LOS ALCÁZARES/ La deplorable gestión de la vía pública se traduce en calles sin reparar, arbolado sin reponer, estacionamientos anárquicos y desatención a los ciudadanos.

Es una vergüenza como la copa de un pino. 01-12-2016 18:38:09

MORENTE

Cada vez que se denuncia el abandono y dejadez de las calles del municipio la calle RÍO ARANGÜÍN ocupa un lugar destacado. Una acera destrozada, la otra con baldosas sueltas, ambas con riesgo de caída para los viandantes, alcorques reventados y la más absoluta e incomprensiblemente consentida anarquía vial, están a la vista todos, hoy sí y mañana también. Esta calle sufre las consecuencias de una política viaria deplorable que castiga a los vecinos y premia, sin ningún pudor, a quien explota comercialmente el paralelo paseo Río Nalón, al que está vinculada.
El Ayuntamiento, léase el grupo político que lo gobierna (PP), impulsa, premia, favorece y tolera cuanto provenga de comerciantes, hosteleros o no, que llevan su negocio hasta la calle, hasta el paseo Río Nalón, hasta una vía exclusivamente peatonal reconvertida a machamartillo en zona industrial, que molesta a los vecinos pero que genera tasas municipales. Lo que otrora fue un paseo está saturado de falsas terrazas de restaurantes, bares y tiendas (zapatería, panadería, papelería, mobiliario,…). Esta vía peatonal se ha parcelado y privatizado con madera, metal, plástico, cubiertas, jardineras, lonas,… para gestión comercial personal. Son INSTALACIONES FIJAS [¿Quién dijo temporales?], permanentes y duraderas en suelo público, en el centro de un residencial. Y su paralela, la calle Río Arangüín, está subordinada a los servicios industriales de este paseo. Es complementaria. Es una vergüenza como la copa de un pino.
El Ayuntamiento, lejos de acometer las obras urgentes y necesarias para reparar la calle Río Arangüín, insistentemente demandadas por los vecinos, que vienen dilatándose año tras año, incumpliendo incluso el compromiso adquirido en 2013 con el Defensor del Pueblo, les da la espalda. Qué bonito: servidores públicos de espalda al vecindario. Entretanto, la calle empeora día a día. No se han plantado árboles en toda la acera de los impares (solo hay cinco al inicio), para mantener la estética viaria del Residencial Nuevo Principado, no se han puesto bolardos para evitar que los camiones aparquen sobre las aceras, no se ha colocado una señal vertical en el paso de peatones (ni siquiera eso) el único existente en doscientos metros de calle, no se han repintado las plazas de aparcamiento reservadas a personas discapacitadas y el paso de cebra. Tampoco se ha reconstruido la acera (alcorques incluidos) que está hecha añicos. Deplorable.
Por el contrario, el pasado verano se repintó el amplio aparcamiento reservado para carga y descarga al final de la calle Río Narcea (frente al lateral del CIS), que solo utiliza el supermercado colindante. El resto de vehículos industriales, proveedores de establecimientos en el Paseo Río Nalón, no aparca ni ahí ni en las otras dos zonas de carga y descarga señaladas en las puntas de la calle Río Arangüín. Siguen haciéndolo donde no les está permitido: en el centro de la calle, en las plazas reservadas a vehículos de personas con discapacidad, sobre el paso de cebra y encima de las aceras, porque no hay autoridad que les ponga en su sitio. A cualquier hora, incluso en festivos. Con la tranquilidad que proporciona saber que no les sancionarán. Quien no se lo crea que vaya y vea. Entretanto, las imágenes del adjunto REPORTAJE FOTOGRÁFICO sirven de anticipo. Las molestias a los vecinos, incluso en horas de descanso y festivos, son harina de otro costal. La calle Río Arangüín no es la única que espera una intervención municipal, como he comentado anteriormente en ésta página hay más en la lista: Av. Río Sella, Residencial Florida, Zuloaga, La Concha, Carrión,… Hay que darse una vuelta por el caso urbano con los ojos abiertos.
Hay vecinos que denuncian en los medios de comunicación la situación de las calles, con el resultado positivo de algún “parcheo”. Lo mínimo para salir del paso. El Diario La Verdad de Murcia se hizo eco en julio pasado [«Una losa sobre Anastasio. Alcorques reventados, falta de pavimento y aceras destrozadas desatan las iras de los residentes en Los Narejos ante «la pasividad municipal»] y lo ha hecho nuevamente el 28/11/2016 [«Destrozos en una acera de Los Narejos. Calle Rubén Darío»] El destrozo que muestra la foto incluida en el adjunto reportaje (uno entre cientos) será reparado, que nadie lo dude. Después, a otra cosa mariposa y si te he visto no me acuerdo.
Resumiendo, en este municipio tenemos de todo: Boletín Oficial Municipal Popular de Los Alcázares (BOMPLA), Plan Estratégico de Los Alcázares (PELA), Portal de la Transparencia Municipal (PTM), Servicio Línea Verde (SLV), Servicio de Comunicación de Incidencias en el Municipio (SCIM) y tal y tal. ¿Pero cuándo se arreglan las calles? Tal vez cuando las ranas críen pelo y los mosquitos bigote. Deplorable y vergonzoso.
¬ EL PASEO RÍO NALÓN DEBE GESTIONARSE DIGNAMENTE. Para gestionar dignamente este espacio peatonal “público”, saturado de falsas terrazas hosteleras de interés comercial privado, hacen falta urgentemente políticos capacitados, sensibles, responsables, con ganas de trabajar, que sean capaces de devolverle su identidad, dignidad, belleza, bancos, jardineras, palmeras [II ANIVERSARIO DEL EXPOLIO MASIVO] y papeleras. Políticos que tengan claro que los vehículos industriales no pueden aparcar sobre las aceras, los pasos de peatones y las zonas reservadas a personas con discapacidad en la Calle Río Arangüín. Políticos con conocimiento, que estén en la calle, que reciban y escuchen a las personas, que sean capaces de contestar los escritos que reciben y atender las peticiones de sus administrados; que sean coherentes en sus dichos y en sus hechos. Políticos, en definitiva, que hagan lo que deben y no lo que les venga en gana. En el Comedor-Paseo Río Nalón hay mucho que corregir y sobran: demagogia, politiquería e ineficiencia.