la taquilla. Lo que significa que Cannes es un festival importante para la crítica, para la industria, pero también para el público. Lo que desmiente esa concepción de cita esnob que a veces se le otorga.

El ejemplo más evidente es la última Palma de Oro, Parásitos, la película del cineasta coreano Bong Joon Ho, que había hecho varias películas importantes en Estados Unidos, como Okja, para Netflix, o Mother. Fue todo un fenómeno que comenzó a gestarse en Cannes. Después de ganar el certamen, la cinta logró cuatro Premios Oscar, haciendo historia al ser la primera película en lengua extranjera en ganar el Oscar a mejor película. Para una película en coreano lograr una cifra superior a los 258 millones de dólares es puro espectáculo.

Parásitos desbancó a Farenheit 9/11 como película más taquillera de la historia del festival. La película de Michael Moore fue un fenómeno en el festival y en los cines al contar los tejemanejes de la Administración Bush en torno a los atentados del 11 de Septiembre. La tercera Palma de Oro más vista es Pulp Fiction de Quentin Tarantino, con 215 millones de recaudación. Una cantidad que no tiene en cuenta la inflación, vamos que el precio de las entradas de los noventa era inferior al de ahora.

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Un asunto de familia, del japonés Kore Eda, un autor independiente, hizo una taquilla mundial de 64 millones de dólares. Si comparamos la cifra de esta película con la de algunos de sus títulos anteriores, que ya habían tenido buenas críticas y recorrido internacional, como De tal padre, tal hijo, película que compró Steven Spielberg para hacer un remake, vemos que la Palma de Oro aporta un plus en taquilla, puesto que hizo la mitad, 37 millones de dólares.

El pianista de Roman Polanski logró 120 millones de dólares en todo el mundo y, además, ganó el Oscar a mejor dirección. El caso de El árbol de la vida, de Terrence Malick es también significativo. Tres horas de una película filosófica y contemplativa, que contaba con Brad Pitt y Sean Penn como rostros conocidos, superó los 58 millones de dólares en la taquilla mundial. La siguiente película de Malick, ya sin sello Cannes, se quedó en los 2 millones de dólares. Era To the Wonder y contaba en el reparto con rostros conocidos como Ben Affleck y Javier Bardem.

Si vemos otros títulos históricos descubrimos que Coppola logró 92 millones de dólares en la taquilla de Apocalipsis Now la película que le dio la Palma de Oro. Robert Altman superó los 70 millones con Mash en 1970. Amor de Haneke, un duro retrato sobre la vejez en francés hizo 30 millones de dólares y la carrera hacia los Oscar comenzó tras ganar en Cannes.

Hasta las películas que hicieron menos taquilla de la esperada tienen cifras muy positivas tras ganar en Cannes. Yo, Daniel Blake, de Ken Loach hizo más de 15 millones, casi el doble que la siguiente película del director británico, Sorry we missed you alcanzó los 8 millones. La vida de Adèle, de Abdlatif Kechiche, una película francesa de tres horas que cuenta la relación amorosa de dos chicas jóvenes parisinas, logró una taquilla mundial d más de 19 millones de dólares. El caso de Kechiche ejemplifica que Cannes ayuda, pero no hace milagros. El director francés tuvo varias quejas de las actrices, sobre todo de Lea Seydoux, sobre su comportamiento durante el rodaje, lo que hizo que para financiar su siguiente trabajo, Mektoub canto 1, tuviera que empeñar la Palma de Oro. Por cierto Mektub Canto 2 ha sido una de las películas más polémicas de Cannes.

El caso de El tío Boonmee que recuerda sus vidas pasadas, película que puso en el mapa del cine de autor al cineasta tailandés Apichatpong Weerasethakul. Sin la Palma de Oro, su película sobre la memoria y los fantasmas no hubiera tenido el estreno mundial que tuvo con más de un millón de entradas. Luego están las películas que no ganan, pero cuyo paso por el festival o por el palmarés también es un plus. Todo sobre mi madre o Volver de Almodóvar son dos ejemplos. También La vida es bella, de Roberto Benigni, que de ganar el Gran Premio del Jurado en Cannes saltó al Oscar. En esta categoría incluimos también El infiltrado del KKKlan, del ahora presidente del jurado Spike Lee, o Cinema Paradiso de Giuseppe Tornatore, uno de los grandes clásicos ya del cine reciente.

Por tanto, como vemos, ganar una Palma de Oro sigue siendo uno de los mejores premios para los directores de autor de todo el mundo. Por eso, este año se dan cita muchos de ellos, algunos norteamericanos como Wes Anderson o Sean Baker. Otros iraníes, como Asghar Farhadi, que aunque tiene un Oscar por Nader y Simin, la Palma se le resiste. También el israelí Nadav Lapid, la francesa Julia Ducournau, que podría ser la segunda mujer en la historia del certamen en ganar, o el japonés Hamaguchi. Son solo algunos de los nombres que están en las quinielas de esta edición