El trasvase Tajo-Segura, de nuevo, arma arrojadiza entre PP y PSOE

Fuente: El Mundo

El jefe del Consell acusa a los ‘populares’ de querer volver a «abrir la guerra del agua» y los ‘populares’ le exigen la defensa «clara e inequívoca» del trasvase

Una vez más, el trasvase Tajo-Segura ha desatado un torrente de reacciones políticas que amenazan con convertir el problema hídrico en un arma arrojadiza entre partidos políticos. De «abrir una guerra del agua» acusó, de hecho, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig al Partido Popular tras la reunión el lunes de su homólogo en Murcia, Fernando López Miras con el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón.

Los dos mandatarios populares se reunieron por la mañana en Murcia para buscar una alianza ante el clima de desasosiego por las últimas medidas de la ministra para la Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, de que los municipios ribereños de la cabecera del Tajo entren en la comisión de Explotación del Trasvase, obviando al mismo tiempo a los del sudeste español.

El mismo lunes por la noche, en la tradicional cena de verano del PSPV-PSOE, que se celebró en Dénia, Puig apuntó al respecto que mantendrá la «armonía insitucional» en todo momento «con todos los responsables políticos y con todas las instituciones», por lo que no ve «ningún problema».

No obstante, recordó que cuando los populares gobernaban todas las instituciones generaron una gran guerra del agua «que fue esteril para los intereses de los ciudadanos y de los regantes» y lamentó que ahora el PP quiera volver a abrir esa «guerra del agua».

Reforzó las declaraciones del presidente de la Generalitat el portavoz socialista en la Diputación alicantina, Toni Francés, quien opinó que «el PP ha demostrado que se siente cómodo con la confrontación y la manipulación de un tema tan importante para nuestra provincia como el agua».

TODOS CONTRA PUIG

Mientras, desde las filas populares todos apuntaron directamente a Puig. El portavoz del gobierno de la Diputación de Alicante, Adrián Ballester (PP), calificó de «desafortunadas» las palabras del jefe del Consell y le exigió la defensa «clara e inequívoca» del trasvase Tajo-Segura. Para ello, aseguró que la corporación provincial «mantiene la mano tendida» al Consell en la reivindicación conjunta con Murcia.

El presidente del PP alicantino, Eduardo Dolón, pidió a Puig que «guarde el carnet del PSOE y saque el de alicantino para proteger el agua que tanto necesita esta tierra».

Por su parte, la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, señaló que «si Ximo Puig no defiende a los regantes, el PP sí lo hará», en referencia a la necesidad de incluir en la Comisión de Explotación del trasvase Tajo-Segura a los 35 municipios alicantinos afectados por esta infraestructura.

Bonig señaló que «el PP está actuando ante la falta de actuación de Puig, que continúa de brazos cruzados y dando la espalda a los regantes de Alicante».

En este sentido, la lider de los populares valencianos lamentó que la consellera de Agricultura, Mireia Mollà, «todavía no haya dicho si está a favor del trasvase y si lo va a defender no solo de palabra, sino también en los tribunales».

MOLLÀ: «MAZÓN DEBERÍA HABERME LLAMADO A MI»

Precisamente, la consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà (Compromis) no se muestra especialmente entusiasmada con la reunión que el lunes mantuvieron en Murcia el presidente de esa Comunidad, Fernando López Mira y el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón – ambos del Partido Popular- con el objetivo de hacer un «frente común» en defensa de los intereses de ambos territorios en la comisión de explotación del trasvase Tajo Segura.

Mollà, en declaraciones ayer a los informativos de ÀPunt, señaló que aunque el diálogo entre Administraciones es «constante y lógico», esa reunión «no contribuye a nada, solo es una puesta en escena y una demostración de fuerza».

En esta misma intervención la consellera ha añadido que Carlos Mazón la tendría que haber llamado a ella porque de esta manera la Diputación y la Generalitat estarán «más cerca» y harán «más fuerza». Según Mollà, «se ha utilizado el agua demasiadas veces de manera política y hemos perdido muchas oportunidades».

Mollà consideró, no obstante, «un error» la decisión de la ministra de Transición Ecológica de incluir a los municipios ribereños de los embalses de Entrepeñas y Buendía en la comisión del trasvase. Por ello, reiteró que si esta decisión se formaliza, se recurrirá en los tribunales por «ir en contra de los intereses de valencianos y valencianas», argumentó la consellera.

LIMPIEZA EN GUARDAMAR

La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) anunció ayer que ha terminado de limpiar los residuos sólidos flotantes acumulados en la barrera de retención que hay instalada en el cauce antiguo del río Segura, en el municipio de Guardamar del Segura, en la comarca de la Vega Baja.

El organismo de cuenca aprovechó este anuncio para hacer un llamamiento a la responsabilidad de todos a la hora de cuidar el medio ambiente y evitar que estos residuos acaben en el agua.

Según manifestaron desde la CHS, «es responsabilidad de todos mantener el río limpio, hacer un uso correcto del cauce del río Segura y sus las acequias y azarbes, y evitar así los daños no sólo al ecosistema del Segura sino al del Mediterráneo, pues está demostrado el perjuicio que puede provocar la llegada de plásticos al mar».

Junto con estas acciones de limpieza del río, la Confederación Hidrográfica del Segura anunció que proseguirá con su labor sancionadora, en la que se incluye denunciar a todos los usuarios responsables de los vertidos que llegan al río Segura a través de las acequias o azarbes.

El organismo de cuenca está trabajando ahora con los ayuntamientos y los juzgados privativos de aguas y las comunidades de regantes en un protocolo para evitar que la basura procedente de las infraestructuras de riego llegue al río, además de en su recogida y tratamiento.

La Confederación se ha comprometido mediante este acuerdo a colocar mallas al final de acequias o azarbes, y serán los agricultores y los municipios lo que se ocupen de la retirada de los residuos, unos sacándolos de los cauces y otros retirándolos a vertedero autorizado.