Madrid

Las autoridades sanitarias y políticas chinas han informado de que se ha registrado un leve descenso en el número de nuevos contagiados de COVID en el país, tras la explosión de casos que se viene produciendo desde el fin de la férrea política ‘COVID Cero’ que mantenía Pekín hasta hace varias semanas.

Un estudio de la Universidad de Pekín reveló que 900 millones de ciudadanos del gigante asiático se han contagiado de COVID, lo que representa el 64% de la población total. En la zona oeste del país, las tasas de contagio superan el 90% de los habitantes. Además, hay un alto número de enfermos que necesitan ser hospitalizados al encontrarse en estado grave tras contagiarse del virus, sobre todo en los de más edad.

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China habla ya de que las cifras de contagio han alcanzado su pico, mientras anuncian que implantarán nuevas medidas para el control de la enfermedad con el objeto de intensificar la vigilancia en la población de mayor riesgo. De momento, no se conoce en qué se traducirán en la vida diaria de los chinos.

Pekín ha anunciado, de igual forma, que se está procediendo al traslado de medicamentos y a la formación de los sanitarios para las zonas rurales en las que la tasa de vacunación es notablemente baja.

Las masivas protestas que se vivieron en China en los últimos meses consiguieron el pasado 7 de diciembre su objetivo: acabar con las fuertes restricciones que imponía la estrategia sociosanitaria ‘COVID Cero’ que impuso el gobierno de Xi Jinping para luchar contra la enfermedad.

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