Champions League ¿De verdad va a cambiar ahora el PSG a Mbappé por Messi?

Barcelona’s Lionel Messi, right, and PSG’s Kylian Mbappe during the Champions League round of 16, first leg soccer match between FC Barcelona and Paris Saint-Germain at the Camp Nou stadium in Barcelona, Spain, Tuesday, Feb. 16, 2021. (AP Photo/Joan Monfort)

Barcelona  1 – PSG  4 . Exhibición histórica del francés

Pasó Mbappé por el Camp Nou y lo arrasó como un huracán, con una exhibición histórica, de las que se quedan en el recuerdo para siempre. No echó de menos el PSG a Neymar ni a Di María, liderados por un Kilyan imparable y un Verratti descomunal. El 7 hizo lo que quiso y como quiso, dominador absoluto de una victoria que sitúa al Barça en su realidad actual, lejísimos de los mejores, abocado a caer en octavos por primera vez desde la 07-08, un durísimo palo para un equipo que se estaba rearmando y ahora mismo yace en la lona.

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La figura de Mbappé contrastó con el partido de Messi, desaparecido, solo anotador desde el punto de penalti y generador de una ocasión para Dembélé, poquísimo respecto a la estrella francesa, desbibujado ante la irrupción planetaria de Kylian, que pone al PSG en una tesitura más que difícil. ¿De verdad va a cambiar a este Mbappé por Messi? Dejar ir al futbolista que se presume gran dominador de este deporte en la próxima década (22 años) por el que lo ha sido de manera indiscutible.. hasta ahora. Mbappé se presentó en el Camp Nou para reclamar la corona. y vaya sí se la ganó…

La noche fue de Mbappé, imparable, un adulto jugando contra juveniles, tanto que como buen abusón se llevó el balón, incluso gustándose, jugando a lo Neymar. Su primer gol fue un golazo, control, quiebro y zurriagazo, todo en un abrir y cerrar de ojos. Su nivel estuvo por encima del partido, también de Messi, profundo, por dentro y por fuera, vertical, nada barroco. No contento con el 1-1 también embocó el 1-2, cazando el rechace, esperando su momento para decir aquí estoy yo, pidiendo sitio en la mesa de los del Balón de Oro. Y no paró hasta que firmó el hat-trick, porque primero se lo negó Ter Stegen, pero ya en el 86′ lo cerró con otro derechazo imparable.

Le podrá dar para pelear LaLiga, pero este equipo está a años luz de los grandes dominadores del continente, otra vez abochornado en Champions, el enésimo capítulo de los últimos años, tras Turín, Roma, Anfield y Lisboa, esta vez incluso en el Camp Nou, donde el Barça se había hecho fuerte incluso en los tiempos más duros. La renovación anunciada en Lisboa debe continuar, y el nuevo presidente tendrá más trabajo del que ya se podía presumir, porque la caja está vacía y este partido seguramente empuje aún más a Messi lejos de Can Barça. ¿Habrá sido su último partido de Champions de azulgrana?

Nunca se sabrá qué hubiera sucedido si Dembélé hubiera convertido una ocasión clarísima, de las que no se pueden perdonar, justo a continuación del 1-0 de Messi. El argentino le dejó solo para que delante de Keylor fusilara, pero el remate salió blandísimo, fácil para el portero. Alguno se acordaría de la que falló contra el Liverpool en la prolongación que hubiera supuesto el 4-0.

Otro que dio un clínic en lo suyo fue Marco Verratti. Regresó justo a tiempo para firmar un partidazo, dueño y señor durante la mayor parte de la noche, en la que se jugó a lo que él quiso. Como iniciador pero también casi como mediapunta. Su pase con el exterior a Mbappé en el empate fue de súperclase. Tiró del equipo y lo hizo jugar con una versión de primerísimo nivel.

Volvió Piqué, obrando el milagro, de titular tres meses después, sin rodaje ninguno, al foso sin calentamiento. Y claro que lo notó el Barça, porque recuperó al líder de la zaga, permanentemente ordenando a sus compañeros, corrigiendo, animando, espabilando… La enganchada con Griezmann lo demuestra. Estaba claro que un poco de Piqué era mucho mejor que cualquier alternativa, aunque por el resultado pueda parecer lo contrario. Sufrió, cono no iba a sufrir contra Mbappé, pero su tono no fue para nada malo. Acabó sustituido y con un cara de póquer en la grada, tocado, pero su retorno es una buena noticia para el Barça, la única de otra noche de pesadilla.

Se la jugó Gueye con la expulsión no una, sino en dos ocasiones. Ya con amarilla por agarrar y derribar a Pedri en una recuperación del canario, primero cazó abajo a De Jong y después a Busquets, al límite ambas de la cartulina. De hecho, de no haber tenido una previa, cualquiera de las dos acciones le hubiera servido para amonestarle. Cómo le debió ver que Pochettino le suplió al descanso por Ander Herrera.