El ingenio de Aristóteles en la sociedad actual

 

Michele Curnis trabaja en el programa CONnecting EXcellence (CONEX) de la Universidad Carlos III de Madrid. / uc3m

¿Cuál es el objetivo de su investigación?

Trato de estudiar la recepción de la Política de Aristóteles en el área ibérica entre la Edad Media y el principio de Edad Moderna. En especial, quiero estudiar la tradición manuscrita de esta obra de Aristóteles en el idioma original griego y en las traducciones latinas.

¿Dónde se encuentran estos documentos?

Hay un solo manuscrito griego de la Política en España, concretamente en Madrid, en la Biblioteca Nacional, y fue escrito en Italia por Constantino Láscaris en 1501. En cuanto a los manuscritos latinos, hay muchos en las grandes ciudades de España: el más importante y probablemente el más antiguo se encuentra en Toledo, en la Biblioteca Capitular, donde hay una traducción latina de Guilelmus de Moerbeke hecha para Tomás de Aquino.

¿Qué hipótesis quiere demostrar?

Hay que tener en cuenta que la primera edición impresa de la traducción latina de Leonardo Bruni es española (Barcelona, 1473), no italiana; y que muchas ediciones de la Política (en griego, latín, castellano) han sido impresas en España durante el siglo XVI. Todo esto es evidencia del gran interés existente acerca del tratado aristotélico a partir de la segunda mitad del siglo XV, algo que ya se sabía. Lo que yo pretendo demostrar es que la Política fue más estudiada y practicada como manual de acción política en la España del siglo XVI que en la época antigua en general o entre los coetáneos del sabio griego.

«En la Biblioteca Nacional se conserva el único manuscrito griego de la Política de Aristóteles en España, aunque hay más escritos en latín»

¿Influyó Aristóteles en la política de su época?

El filósofo no quería influir en la política de su época, sino analizar en el contexto histórico todas las formas políticas que él conocía. Sin embargo, los Padres Apostólicos, por ejemplo, reprochan a Aristóteles haber sido maestro de Alejandro Magno, porque este fue un tirano dominador del mundo. De todos modos, Aristóteles enseñó a Alejandro durante dos o tres años, cuando el joven príncipe tenía 13 años, hasta que inició su carrera militar.

¿Cómo definiría su influencia cultural?

La influencia que Aristóteles ha tenido en la historia cultural es extraordinaria, más grande que la de Platón. En la Europa medieval el pensamiento platónico no era muy conocido, porque faltaban textos, mientras que los de Aristóteles tenían gran difusión por las traducciones árabes, latinas y modernas, y toda la tradición de los comentarios. Por ello, toda la Antigüedad absorbió su ingente enciclopedia de sabiduría. Después del Renacimiento su influjo, aunque ya no en la física, seguirá vigente en el pensamiento filosófico de todos los grandes pensadores y filósofos, hasta hoy.

¿Cuánto abarca esta enciclopedia aristotélica?

Se conservan muchísimos textos de Aristóteles, una biblioteca entera, aunque se perdieron muchos también. Es un caso único en la historia antigua porque se conservan las obras que el filósofo escribió para sus alumnos y para los que asistían a sus clases en el Liceo, un conjunto de tratados ‘esotéricos’ (‘eso’ en griego significa ‘dentro’) sobre retórica, poética, política, etc. Sin embargo, de sus escritos ‘exotéricos’ (‘exo’ significa ‘fuera’), destinados a la publicación fuera del Liceo, apenas se conocen unos pocos fragmentos. La mayoría se perdieron.

¿Hay posibilidades de encontrar alguno de estos textos perdidos?

Hoy es muy difícil que se pueda encontrar algún texto grande perdido o desconocido de Aristóteles, pero en los papiros podrían estar importantes fragmentos de diferentes obras. La historia de la biblioteca de Aristóteles resulta fascinante, porque tras su muerte sus libros desaparecieron durante dos siglos. Luego aparecieron en Atenas y después en Roma. Y desde allí comenzó la transmisión a lo largo de la Edad Media del llamado Corpus Aristotelicum, un grupo sistemático de las obras de Aristóteles y de otros autores de la escuela aristotélica. En este periodo se perdieron numerosos libros, como por ejemplo el famoso tomo II de la Poética, cuyo hallazgo imaginario cuenta Umberto Eco en su novela El nombre de la rosa (1980).

La influencia que Aristóteles ha tenido en la historia cultural es extraordinaria, más grande que la de Platón

¿Qué es lo más complicado a la hora de abordar estos textos?

El momento más complicado es sin duda el análisis de los códices manuscritos, porque mi primera tarea es descifrar de forma correcta un manuscrito en griego, latín, castellano o italiano. Pero, al mismo tiempo, trabajar con los antiguos códices es el momento más fascinante de toda la investigación: cada manuscrito es un mundo, que tenemos que explorar con respeto y cautela.

¿Cómo se investiga en este campo?

La metodología que pienso plantear y practicar es la de la filología textual, es decir, un análisis minucioso de todos los elementos lingüísticos, estilísticos e históricos en una constante comparación de fuentes y textos. Hago este trabajo en el Instituto de Estudios Clásicos Lucio Anneo Séneca, dirigido por el profesor Francisco Leonardo Lisi, catedrático de Filología Griega y supervisor de mi investigación. Además, también colaboro con la profesora Federica Pezzoli, amiga y compañera de mis años de universidad en Italia, además de realizar actividades de docencia en el departamento de Humanidades de la UC3M.

Aristóteles fue un hombre polifacético, considerado el padre de la lógica y la biología. ¿Qué destacaría de él?

Aristóteles observaba los fenómenos del mundo, analizaba las características y luego extraía conclusiones. Su realismo es todavía hoy una fuente imprescindible de enseñanza y de formación del carácter en general. La frase proverbial “una golondrina no hace verano”, por ejemplo, se lee por primera vez en la Ética Nicomaquea y puede constituir un resumen de la actitud  filosófica de Aristóteles: no se puede deducir una regla o norma general a partir de un solo caso, porque un único indicio no basta para asegurar algo, sino que se debe observar si se produce con cierta frecuencia o regularidad. La ciencia moderna ha aprendido mucho del ingenio filosófico de Aristóteles.

El maestro de los que saben, ¿no?

Así lo definió Dante, el mayor poeta europeo medieval. Y es que en esa época Aristóteles fue el autor más leído y estudiado, convirtiéndose en la máxima autoridad en numerosos campos. En este sentido, toda la filosofía del mundo moderno depende de la obra de Aristóteles. Y no sólo la investigación de lo que está ‘dentro’ del hombre, como las estructuras del razonamiento, la lógica, la ética, el significado de las virtudes, la filosofía política o la metafísica… sino también de lo que está «fuera”, como la física, astronomía, biología, botánica, zoología, etc.

Zona geográfica: Comunidad de Madrid
Fuente: uc3m

Coment