El Cartagena, campeón del grupo IV de Segunda B

Rayo Majadahonda, Mirandés o Mallorca, rivales en la eliminatoria por el ascenso que se sortea mañana.

En un final de infarto, con lágrimas de alegría y de tristeza en el estadio, el Cartagena amarró gracias a un empate sin goles el primer puesto del grupo IV. Los de Monteagudo, que tuvieron las mejores en el segundo tiempo, acabaron sufriendo hasta el último segundo porque el Marbella ganaba su partido ante el Villanovense. El Écija, por su parte, se marcha a Tercera División. Los albinegros jugarán ante el Rayo Majadahonda, Mirandés o Mallorca la eliminatoria en la que el ganador ascenderá directamente. En caso de no superar la misma, tendría que volver a disputar dos rondas.

El Cartagonova no se llenó como se había anunciado, pero aún así había un ambiente espectacular. Monteagudo alineaba a Pau Torres; Óscar Ramírez, Moisés, Josua, Jesús Álvaro; Cordero, Chavero, Diego Benito; Hugo, Owusu y Rubén Cruz.

El partido comenzó con polémica. En el primer minuto de juego, Owusu, tras una espectacular cabalgada, fue derribado al borde del área de castigo. El árbitro señaló inicialmente el punto de penalti, pero luego cambió su decisión y pitó falta fuera del área.

En el minuto 15, el error del colegiado favoreció al Cartagena. Chavero mereció la expulsión por una patada sin balón a un jugador visitante. El árbitro lo saldó con una cartulina amarilla.

El Cartagena, con tres jugadores muy técnicos en la medular, no era capaz de asumir el mando del encuentro. Al Écija también le faltaba mordiente arriba, pero en el minuto 27 Marrufo estrelló un disparo en el travesaño para meter el miedo en el cuerpo a los locales.

Los albinegros merecieron más en el segundo tiempo. En el minuto 48, un disparo de falta de Hugo Rodríguez se estrelló en la madera. Cordero tuvo otra buena ocasión con un cabezazo que se le marchó a pocos centímetros del palo. Pero la ocasión más clara la tuvo Hugo en el minuto 66, cuando perdonó un mano a mano solo ante el portero.

Con el gol del Marbella ante el Villanovense, llegaron sus los nervios al Cartagonova. Un gol del Écija les dejaba sin campeonato. Los visitantes no tuvieron ocasiones demasiado claras, pero la tensión se palpaba en el ambiente.

En esos instantes finales, el Mérida empató en su partido contra el Córdoba B. Por tanto, el Écija no descendía directamente, sino que jugaba la promoción. Desde las filas albinegras les informaron a los visitantes de esa circunstancia para firmar un pacto de no agresión. De hecho, en los últimos minutos no se jugó prácticamente nada.

Con el pitido final, el Cartagena celebró ser campeón del grupo IV y tener que jugar una única eliminatoria para ascender a Segunda. La otra cara de la moneda eran las caras de abatimiento de los jugadores del Écija al ver cómo el Mérida marcaba y les mandaba a Tercera División.