MOTOCICLISMO/ Una victoria de honor: Andrea Dovizioso gana otro duelo con Marc Márquez

Andrea Dovizioso pasará a la historia como aquel que estuvo allí, figurante en la época de Marc Márquez, un subcampeón trabajador y constante, pero será injusto: en realidad, fue el único capaz de discutir al indiscutible. Sin el italiano sería imposible señalar un punto débil del vigente campeón, la aburrida perfección sería amenaza; gracias a él cualquiera adivina que, pese a su dominio, Márquez sufre en los duelos cerrados, milimétricos, codo con codo.

En los últimos tres años, a Dovizioso le ha faltado mordiente para pelear por el Mundial, pero le ha sobrado inteligencia para derrotar al español en cinco de los siete ‘cuerpo a cuerpo’ que han protagonizado. Como ocurrió en 2017 en Austria y Japón, en 2018 en Qatar y Brno y este mismo año en Qatar, este domingo en Austria, el piloto de Ducati se llevó la victoria en la última curva tras un adelantamiento de su estilo: estudiado, preciso, pausado.

Después de un carrera en la que ambos se intercambiaron el liderato de la prueba, Márquez llegó a la vuelta definitiva por delante con Dovizioso a sólo unas milésimas. La apuesta del vigente campeón era simple: en los tres primeros sectores del Red Bull Ring limaría todas los giros como si buscara la pole, arriesgaría al máximo, y al final, en el peor tramo para su Honda, intentaría zafarse de cualquier adelantamiento posible. Cumplió con la primera parte.

Pero no con la segunda. En la última curva, un giro a derechas que se toma a unos 170 km/h, Dovizioso se lanzó al interior y, aunque Márquez intentó responder, le fue imposible. Una vez más, como todas excepto Aragón y Burinam el año pasado, observó al italiano celebrar el triunfo y se quedó con el dulcísimo consuelo del Mundial.

Porque pese a la derrota, el sexto título de MotoGP de Márquez sigue siendo una certeza. Devolvió los cinco puntos que había acumulado en Brno y listo: tiene 58 de ventaja como líder del campeonato y aunque Silverstone, Philip Island o Sepang son circuitos en los que ha sufrido caídas y percances, ya no quedan trazados en los que la Ducati sea más rápida. Porque esa es la otra clave del éxito de Dovizioso.

El Red Bull Ring tiene un dibujo especialmente extraño, con tres largas rectas y muy pocas curvas, que históricamente ha favorecido a la marca italiana -cuatro victorias en cuatro años- y que Márquez tuviera opciones hasta el final es, sobre todo, otra muestra de su superioridad. Al acabar la carrera, el propio Dovizioso lo aceptaba. «¿Si todavía puedo ganar el Mundial? No lo sé, no lo creo, Marc acaba segundo en los circuitos en los que más sufre», reconocía.