El Barça doblega al Doblega al Atlético con goles de Luis Suárez y Messi

La expulsión de Diego Costa antes de la media hora de partido fue un mazazo para los suyos.

Agencias

Por si quedaba algún ápice de duda en lo que al título liguero se refiere, el Barcelona zanjó ante el Atlético cualquier conato de debate con una victoria que deja al conjunto rojiblanco a 11 puntos con apenas siete jornadas por delante. Doblegó el líder al aspirante en un choque que dominó de principio a fin, pero donde no encontró la recompensa hasta los minutos finales y en el que contó con la inestimable colaboración de un Diego Costa que parece no madurar con los años. Su expulsión antes de la media hora de partido fue un mazazo para los suyos.

Cierto es que para cuando el ariete se autoexpulsó, el campeón mandaba por completo, evitando así una salida en tromba de los rojiblancos. Los goles de Luis Suárez y Messi en los minutos finales sólo fueron la consecuencia natural de lo visto sobre el verde durante todo el encuentro.

El hecho de que el partido tuviese ese halo de trascendentalidad quizás privó al espectador de un choque más intenso y eléctrico, muy típico de los envites entre estos dos equipos. Pero el Barcelona amarraba su privilegiada situación incluso con tablas y el Atlético apostó por esperar agazapado atrás incluso cuando se quedó con uno menos por la expulsión de Diego Costa.

Cabe reconocer que salvo momentos muy contados del encuentro, el Barcelona dominó sin excepción sobre el verde. De hecho, fue tal el control que el Atlético no despertó hasta un disparo al palo de Jordi Alba cuando aún no se había consumido el primer cuarto de hora. Como si de un aviso a navegantes se tratase, el conjunto de Simeone buscó, ahora sí, la meta de Ter Stegen, aunque lo cierto es que fue un espejismo de apenas unos minutos.

En ese corto espacio de tiempo, Griezmann protagonizaba el primer disparo entre los tres palos a los 20 minutos, pero se convertiría en una raya en el agua porque apenas siete después, el Barça se marcaba la mejor jugada del choque hasta el momento con paradón de Oblak a Coutinho y Diego Costa se borraba del choque dejando a los suyos con uno menos.

Por mucho que el delantero ofrezca al Atlético, son acciones como la del Camp Nou las que restan en su cuenta personal como futbolista. Con más de una hora de partido por delante, el conjunto colchonero, que se jugaba el ser o no ser, se veía obligado a remar a contracorriente para poder meterle mano al líder.

Movía el banco sin demora Simeone, buscando mantener cierta presión en ataque. Daba entrada a Correa para colocar a Thomas de lateral, pero el duelo no cambiaba de guión. Se antojaba difícil que éste se moviera un ápice dadas las circunstancias.

Lo cierto, es que el dominio de la escuadra local no se transformaba en ocasiones y los minutos se consumían. Valverde parecía entender que el camino elegido era el idóneo para terminar logrando el objetivo deseado, pero a Simeone se le agotaba el tiempo. Y no sólo del choque sino del título liguero. Por ello, dio entrada a Morata en detrimento de Filipe Luis, dejando claro las urgencias del equipo.

Pero por contra, el que mostró mayores urgencias por ir a por la victoria fue Messi. Para variar, el argentino se echó el equipo a las espaldas y buscaba con ahínco la meta de un omnipresente Oblak. Pero el meta rojiblanco demuestra una y otra vez lo tremendamente bueno que es bajo los palos. Si a Coutinho le sacaba un gol claro en los primeros 45 minutos, Luis Suárez volvía a encontrarse con el muro a la hora de partido. La brutal jugada individual de Messi no tuvo recompensa para frustración del barcelonismo.

De hecho, el portero esloveno sería claro protagonista del choque evitando un resultado abultado en contra de los suyos. El duelo se había convertido en un auténtico asedio en el área rojiblanca y Valverde había dado entrada a un percutor para abrir la lata. La incorporación de Malcom hizo que el Barça volcará su ataque por la banda derecha. El joven extremo y Messi volverían a poner a prueba a Oblak que, por dos veces en apenas unos segundos, evitaba que las tablas se rompieran.

Pero el Barcelona insistía, quería buscar la rendija en lo que parecía un muro inquebrantable. El terreno se había volcado a favor de los azulgrana casi desde el inicio del encuentro, pero no fue hasta el final cuando el equipo culé encontró la recompensa.

Luis Suárez se enfundó esta vez la elástica de estrella, de delantero que resuelve partidos y abre latas. Viendo que a pocos metros no era capaz de batir a Oblak, se sacó un latigazo letal desde fuera del área con tanta precisión como potencia para que la estirada del meta rojiblanco fuera estéril.

Por fin celebra el Barça, que no se acababa de creer que, visto lo visto, el choque terminaba con dos goles de ventaja. Por méritos pudo meter más, pero fue en el tramo final, con la muralla quebrantada, cuando sí logró Messi alojar el balón al fondo de la red. Apenas unos segundos después de Luis Suárez y con una jugada mil veces vista. El argentino siguió sumando para hacer su leyenda aún más inalcanzable y cerró una victoria que permite a los suyos sumar una jornada más invictos (ya son 19) y a la grada azulgrana cantar sin miedo ni vergüenza el título liguero.