Los hoteleros recurren el ‘megacontrato’ del Imserso y dejan en el aire un millón de viajes

La patronal Cehat impugna los pliegos del concurso público diseñado por el Gobierno para evitar la “ruina” de los establecimientos por las pérdidas que le provoca cobrar 22 euros al día por cada cliente.

Los hoteleros llevaban semanas mostrando abiertamente el cabreo del sector por las condiciones impuestas por el Gobierno en el megacontrato público de los viajes del Imserso, que ronda los 1.200 millones de euros para los próximos dos años con opción a otros dos y que sirve para promover 900.000 estancias de pensionistas cada año en temporada baja.

La patronal Cehat alertaba de que los pliegos condenaban a la “ruina” a los establecimientos que participaran del programa de turismo social por las pérdidas que volverían a soportar enormes pérdidas al cobrar sólo entre 22,10 y 22,50 euros al día por cada cliente, y reclamaba elevar la tarifa hasta el entorno de los 25 euros.

El cabreo se convierte ahora en batalla legal. La Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), en la que se integran las diferentes patronales regionales del sector, va a impugnar los pliegos del concurso elaborados por el Ministerio de Sanidad. La decisión ya está tomada y el recurso se presentará ante el Tribunal Económico Administrativo Central, dependiente de Hacienda.

“Las condiciones que se recogen en los pliegos del concurso lesionan gravemente los intereses del sector hotelero. El Gobierno ha desoído nuestras sugerencias y nuestras reivindicaciones que llevamos planteando durante años, y nos ha llevado a una situación límite. Hasta aquí hemos llegado”, sentencia Joan Molas, el presidente de la Cehat, en declaraciones a El Independiente.

La confederación estatal ha venido manteniendo reuniones con las patronales hoteleras de las regiones y destinos más implicados en el programa de turismo del Imserso (Costa del Sol, Benidorm, Tarragona, Baleares, Canarias…) y la decisión de recurrir las condiciones del concurso público se ha adoptado por unanimidad.

Desde el sector de las agencias de viajes se alerta de que el recurso pone en peligro un concurso que ya va con retraso

Los grupos de agencias de viajes y de transportes interesados en el concurso disponen hasta el 17 de mayo para presentar sus ofertas, con el objetivo de iniciar la venta de los viajes en septiembre y empezar los viajes en octubre. La impugnación de los hoteleros puede suponer un retraso en la licitación del concurso y en su adjudicación, como ya sucedió con la licitación de 2015 cuando ya hubo un choque de recurso entre los adjudicatarios.

Fuentes del sector de las agencias de viajes alertan de los problemas que un nuevo retraso puede suponer para la puesta en marcha del programa de turismo social y temen que la paralización del concurso deje en el aire la comercialización del casi millón de viajes de este año.

“El Estado tiene capacidad de solucionar el problema”, contrapone el presidente de los hoteleros ante el alarmismo de las agencias. “El Gobierno puedo volver a negociar con nosotros las condiciones y reformar los pliegos del nuevo concurso. O directamente puede parar este concurso y prorrogar la actual adjudicación para reformular las condiciones el próximo año. Que decida qué quiere hacer”.

“Tomadura de pelo”

Los hoteleros tratan de tumbar el megaconcurso para elevar la tarifa que cobran por cada cliente. Y es que desde el sector hotelero se subraya que mientras que los establecimientos sufren pérdidas, el Estado se beneficia de no pagar prestaciones por desempleo al mantenerse abiertos los hoteles e ingresa las cotizaciones a la Seguridad Social y otros impuestos ligados a la actividad.

“Un negocio redondo para Hacienda y una ruina para el sector”, se critica desde la asociación hotelera, que subraya que por cada euro de dinero público en el programa el Estado recauda 1,5 euros. “La tomadura de pelo tiene un límite”, se quejaba la patronal en los últimos días.

La patronal hotelera defiende que se suba el importe de manera progresiva durante los cuatro años de vigencia de la adjudicación de la gestión del programa de turismo social, hasta el entorno de los 25 euros. “Desayuno, comida, cena, habitación más todos los servicios exigidos por 22,50 euros al día por cada cliente. Es insostenible”, se queja el presidente de Cehat.

“Desayuno, comida, cena, habitación más todos los servicios exigidos por 22,50 € al día por cada cliente. Es insostenible”, se queja Cehat

Asimismo, la patronal reclama que se mantenga tarifas más baratas para los meses de menor demanda y así hacer posible que viajen los pensionistas con menores recursos. El precio de los viajes está subvencionado, el 80% lo asumen los pensionistas y el 20% restante lo aporta el Imserso.

Los hoteleros también cargan contra la decisión de primar la utilización de hoteles de cuatro estrellas, lo que pone en peligro la participación de establecimientos de tres estrellas que han estado “soportando” durante años el programa. Los hoteles de dos estrellas directamente han quedado excluidos de la posibilidad de ser contratados por las agencias de viajes que se adjudiquen los tres lotes de viajes que se licitan.

La industria hotelera tiene una lista de agravios aún mayor que afea al Gobierno. El presidente de Cehat se queja de que los pliegos del nuevo Programa de Vacaciones de Mayores del Imserso ignora el esfuerzo de las empresas de invertir en sus hoteles (sólo en Benidorm más de 150 millones en reformas) al mantener los precios que percibirán los establecimientos.

Y, además, carga contra la decisión de, con el mismo precio, incluirse la obligación de más servicios a cargo de los hoteles como wifi gratis, actividades que pueden ir desde clases de informática hasta yoga, taichi, concursos o bailes; y la exigencia de tener una nevera específica para las medicinas de los viajeros. “Estamos de acuerdo con prestar más servicios, pero sólo si son retribuidos. La retribución que reciben los hoteleros por los clientes del programa del Imserso está totalmente fuera de mercado. Los hoteles están operando a pérdidas. No se puede seguir así”, sentencia Joan Molas.