Diez mil vecinos acompañan durante tres horas al patrón en su recorrido desde la ermita hasta la iglesia parroquial
09.08.12 – 01:19 –
F. G. LOZANO |/ La Verdad
En el exterior de la ermita, el pueblo vibra con una mezcla de alegría y devoción. Unas alegres notas musicales anuncian la salida del patrón. De repente, un espontáneo lanza al aire un «¡Viva San Roque!», recibiendo la respuesta de la multitud congregada. De este modo, Ceutí inició el martes su noche más romera, la conocida como ‘La Bajá’.
San Roque está en al calle, dispuesto un año más a cumplir con la tradición de bajar hasta el pueblo donde permanecerá hasta el próximo uno de septiembre, cuando volverá a su ermita. Protegido por un gran arco compuesto por más de 250 flores, el patrón emprendió su recorrido a hombros de los miembros de su peña. Tras San Roque, cientos de romeros se van sumando hasta llegar, según fuentes de la Policía Local, a sobrepasar los diez mil.
Muchos peregrinos van agrupados en peñas con nombres tan curiosos como ‘La Tía Borracha’, ‘Los Talentos’ o ‘San Roque entiende… de fiestas’. Uniformados con camisetas identificativas, exaltan la parte más pagana de la romería, que al enfilar la carretera de Mula, recibe un castillo de fuegos artificiales.
Se palpa en el ambiente que el corazón de los romeros late con fuerza. Muchos bailan, otros fijan la mirada en el santo pidiéndole salud y trabajo o dándole las gracias por deseos ya concedidos. En ninguno de ellos falta el tallo de ‘alhábega’, como se conoce en Ceutí a la albahaca, que los portadores del santo regalan durante el trayecto.
San Roque recorre el primero de los dos kilómetros que le separan de su ermita. Abriéndose paso entre la muchedumbre, llega hasta la ‘Esquina de Eulogio’, antiguo límite entre el pueblo y la huerta. Aquí, una gran traca de unos cien metros marca el inicio de la segunda parte del trayecto, que los romeros afrontan entre pólvora.
Recargado de ‘alhábega’
En las caras de los romeros comienza a apreciarse el cansancio pero no por ello dejan de bailar. El trono continúa moviéndose marcado por las notas de las charangas hasta la plaza del Casino. Aquí, vuelven a recargar el paso con ‘alhábega’ cultivada y regalada por Juan Pedro Lorente y su mujer Consuelo.
Nos acercamos al final de la romería. Atrás han quedado muchos vecinos y visitantes que aprovechan para organizar cenas en la calle y prolongar la fiesta brindando con ‘zurra’, una bebida de vino, azúcar y cortes de melocotón. Casi sin darse cuenta los feligreses llegan a la plaza de la Iglesia. Han transcurrido tres horas desde que San Roque asomó a la explanada de su ermita, y las campanas repican mientras los portadores alzan sus brazos y bailan el trono. Los fieles aprovechan para presentar al patrón a sus hijos. Finalmente, San Roque entra en el templo donde le espera Santa María Magdalena. Se ha terminado la romería, ‘La Bajá’ para los ceutienses.