El hombre, de 35 años, reconoce lo que hizo, pacta una pena de multa y evita entrar en prisión

Agente de la Guardia Civil / GUARDIA CIVIL
Los hechos tuvieron lugar en pleno confinamiento, en un domicilio de Santiago de la Ribera, en San Javier. El encausado, que ahora tiene 35 años, abusó tres veces en un mismo día aprovechando que la mujer sufre desmayos, algo que él mismo reconoció ante la Sección Quinta de la Audiencia Provincial, con sede en Cartagena. Al pactar las penas, se conforma con una multa y evita el juicio como tal.
Tal y como se lee en el relato de hechos probados de la sentencia, en abril de 2020, sobre las cuatro de la tarde, el hombre se hallaba en el domicilio de su víctima, «conocida suya del pueblo», y «aprovechó que ella se había desmayado, hecho que solía ser habitual y, con una clara intención de posesión sobre la víctima, de desprecio sobre su condición de mujer, de no reconocimiento de la autonomía de la misma y con ánimo de satisfacer su apetito sexual, se tumbó sobre ella y la abrazó, manoseándole el cuerpo, hasta que la víctima se despertó y pudo quitárselo de encima«.
«Tú eres mi mujer»
Ese mismo día, una hora más tarde, el sujeto volvió al domicilio de la mujer y, «con la misma intención anteriormente descrita y finalidad libidinosa, sin contar con la anuencia de la misma, se dirigió hacia ella, abrazándola y tocándola por distintas partes del cuerpo, pidiéndole la víctima en repetidas ocasiones que cesara en su actitud, respondiendo el acusado, de forma contundente: ‘Tú eres mi mujer'».
Afortunadamente, «en ese momento se encontraba en el domicilio una amiga de la víctima, que trató de apartar al acusado de la misma hasta que, finalmente, lograron que saliera de la casa«.
Se desnuda y la manosea
No obstante, el individuo insistió y volvió a la vivienda sobre las once de la noche. Entonces «entró en la habitación en la que la mujer se encontraba durmiendo y, con idéntico propósito sexual, así como con la misma intención posesiva, de desprecio hacia su condición de mujer y de no reconocimiento de su autonomía, se desnudó a sí mismo, la observó, le quitó las bragas y la manoseó hasta que la víctima se despertó y pidió ayuda a una vecina, consiguiendo que el acusado saliera huyendo de la vivienda», prosigue la resolución judicial.
La mujer puso el asunto en conocimiento de la Guardia Civil, que se hizo cargo del caso. Se judicializó y cayó en el Juzgado de Instrucción Nº 4 de San Javier, que estableció ya una cautelar de alejamiento del sujeto respecto a su víctima. Ahora, casi cinco años después, hay sentencia.
El hombre fue condenado, en conformidad, como autor de un delito continuado de abuso sexual a la pena de multa de 21 meses, con cuota diaria de 4 euros, y a la pena de prohibición de aproximarse a su víctima, a menos de 500 metros de su domicilio, lugar de trabajo, lugar frecuentado por ella o cualquier lugar donde se encuentre, así como de comunicarse con la misma a través de cualquier medio, directo o indirecto, por un plazo de cuatro años y seis meses, concreta la sentencia.
Tendrá que indemnizar a la mujer con 2.000 euros, más intereses, por los daños y perjuicios ocasionados. Y asumirá él las costas.