Fuente: La Verdad
Treinta comparsas, con 1.500 participantes, muestran lo mejor del Carnaval de Cabezo de Torres. Uno de los grupos más aplaudidos fue Sementales Atascaos, que ironizó con la contaminación del Mar Menor
«¡Ya se escuchan los petardos!», comentaba ayer uno de los integrantes de la comparsa Sementales Atascaos en el Mesón de Blas, mientras sus compañeros apuraban el café y procedían a pagar la cuenta. Con las lentillas verdes puestas y la cara pintada del mismo color, la expresión de los chicos que forman parte de este grupo carnavalero transmitía la alegría propia de las fiestas. Pasadas las 15 horas, las nubes que por la mañana amenazaban con llover comenzaron a disiparse.
Prácticamente una hora más tarde empezaron a desfilar las treinta comparsas, integradas por 1.500 personas, que este año han participado en el Carnaval de Cabezo de Torres, pedanía a la que el domingo pasado acudieron unos 10.000 asistentes para disfrutar del primer gran desfile de las fiestas, según afirma el pedáneo. «El Carnaval no solo lo celebramos quienes vivimos aquí, sino que viene mucha gente de fuera», contaba ayer Javi, uno de los camareros del Mesón de Blas, quien aseguraba que «estos días no paramos, los bares que decidimos abrir se llenan de gente».
Entre canciones de pop, reguetón e incluso mexicanas, la comparsa de Sementales Atascaos decidió añadir a su espectáculo un fragmento que carecía de música y dejaba paso a una especie de discurso. «Dejad de destruir el Mar Menor, mi laguna salada más preciada, o pagaréis con la furia de mi tridente». Así era parte del mensaje que el público escuchaba durante el breve paréntesis musical. En los elaborados trajes de este grupo podían distinguirse latas pegadas a unas mallas de plástico que simulaban escamas; caracolas, estrellas de mar y peces atrapados en collarines de plástico. «Denunciamos la contaminación de los mares y, en concreto, la que ocurre en el Mar Menor», confirmaba Tano, uno de los componentes de la comparsa. «Por eso nos hemos vestido de Poseidón». Tampoco faltó a su cita el carnavalero más veterano, Pepito El Molinero.
Otros grupos optaron por trajes más sencillos, como los de la comparsa La Polla. Mientras bailaban en forma de conga, sus integrantes -que eran todos hombres- lucían un tutú rojo, pendientes, camisetas y collares a juego. «Incluso llevamos los calzoncillos rojos», comentaba animado uno de los componentes, conocido en la pedanía como ‘Paco, el de la autoescuela’. Este vecino aseguró, además, que ya lleva a sus espaldas 37 años participando en el gran día del Carnaval.
En la cabeza del desfile, la primera comparsa que se encargó de animar al público fue Los Criticones. Los trajes de este grupo estaban plenamente inspirados en el videoclip de ‘El anillo’, una canción de Jennifer López que las chicas de la comparsa no dejaron de bailar. Un tema que, asimismo, no dejó de sonar en bucle. Las integrantes de Los Criticones lucieron, entre otros complementos, coletas postizas que superaban el metro de largo.
Cultura mexicana
El público que acudió a esta fiesta de Interés Turístico Regional también escuchó música mexicana, como es ‘El mundo es mi familia’. Entonado por el artista Marco Antonio Solís, se trata de uno de los temas que conforman la banda sonora de la película de Disney ‘Coco’. Con faldas de colores y un ‘maillot’ en el que se apreciaba un esqueleto pintado de blanco, las integrantes de otra comparsa se decantaron por el traje de catrinas, uno de los símbolos de la cultura mexicana.
En esta ocasión, los musos del Carnaval deslumbraron con unos brillantes trajes plateados en los que abundaban las lentejuelas. En su carroza tampoco faltaron las plumas de pavo real y el brillo. Este año, los musos son Celia Sabater Alcántara, de 22 años, nacida en Cabezo de Torres y de la comparsa Me sacas de quicio, y Pablo Meroño García, de 21 años y de San Javier, integrante del grupo Sementales Atascaos.
Entre los miles de aficionados a esta fiesta que acudieron al Carnaval se encontraban el alcalde, José Ballesta, y el director general de Juventud, Fran Sánchez, quien también ejerce como presidente de la Asociación de Carnaval de Cabezo de Torres. En la tribuna, desde donde presenció el desfile, comentó que «este es el día grande de Carnaval, donde todo el mundo estrena traje y los carnavaleros muestran los mejores disfraces y bailes. Ya no hay tanta sátira y han optado por más lujo y fantasía».