El PSOE hasta la fecha no veía margen para la moción de censura, pero la visión ha cambiado.
Pedro Sánchez se encerró ayer en Ferraz, estuvo reunido con su equipo y haciendo consultas a dirigentes de su confianza y el resultado de esa jornada de reflexión fue la propuesta que lleva a la reunión extraordinaria de este viernes de la Ejecutiva federal: el anuncio de una mocion de censura contra Mariano Rajoy después de meses en los que han ido de la mano en la crisis de Cataluña y la aplicación del artículo 155.
La amenaza separatista fue uno de los temas que más tuvieron ayer en cuenta en el debate en la sede socialista, según fuentes de la dirección, que aseguran que Sánchez mantendrá su un discurso de firmeza contra los independentistas para no dejar lugar a dudas.
El PSOE hasta la fecha no veía margen para la moción de censura porque, según Sánchez, solo prosperaría con el apoyo de los separatistas pero ahora entienden en Ferraz que Ciudadanos ha cambiado su discurso y opinan que, en pleno auge de los naranja, ha llegado el momento de poner a Albert Rivera «ante el espejo» y que decida si mantiene o no a Mariano Rajoy tras la dura sentencia de Gürtel. En definitiva, intentar que funcione ahora la ecuación que fracasó con Podemos y Ciudadanos cuando Sánchez intentó ser investido en 2016.
Esta opinión es compartida, en principio, de forma mayoritaria en los distintos territorios del PSOE que están a la espera, en cualquier caso, de ver cómo enfoca el secretario general la iniciativa.