Los datos hablan Siete gráficos que ilustran la caída del bipartidismo

  • En algunas circunscripciones, la pérdida de votos de PP y PSOE entre 2008 y 2015 llega a superar los 40 puntos

  • Más historias sobre los resultados de las elecciones en el especial ‘Los datos hablan’ del Lab de RTVE.es

  • PorPEDRO L. MANJÓN
    El bipartidismo tocó fondo en las elecciones generales 2015

    El bipartidismo tocó fondo en las elecciones generales 2015

    El bipartidismo ha perdido terreno en los últimos años, desde que tocara techo en las elecciones generales de 2008. Ese año la suma de los votos que obtuvieron PP y PSOE fue la opción mayoritaria en todas las provincias. En Melilla, Ceuta y Cuenca, incluso, superó el 95%, más de 11 puntos por encima de la media nacional.

    En 2011 comienza la caída del bipartidismo. En algunos lugares desciende más del 20%, pero los dos grandes partidos nacionales resisten mejor en algunas zonas como Galicia, Aragón y Canarias. De hecho, en Teruel y Santa Cruz de Tenerife PP y PSOE reciben más apoyos que tres años atrás.

    Pero es en las siguientes elecciones generales, en las de 2015, donde llega el descalabro. En algunas circunscripciones como Bizkaia, Valencia, Gipuzkoa e Illes Balears la suma de votos de PSOE y PP se hunde más de un 40% respecto a 2008 y solo supera el 70% en Cuenca y Badajoz.

    La llegada a la escena política nacional de Ciudadanos y Podemos es una de las causas de este descenso del bipartidismo y de la caída de otras formaciones, como Izquierda Unida.

    Esta variación del voto implica cambios en el reparto de escaños. Uno de los casos más claros de lo que ocurre, por poner un ejemplo, es el de Tarragona. Esta provincia reparte seis actas de diputado, que en 2011 se repartían CiU, PSOE y PP. Cuatro años más tarde se fragmenta y son seis las formaciones que logran representación parlamentaria.

    La repetición electoral le da algo de alas al bipartidismo -con el PP subiendo tanto en votos como en escaños- y corta la subida de los nuevos partidos. Podemos aumenta su porcentaje pero, junto a IU, no logra aglutinar todo el apoyo sumado por las dos formaciones tan solo seis meses antes.

    Una provincia que ejemplifica bien todos los movimientos de voto y su repercusión en escaños durante las últimas cuatro elecciones generales es Toledo. En esa circunscripción, el PP logró aumentar su representación en 2011, en detrimento del PSOE. Cuatro años después, Podemos y Ciudadanos lograron un escaño cada una. En 2016, la formación naranja perdió el diputado, que fue a parar a los populares.