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El delantero argentino volvió a actuar de revulsivo para su equipo, que se vio un gol abajo
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Todos los resúmenes de la jornada 8 de LaLiga EA Sports, en RTVE Play
Por ÓSCAR LÓPEZ CANENCIA
Se adelantaron los blancos en el partido de este domingo con un gol del central Éder Militao, y empató Ángel Correa en el tiempo añadido de un partido que se prolongó hasta el infinito, debido a la suspensión.
Se podría decir que sobró la primera parte. Con un calendario criticado por los actores principales, los 22 futbolistas salieron a respetarse mutuamente, a no fallar y a jugar sin exprimirse demasiado. Sin embargo, hubo una ocasión para cada equipo y sendas paradas. Courtois fue el primero en intervenir ante una internada de Julián Álvarez por la izquierda, y minutos después fue Valverde el que puso a prueba los reflejos de Jan Oblak desde la frontal.
Poco más que destacar en ataque. La presión hizo que no se viera mucho más juego, una presión en la que el Atlético llevó algo más de peligro, más que nada por los fallos en la entrega de los que tanto se quejó Carlo Ancelotti en jornadas previas. Fue su colega Diego Simeone el encargado de mover banquillo primero tras el descanso y dar entrada al capitán, Koke Resurrección, por Nahuel Molina. Ya avisó el ‘Cholo’ del reparto de minutos en la persona del veterano centrocampista madrileño.
Fue el aviso de una segunda parte que prometía más emoción y ataques, al menos hasta la suspensión. Eran los rojiblancos los que, espoleados por la afición, quisieron llevar la iniciativa. Pero una clara ocasión desperdiciada por Rodrygo fue el aviso de lo que pasaría minutos después. Modric sacó en corto una falta abriendo a Vinicius, que quebró a De Paul y envió un centro al área. Sin que nadie acertara a despejar, el balón llegó a un Militao desmarcado en el segundo palo, con tiempo para bajarla con el pie derecho y fusilar a Oblak, aunque la rozó Llorente lo bastante como para despistar al meta esloveno (minuto 64).
Bochorno en el fondo sur
A partir de ahí se desató el esperpento. Courtois se encaró con la grada donde se sitúa el Frente Atlético y empezaron a caerle mecheros. La megafonía pidió hasta en dos ocasiones que cesaran en su actitud esos aficionados, pero casi empeoró las cosas. El árbitro Busquets Ferrer decretó la suspensión temporal y envió a los jugadores a los vestuarios. Koke y Giménez se acercaron para tratar de convencer a los líderes del Frente, mientras Simeone pedía calma y cabeza con gestos. Eso no evitó el parón. Capitán y entrenador charlaron después con Courtois.
Se reanudó el partido un cuarto de hora después, pero el mal ya estaba hecho. En algunos futbolistas se notó el parón en su ritmo, no así en Vinicius, que puso a prueba a Oblak al poco de la segunda reanudación. El brasileño había estado comedido, pero con el incidente sacó a relucir algo más de aspavientos. Mientras, Simeone trataba de hacer reaccionar al equipo con más cambios.
Antes incluso del gol sentó a Sorloth, muy gris en la primera parte. Después del parón se fueron Gallagher, Julián Álvarez y Reinildo, tratando de recomponer tácticamente al Atleti y hacerlo reaccionar del gol y el shock. Entraron, por los mencionados, Samuel Lino, Correa, Riquelme y Javi Galán. Lino sacó un buen zurdazo en el 81′, que obligó a Courtois a sacar una buena mano. Para entones el Madrid seguía con los mismos once, a pesar de que Modric tenía una amarilla.
Fue el aviso de Lino el que hizo reaccionar a Ancelotti para dar entrada a Lucas Vázquez por Modric, y un minuto después entró Endrick por Vinicius, abroncado como se preveía pero incluso con menos intensidad por el enfriamiento general del ambiente. Su compatriota quiso marcar su gol otra vez yéndose con potencia y de un zurdazo seco, pero tenía mejor colocado a Bellingham y se llevó la bronca de sus compañeros. Con el tiempo ya cumplido, Griezmann mandó otro aviso de falta directa. En esa jugada se lesionó muscularmente Courtois, que pidió ayuda a Valverde para sacar de puerta. Alarma en la enfermería del Madrid.
Cuando ya los madridistas daban por cerrado el resultado, apareció el revulsivo colchonero por excelencia. Correa aprovechó un pase filtrado de Galán para batir a Courtois en el mano a mano (minuto 94). Aunque el árbitro lo anuló en primera instancia, la revisión del sistema de fuera de juego semiautomático despejó las dudas y provocó el éxtasis del Metropolitano. Todavía restaba una más del VAR, que cambió una amarilla de Llorente por roja directa y obligó al Atlético a jugar los escasos minutos finales con uno menos. Un final que se alargó por incidencias, demasiadas. Tchouameni y Le Normand chocaron cabeza con cabeza y tuvieron que ser asistidos debidamente. Ahí llegó el pitido final de un derbi desconcertante.