El Congreso aprueba los Presupuestos con una mayoría reforzada

  • El ‘sí’ de ERC, EH-Bildu y el PDeCat refuerza la mayoría de la investidura con un total de 189 votos a favor

  • Los Presupuestos pasan al Senado tras semanas de intenso debate sobre los socios y el contenido de las cuentas públicas

  • RTVE
  • El Gobierno de coalición ha superado este jueves su primera gran prueba de fuego con la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para 2021 en el Congreso de los Diputados. El respaldo a las cuentas públicas gracias a una mayoría parlamentaria reforzada apuntala la legislatura y da un balón de oxígeno al Ejecutivo tras un año de encuentros y sonadas discrepancias.

    Los Presupuestos “más sociales de la historia” -como dicen sus responsables- han salido adelante con 189 diputados. ERC, EH-Bildu y el PdeCAT -que se abstuvieron en la investidura de Pedro Sánchez- se han sumado al ‘sí’ de PSOE, Unidas Podemos, PNV, Más País, Compromís, Teruel Existe, Nueva Canarias y el PRC. Tan solo el BNG se ha caído de este bloque de la investidura y ha votado ‘no’, al igual que PP, Vox, Cs, la CUP, UPN, JxCat, Coalición Canaria y Foro Asturias, lo que se ha traducido en 161 votos en contra.

    «Eso habla de un Gobierno para muchos años», ha celebrado durante el pleno la portavoz del grupo socialista del Congreso, Adriana Lastra, quien ha dicho al PP que «abandone toda esperanza» de tumbar al Gobierno. La diputada socialista ha destacado que nunca en la historia democrática de España unos Presupuestos han sido apoyados por tanta variedad de partidos. Formaciones, ha dicho, que han sido capaces de ponerse de acuerdo por el bien de quienes más lo necesitan.

    Han tenido que pasar casi dos años y dos elecciones generales para que el Ejecutivo de Pedro Sánchez haya sacado adelante unas nuevas cuentas públicas y dejado atrás los Presupuestos del exministro Cristobal Montoro de 2018. Y lo ha hecho no en solitario, sino en la primera coalición de la reciente democracia española con Unidas Podemos, los mismos que en febrero de 2019 negociaron sin éxito y hasta el último momento para salvar unas cuentas públicas que habían pactado con el PSOE y que el independentismo, finalmente, sentenció.

    La votación final de este jueves ha venido precedida de tres días de debate y votación de las enmiendas parciales en los que los ministros han ido defendiendo los capítulos presupuestarios correspondientes a sus carteras. Aparte de las enmiendas del propio Gobierno o de sus socios, tan solo han sido aprobadas una de Ciudadanos y dos de JxCat.

    Tras su aprobación, parten para su tramitación en el Senado unos Presupuestos que servirán para articular la primera partida de 27.000 millones de euros del fondo de recuperación de la UE para hacer frente a la crisis que deja la COVID-19 y que suponen una importante subida del gasto social y también de algunos impuestos.

    De la configuración original del proyecto de Presupuestos a la redacción final hay algunas variaciones entre lo pactado con los grupos y las enmiendas incorporadas. Entre lo más destacado, el Congreso ha limitado la subida del IVA a los productos azucarados y aumentado sustancialmente el gasto en partidas como la Dependencia. No habrá subida del impuesto al diésel, como se pactó con el PNV. Los Presupuestos amplían por tres meses de la moratoria de las cotizaciones a la seguridad social -como se acordó con ERC-. Por último, las cuentas públicas incluyen importantes inversiones territoriales en materias como infraestructuras o I+D+i.

    La foto de los Presupuestos sin Cs pone fin a semanas de debate

    Con el examen de este jueves, terminan semanas de debate tanto sobre el contenido de los Presupuestos como sobre el ‘quién’ los iba a apoyar. ERC y Ciudadanos, pese a que juntos votaron ‘no’ a las enmiendas a la totalidad, plantearon la disyuntiva sobre qué vía elegir: los primeros aseguraban que era «incompatible» estar en un Presupuesto con Ciudadanos y el partido de Inés Arrimadas exigía a Sánchez coger su mano y no ceder ante ERC y Eh-Bildu.

    Ese debate sobre ‘con quién’ dividió durante semanas a los socios del Gobierno de coalición. El PSOE nunca ha dejado de apelar por activa y por pasiva a PP y Ciudadanos a sumarse a las cuentas públicas para lograr una mayoría lo más amplia posible.

    La vicepresidenta económica, Nadia Calviño llegó a reconocer recientemente en una entrevista en Onda Cero que se sentiría más «cómoda» con el apoyo del PP a las cuentas públicas. Por contra, el vicepresidente segundo y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, que es quien más ha chocado con Calviño en el último año, siempre se ha mostrado más cómodo con el acercamiento a estas formaciones independentistas y crítico con las constantes apelaciones de los socialistas a PP y Ciudadanos.

    Este mismo jueves, en una entrevista en La hora de la 1, Iglesias ha insistido sobre Cs en que «era muy difícil que una fuerza política que gobierna con el apoyo de Vox en Madrid y en Murcia pudiera estar dentro de unos presupuestos de un Gobierno progresista«. Preguntado por si se alegra de que Cs no esté en la foto de las cuentas públicas, ha asegurado: «Claro que me alegro de que una mayoría de fuerzas progresistas puedan formar parte de un bloque muy plural» y que ofrece «estabilidad para afrontar los próximos años».

    Además de la división entre el Gobierno sobre los socios preferidos, la predisposición de ERC y EH-Bildu a negociar durante todo momento vino acompañada de los reproches de los principales partidos nacionales de la oposición -PP, Vox y Cs-. En concreto, fue especialmente criticado el acuerdo del Gobierno con ERC que incluía una reforma para acabar con el ‘dumping’ -competencia desleal- fiscal de territorios como Madrid o, al margen de los Presupuestos, la no inclusión en la llamada ‘ley Celaá’ del castellano como lengua vehícular en la enseñanza.

    El apoyo de EH-Bildu también generó malestar en algunos sectores críticos dentro del PSOESánchez reprochó en una carta a sus barones algunas críticas vertidas, entre ellas las de Guillermo Fernández Vara (Extremadura), Emiliano García Page (Castilla-La Mancha), Javier Lambán (Aragón) y Susana Díaz (Andalucía). También evidenciaron su rechazo históricos del PSOE como el expresidente del Gobierno Felipe González y el que fuera su número dos, Alfonso Guerra.

    Antes de llegar al debate sobre el ‘quién’, el Gobierno tuvo que acordar primero las medidas incorporadas en el proyecto presupuestario, un proceso marcado por tensiones y presiones entre los partidos del Ejecutivo, con discusiones sonadas y aireadas, especialmente, por la parte de unidas Podemos.

    Así, el ingreso mínimo vital, las subidas de impuestos, la regulación del mercado del alquiler y la ampliación de la prohibición de los desahucios a las personas más vulnerables han supuesto motivos de fricción entre los socios del Gobierno. Pero una vez superadas sus discrepancias, PSOE y Unidas Podemos se apuntan un éxito con la aprobación de los Presupuestos y logran vislumbrar un horizonte de estabilidad para la legislatura.