El presentador Arturo Valls demanda a Monasterio por reformar un loft de Lavapiés sin licencia

El presentador de televisión y actor Arturo Valls ha demandado a Rocío Monasterio, portavoz de Vox en la Asamblea, por su trabajo como arquitecta en un loft de Madrid en 2005, tras contratarla para transformar un local comercial en una vivienda en la calle Rodas de Lavapiés. Valls ha confirmado la presentación de la demanda aunque prefiere no pronunciarse en el caso mientras el caso está judicializado, según ha adelantado El País.

El juicio civil se celebrará en el plazo aproximado de un año y se añade a anteriores denuncias (hasta nueve casos desvelados) que afectan a la labor de Monasterio, con obras realizadas presuntamente sin ninguna licencia y antes de que obtuviera el título oficial de arquitecto.

Arturo Valls buscaba en el 2005 un piso en Madrid y se puso en contactó con el estudio Rocío Monasterio Asociados, que supuestamente le recomendó adquirir el inmueble de la polémica. Tanto Monasterio como su marido, el también líder de Vox Iván Espinosa de los Monteros, ofrecieron la posibilidad de convertir en vivienda un bajo comercial de la calle Rodas, en el barrio de Lavapiés.

Se trataba de un local de cien metros cuadrados del que, según le aseguró el estudio, podía tramitarse un cambio de uso. El visado se produjo en junio de ese año a nombre de una colegiada que trabajaba en el estudio de Monasterio. En dos de los planos, es Monasterio en persona quien firma de puño y letra el membrete del estudio, aunque hasta el año 2009 no se convirtió en arquitecta.

El trámite de la licencia se anuló tres años después al no haberse aportado «en el plazo concedido» la «documentación preceptiva» para las obras del local, que previamente Arturo Valls ya había adquirido. Más tarde se pidieron licencias para cambiar el uso de local a vivienda, pero de nuevo se desentendieron de los procedimientos municipales y acabaron siendo archivadas por desistimiento en 2008, 2011 y 2018. Las obras avanzaron sin los permisos necesarios.

En la actualidad, según El País, el inmueble sigue catalogado como local comercial, no como vivienda, pese a que la web del estudio aseguraba que no lo es. No obstante, esta información fue borrada de la red la semana pasada, después de que Arturo Valls presentase la demanda.