El juez militar ve delito en el primer accidente de la Patrulla Águila que costó la vida a un oficial

El juez investiga si hubo una imprudencia grave tras conocerse un informe pericial presentado por la defensa que consideraba al Ejército del Aire como «responsable directo» del accidente por las «condiciones meteorológicas»

CADENA SER

El juez militar que investiga accidente del caza C-101 de la Patrulla Águila, que tenía lugar el 26 de agosto de 2019 en La Manga y en el que perdía la vida comandante Francisco Marín, aprecia la presunta comisión de un delito contra la eficacia del servicio por parte del Ejército del Aire, elevando el Juzgado Togado Militar Territorial número 14 las diligencias previas a sumario, según ha publicado el diario ‘La Verdad’.

El juez investiga si hubo una imprudencia grave tras conocerse en noviembre un informe pericial presentado por la defensa que consideraba al Ejército del Aire como «responsable directo» del accidente. Según el auto judicial, las condiciones meteorológicas existentes aquella mañana «no permitían ejecutar la maniobra de picado con las debidas condiciones de seguridad».

Según este informe, esta mala praxis permitió que el piloto iniciara las maniobras con condiciones de nubosidad que cubrían más de la mitad del cielo, ya que el parte meteorológico de esa mañana recogía «nubosidad abundante a 2.000 pies de altitud». Esto pudo conducir al piloto a un «escenario de desorientación espacial y, por lo tanto, al accidente». Según la resolución judicial, es necesario conocer si el piloto conocía la situación y el grado de supervisión de la torre de control de la Base Aérea sobre dichas condiciones.

Además, el informe pericial recoge otros cuatro factores que pudieron contribuir a que se produjera el accidente: la falta de supervisión de unos cazas que tienen más de 40 años de servicio, la no actualización del equipo de seguridad (especialmente la ausencia de una alarma de proximidad de terreno), la falta de un grabador de datos y la ausencia de un sistema de radio-altímetro. El informe está firmado por el capitán Orlando Jiménez, piloto e investigador de accidentes aéreos y que participó en la investigación del accidente del Yak-42.

El juez ha citado a declarar a la teniente coronel Rosa María López, ingeniera aeronáutica de la Academia General del Aire y al comandante Guardiola, que también voló con un caza del mismo modelo en la mañana del siniestro. También ha solicitado documentación referente a la identificación de los vuelos del día del accidente y las maniobras realizadas.