De la guerra a los Juegos con solo 12 años

La siria Hend Zaza, en tenis de mesa, es la olímpica más joven en Tokio. La británica Sky Brown, de 13, compite en ‘skate’

EL PAÍS

A la edad, 12 o 13 años, en la que normalmente se empieza a ver los Juegos Olímpicos por televisión y a soñar con llegar allí algún día y protagonizar alguna gesta deportiva, morder la medalla en el podio, llorar de alegría o resoplar por la oportunidad perdida, Hend Zaza y Sky Brown, 25 años entre las dos, ya saben lo que es una Villa Olímpica y el trajín que genera. Se han saltado el paso previo. Son las niñas de los Juegos, las más jóvenes. Zaza, de 12 años, encontró en la raqueta del tenis de mesa una válvula de escape para olvidarse del drama de la guerra que lleva asolando su país, Siria, en el último decenio. La otra, británica de padre y japonesa de madre, de 13 años, es el símbolo perfecto de lo que busca el COI. Enganchar al público más joven con deportes como el skateboard, que debuta, precisamente, en estos Juegos.

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Brown hace ‘street’ [la otra modalidad del skate es el park, en la que compite, por cierto, otra joven, la gallega de 16 años Julia Benedetti]. El street es un circuito de 45 segundos con bordillos, barandillas y escaleras. Mientras sus coetáneos están ahora de vacaciones con sus padres, ella ya es una estrella mediática mundial, imagen de Nike, que podría convertirse en la atleta más joven en conseguir un oro olímpico. Autodidacta, aprendió skate en tutoriales de Youtube. Ahora ha pasado a ser la fuente a la que recurren los demás: tiene 600.000 seguidores en Instagram y los vídeos de sus piruetas suman más de 30 millones de visualizaciones

Zaza, en cambio, derrotó al miedo a las bombas gracias al tenis de mesa. A Japón, en unos Juegos en plena pandemia, ha viajado con un equipaje lleno de esperanza: el deporte como manera de escapar de las pesadillas de la guerra. Nació en Hama, un sitio en el que, como tantos otros en Siria, por las tardes ya no había luz ni corriente, por lo que cuando se entrenaba tenía que hacerlo antes de que atardeciera. Cogió la primera raqueta en 2014; dos años después la Federación Internacional la invitó a participar a los Juegos Juveniles de la Esperanza en Qatar. Allí estaba, entre otras, Eva Jeler, entrenadora de la selección alemana y encargada de un proyecto para captar a jóvenes talentos. Dijo esto sobre la joven siria: “Nunca había visto jugar a alguien con tanta alegría, ni prepararse de forma tan meticulosa. Claro que tenía aspectos técnicos por mejorar, pero su actitud positiva es la mejor garantía para el futuro”.

En 2019, Zaza ganó el campeonato nacional júnior y absoluto, y consiguió el billete para los Juegos. Derrotó en la final a una libia de 42 años. “Se lo dedico a mis padres. Mi sueño ahora es subir al podio en París 2024”, explicó. El camino de la esperanza pasa por Tokio.