LA INMIGRACIÓN ILIMITADA ES UNA AMENAZA.

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Juan Alcaraz Díaz (ASUNTOS PÒLICIALES)

Estoy convencido de que una de las pocas cosas en la que coincidimos la mayoría de los ciudadanos es que la inmigración descontrolada es uno de los mayores retos para las sociedades desarrolladas en las próximas décadas. Me refiero a esa incursión ilimitada de personas de diferentes culturas que buscan su  porvenir en una tierra que le es ajena, siempre difícil y que muchas veces considera hostil.

Se trata de uno de los debates más importantes en la sociedad actual en general y que muchos lo dicen difusamente y no se atreven a formular por miedo a ser tachados de reaccionarios o lo que es peor: de racistas. Estamos hablando de la coexistencia humana futura, ni más ni menos. Todo un desafío.

Vivimos, afortunadamente, en una comunidad pluralista que se caracteriza -dentro de su diversidad- en generar consenso e integración. Nuestra civilización se basa en convicciones que preceden a los fundamentos constitucionales y que son -a través de la tolerancia- la columna vertebral de nuestro sistema de pensamiento. Este sistema es hoy, perfectamente ajeno a las creencias religiosas. Con ésta premisa la cuestión es plantearse si los inmigrantes que nos llegan por el sur y sureste, son gentes fáciles de integrar y sobre todo, si tienen la voluntad de hacerlo. Yo creo que, salvo excepciones, no están interesados en ello. E incluso deseándolo, serían los más difíciles de integrar porque su sistema de educación y valores, difiere totalmente del nuestro. No se trata de un  problema étnico sino político, cultural y ético.

Por lo tanto , habrá que establecer cuán abierta tendrá que ser una sociedad como la nuestra, para seguir siéndolo. Tendremos que redefinir el valor de la diversidad, la solidez del pluralismo y la importancia de la tolerancia.