Descontrol de dinero público en Casa Mediterráneo

EL MUNDO

El Tribunal de Cuentas atribuye a la exjefa del consorcio un gasto de al menos 7.500 euros en dietas, viajes al extranjero y kilometraje sin justificar

El órgano: «No existe justificación» para los viajes de Muñoz a Rabat y Argel / No explicó los motivos de varios viajes a Toledo en su coche particular

Algunos de los números y gastos del personal de Casa Mediterráneo, la institución diplomática dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores y que tiene su sede en Alicante, no están precisamente del todo claros. Lo dice el Tribunal de Cuentas (TC) en su informe en el que analiza los entresijos contables del consorcio referidos a los ejercicios 2014 y 2015.

Además de censurar el escaso control de gastos, la falta de planificación en su actividad y poner de manifiesto incumplimientos contables y en materia de recursos humanos, el órgano fiscalizador llama la atención sobre las dietas de la alta dirección, concretamente de la exdirectora general, Almudena Muñoz, que estuvo en el puesto desde marzo de 2012 hasta abril de 2015.

Y es que en su informe, el Tribunal de Cuentas cifra el desembolso contabilizado en concepto de dietas, locomoción y traslados en los ejercicios fiscalizados en 47.923 euros. En este apartado se distingue entre los gastos (dietas y locomoción) asociados a las actividades desarrolladas por Casa Mediterráneo(29.659 euros), y los gastos generales en dietas y locomoción (18.264,21 euros). Respecto al primer epígrafe -gastos asociados a actividades-, el informe sostiene que la principal cuantía corresponde a dietas y gastos de locomoción de ponentes que participaban en actos de la institución (jornadas, conferencias, congresos, etc). Esta partida supuso un gasto de 11.789,65 euros en 2014 y de 7.981,74 euros en 2015 (19.771 euros en total).

Cuentas añade que «el resto del gasto asociado a actividades son dietas del personal del Consorcio, en su mayor parte de la Directora General [Almudena Muñoz] por asistencia a eventos en el extranjero, sin que conste justificación de la necesidad, conveniencia o interés para el Consorcio de dichas asistencias y su relación con los fines del mismo». La cantidad presuntamente no justificada asciende a unos 9.887 euros, y se habría empleado en su mayor parte, según consta en el propio informe, en la asistencia de Muñoz a eventos celebrados en Rabat (un taller de formación sobre mediación y resolución de conflictos desde una perspectiva de género en el año 2014; el coste fue de 1.090 euros) y Argel, si bien no existe justificación alguna de la necesidad de realizar esos viajes y de asistir a esos eventos, según Cuentas. Según el órgano fiscalizador, «las comisiones de servicio y la aprobación y liquidación de los gastos se realizaron con la sola firma de la interesada».

Desplazamientos en vehículo personal

Asimismo, el informe del TC añade que «en los gastos de locomoción no asociados a actividades destacan también los gastos abonados a la directora general: 5.229,22 euros en 2014 y 1.321,57 euros en 2015».

Según Cuentas, «se trata en su mayor parte de liquidaciones mensuales para el pago de kilometraje (0,19 euros/km) por desplazamientos periódicos a Toledo (y en varios casos de Toledo a Madrid) en vehículo particular. En la muestra revisada -se agrega- figura como única documentación de estos desplazamientos, junto con la relación mensual de liquidación de los mismos, una fotocopia de la agenda personal de la directora general, que no justifica la finalidad y detalle de los viajes. La aprobación y liquidación de estos gastos se realizó igualmente con la única firma de la propia interesada».

Se da la circunstancia de que Almudena Muñoz, cuyo sueldo rondaba los 80.000 euros anuales, desarrolla parte de su carrera profesional (es abogada especializada en gestión de pymes y en Economía Aplicada, además de profesora universitaria) en la ciudad de Toledo.

Alegaciones

Almudena Muñoz remitió un escrito al Tribunal de Cuentas el siete de noviembre de 2017. En esta comunicación, Muñoz afirma que «aun observando algunos errores [en el informe] me resulta imposible realizar alegaciones con la minuciosidad y diligencia que tal trámite requiere por carecer de forma absoluta de acceso a medios de comprobación y prueba de los extremos contenidos en el anteproyecto que se me envía».

Sobre la política de personal, se indica en el informe que el Consejo Rector de Casa Mediterráneo «no ha aprobado formalmente una plantilla que establezca el número de trabajadores necesarios, su adscripción, las retribuciones, los requisitos profesionales exigidos y las funciones encomendadas».

La falta de control en esta materia se refleja en el hecho de que una de las trabajadoras despedidas en 2014, extranjera, había iniciado su relación laboral con la institución en 2011, «seis meses antes de que tuviera permiso inicial de trabajo y residencia».