Misión: analizar el origen de la vida

Europa y Japón lanzan dos sondas con destino a Mercurio, el planeta más pequeño del Sistema Solar y uno de los menos observados. Hasta ahora solo dos naves espaciales no tripuladas de la NASA han viajado hasta él. Analizar la superficie de Mercurio es muy importante porque contra ella han chocado millones de asteroides y cometas, los cuerpos espaciales que se cree pudieron traer el agua y la vida a la Tierra.

Las Agencias Espaciales de Europa y Japón lanzarán a las 03:45 de este sábado (hora española) desde la Guayana Francesa su primera misión a Mercurio, la tercera después de las dos sondas lanzadas por la NASA: la Mariner 10, que despegó en 1973, y la Mesenger, que lo hizo en el 2004.

Si el viaje se completa con éxito, la primera misión enviada por las agencias europea y japonesa a Mercurio entrará en la órbita de este planeta a finales del año 2025, siete años después del despegue.

Antes BepiColombo habrá sobrevolado la Tierra y Venus en dos ocasiones.

Doble misión

 En realidad, esta misión está compuesta por dos sondas. La primera se llama MPO (que son las siglas en inglés de Orbitador Planetario de Mercurio). Esta nave no tripulada ha sido diseñada por la ESA (la Agencia Espacial Europea) y dispone de doce instrumentos científicos a bordo para el estudio de Mercurio.

Mientras tanto, la segunda nave, la MMO (el Orbitador Magnetosférico de Mercurio) ha sido construida por la Agencia Espacial de Japón y tiene previsto estudiar, gracias a sus cuatro instrumentos, el entorno magnetosférico de este planeta, el más próximo a nuestra estrella.

 Participación española

Miguel Mas es el director del CAB (el Centro de Astrobiología), uno de los Institutos científicos que trabaja en esta histórica misión y ha explicado a la Cadena SER la importancia de este proyecto: “BepiColombo tratará de caracterizar la estructura y composición interna de Mercurio para conocer, entre otras cosas, las características y el origen de su campo magnético. Además, se estudiarán los procesos superficiales ya observados como la formación de cráteres, la tectónica, los depósitos polares y el vulcanismo”.

Los grupos de investigación y la industria española han tenido una contribución muy importante a este proyecto espacial. En concreto, 8 empresas han realizado un 8% de las 2 plataformas europeas de esta misión, así como al desarrollo de la carga útil.