Negociaciones atascadas y plazos de investidura en ‘pause’ ante el desfile de declaraciones judiciales

Junts per Cataluña y ERC siguen sin cerrar un acuerdo para formar un Govern y todo se alarga sin la premura que marcan unos plazos que, de momento, no existen. Casi dos meses después de que los catalanes acudieran a las urnas, aún no se ha acordado una fecha para una investidura que ponga fin a la parálisis institucional y nombre a un presidente autonómico que coja las riendas de una comunidad gobernada por el artículo 155 desde hace más de tres meses.

Al abigarrado escenario político, se suma el desfile de miembros del PDeCAT y ERC, además de la CUP, que pasarán en los próximos días por el Tribunal Supremo para aclarar su participación en la organización del referéndum del 1-O y en el ‘procés’ hacia la independencia, entre ellos la secretaria general de ERC, Marta Rovira, o pesos pesado del PDeCAT, como su actual coordinadora general, Marta Pascal, (ambas están citadas el 19 de febrero) y el expresident Artur Mas (citado el 20 de febrero).

Antes que ellos, pasará por el Supremo la expresidenta del grupo parlamentario de la CUP Mireia Boya (14 de febrero) y, después, la expresidenta de la Asociación de Municipios por la Independencia Neus Lloveras (20 de febrero) y la exdiputada de la CUP Anna Gabriel (21).

El juez Pablo Llarena amplió en diciembre la investigación contra estas seis personas –la causa cuenta con 28 imputados– por los delitos de rebelión, sedición y malversación por su participación «especial y destacada» en el proceso secesionista.

Una decisión que tomó tras conocer el informe de la Guardia Civil en el que señalan que todos ellos habrían formado parte del Comité Estratégico para declarar unilateralmente la independencia de Catalunya, basándose en el documento ‘Enfocats’, la hoja de ruta para la creación de un nuevo Estado, incautado en el domicilio de Josep María Jové, número dos del exvicepresidente Oriol Junqueras, al que también se requisó una agenda en la que había apuntes manuscritos sobre el proceso independentista y que apuntaba a estos mismos nombres.

Las negociaciones entre las fuerzas independentistas podrían verse, por tanto, condicionadas por estas importantes declaraciones judiciales, a las que se suman las que ya se están desarrollando en el juzgado de instrucción número 13 de Barcelona, que interroga este mismo martes al exsenador de ERC Santi Vidal y al expresidente del Consell Nacional para la Transición Nacional Carles Viver i Pi Sunyer, dos de las figuras clave del procedimiento, casi un año después de abrir una investigación también por el ‘procés’.

A la espera de la decisión del TC y de Torrent

Mientras se enfrentan a diferentes procesos judiciales, los posconvergentes y los republicanos están a la espera de lo que decida el Tribunal Constitucional sobre el recurso del Gobierno a la investidura de Carles Puigdemont y a los pasos que dé el presidente del Parlament, Roger Torrent, al que los letrados de la Cámara han ofrecido diferentes caminos para poner en marcha el plazo de dos meses que aún no corre para desencallar la situación: forzar un pleno, aunque no haya votación, como «acto equivalente» a esa primera votación de investidura o activar directamente el plazo para la convocatoria de elecciones.

De momento, Torrent mantiene silencio, sin optar por ninguna de las posibilidades que le brindó el órgano jurídico del Parlament.

JxCat y ERC llevan semanas jugando con un tiempo que no les persigue. JxCat no suelta en este escenario de complejas negociaciones el arma de la «legitimidad» de Puigdemont, mientras que los republicanos, con posiciones cada vez más posibilistas, dicen que también es su candidato pero ya no dan paso alguno para que esa investidura sea real y no dudan al dejar solos a los posconvergentes que registraron la pasada semana la reforma de la ley para poder investir a Puigdemont a distancia. Una reforma que no refrendan los republicanos, que ya dicen sin tapujos que sólo firmarán un acuerdo para una investidura «efectiva».

Mientras, Puigdemont espera acontecimientos desde Bruselas, sin decir nada, más allá de sus intervenciones en redes sociales; Junqueras trata de situarle en la realidad diciendo, desde su celda, que es «obvio» que el Gobierno no va a «permitir» una Presidencia de la Generalitat desde Bruselas; y las fuerzas constitucionalistas piden a Torrent que inicie una nueva ronda para tratar de avanzar y salir de la parálisis.