Un taconazo de Cristiano en un disparo de Modric impide la victoria del Athletic Club en el Bernabéu

CADENA SER

Sensación muy extraña en el Bernabéu. El Real Madrid con los titulares, partido entre semana y prácticamente nada por lo que jugar. Y el rival, parecido, Ziganda incluso dejó a Aduriz en el banquillo para dejar todo el peso arriba a Iñaki Williams.Y es curioso, porque un partido que lo tenía todo para ser un tostón se acabó convirtiendo en un choque divertido y con muchas alternativas.

Seguramente por eso de no tener nada que perder, la primera mitad fue un trayecto carente de miedos. El Real Madrid tenía la pelota y las malas intenciones, mientras el Athletic prefería esperar agazapado a la mínima lanzar a Williams y a Raúl García.El equipo de Zidane sin embargo era una formación con dos caras, con balón tenía mucha fluidez y fantasía, pero sin balón notó la falta de Casemiro a la hora de defender. Aún así pudo adelantarse con un espectacular remate de Cristiano Ronaldo al larguero en el minuto 8 de partido.

El Athletic no perdonó a la primera e Iñaki Williams dejaba un muy buen gol en el Bernabéu, encarando a Navas y picando el balón suavemente por encima del tico. Los siguientes 30 minutos de partidos fueron un buen pasatiempo, con un Madrid alegre y dirigido por Modric, Kroos y Marco Asensio. Ahí apareció una figura que, irónicamente lo hizo en el Bernabéu, Kepa se hizo grande y dejó varias paradas de mérito ante disparos de los atacantes blancos. El portero que pudo llegar al Bernabéu y no llegó.

El segundo acto bajó levemente el pistón. Posiblemente porque ambos equipos automáticamente levantaron el pie del acelerador con el cansancio. El choque se volvió impreciso y algo más físico, con alguna falta fea, pero sin enganchones. Entraron Muniain e Isco para darle algo de picante al partido, eso sí, antes Raúl García perdonó el 0-2tirando al larguero una pelota que le cayó en el punto de penalti.

En el último cuarto de hora el Real Madrid se volcó hacia la portería de Kepa, Zidane incluso sacó a Bale para buscar no caer delante de su parroquia y mantener así el buen tono. Lo intentó sobre todo colgando balones y sin demasiada clarividencia, pero finalmente salió. Modric agarró un balón en la frontal, chutó y Cristiano lo desvió con el tacón para batir a Kepa. 1-1 y reparto de puntos en un partido divertido partido en el que ninguno de los dos equipos tenía demasiados intereses.