Una técnica española para ‘limpiar’ las proteínas del Alzheimer del cerebro

Un laboratorio español podría tener la llave para poner cerco al Alzheimer. Aunque aún quedan interrogantes por resolver, los resultados de un ensayo clínico desarrollado por Grifols y que se acaban de presentar en Barcelona ponen en el centro del escenario una nueva manera de tratar uno de los grandes males de la sociedad occidental. No será un fármaco sino un procedimiento de extracción de plasma para limpiar del cerebro el cúmulo de proteínas neurodegenerativas que se asocia con la enfermedad.

Con esta técnica, según los autores del trabajo, los pacientes en estadio moderado (aquellos que necesitan supervisión constante para las actividades de la vida diaria) mostraron una ralentización del 61% en la progresión del Alzheimer en comparación con las personas del grupo placebo. «El efecto del tratamiento es muy destacable. Estos hallazgos abren nuevas vías para la investigación de los trastornos neurodegenerativos en adultos y pueden ofrecer a los pacientes con Alzheimer una nueva modalidad de tratamiento», afirma Óscar López, director del Alzheimer’s Disease Research Center de la Universidad de Pittsburgh (Pensilvania, EEUU).

La idea consiste en retirar una de las proteínas que se van almacenando en el cerebro de los pacientes con Alzheimer, las beta-amiloide. Dado que circulan en el plasma unidas a la albúmina, los investigadores apostaban por la extracción de dicho plasma para poder hacer limpieza y limitar así el impacto de la enfermedad en las funciones cognitivas. ¿Cómo? A través de la plasmaféresis (una técnica consolidada y segura que se basa en el recambio plasmático y se utiliza para algunas enfermedades autoinmunes) y su sustitución con albúmina (una proteína bien tolerada y con múltiples propiedades terapéuticas -antioxidantes, inmunomoduladoras y antiinflamatorias-).

Los resultados han sido «muy relevantes» en el «estadio moderado», tal y como esbozaban los autores durante la presentación del estudio (AMBAR) en el Congreso Clinical trials on Alzheimer’s disease (CTAD), el pasado fin de semana.

En palabras del portavoz de la Sociedad Española de Neurología (SEN), Guillermo García Ribas, «es la primera vez en 15 años que se obtienen resultados positivos de un ensayo clínico multicéntrico en la ralentización del Alzheimer», una enfermedad que en 2030 podría afectar a más de 75 millones de personas, según esTimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Sin embargo, no hay ninguna modificación en la progresión de la enfermedad en las personas con Alzheimer leve. Y este es uno de los interrogantes que hay que analizar. Como señala García Ribas al comentar este estudio, «habrá que valorar qué diferencias hay entre los afectados leves y los moderados para entender por qué esta técnica funciona en un grupo y no en otro». Además, «habrá que ver si la albúmina es necesaria o sólo bastaría con la retirada de plasma, qué cantidad y durante cuánto tiempo, por ejemplo».

En la misma línea, Víctor Grifols Roura, el presidente de Grifols, afirma: «Continuaremos explorando el potencial de las proteínas plasmáticas y del recambio plasmático en estudios posteriores». Es precisamente esta compañía la que, junto a la Fundació ACE y el Alzheimer Disease Research Center de la Universidad de Pittsburgh, puso en marcha en 2004 una estrategia integral de investigación en Alzheimer. En este marco nació AMBAR, el ensayo clínico internacional, multicéntrico y doble ciego en el que han participado cerca de 500 pacientes con Alzheimer de 41 hospitales de Europa y EEUU.

A raíz de este ensayo, las acciones de Grifols se dispararon ayer casi un 8,8% en el IBEX.