Llenazo histórico para ver al Barça y ayudar a los afectados por la DANA
Dentro de lo especial que fue la tarde, en la que el fútbol quedó siempre en segundo plano aunque el Cartagonova registrara un lleno histórico, hubo un momento que se recordará para toda la vida en Cartagena. Uno de esos instantes que dentro de muchos años contaremos a quien nos quiera escuchar, en plan ‘historieta’ del ‘año de la pera’. Ocurrió que Gerard Piqué, uno de los futbolistas nacionales más controvertidos y polémicos de lo que llevamos de siglo, se marchó del Cartagonova con una ovación que en muy pocos estadios, a excepción lógicamente del Camp Nou, ha recibido en toda su trayectoria. Ya es larga. Tiene 32 años y lleva una década larga en la élite del fútbol mundial. Esos aplausos no estaban en el guion. Y suele pasar que las cosas que se hacen sin pensar, de improviso, son las que terminan mejor.
- EL ÁRBITRO:
- Madrid Martínez (Delegación de Cartagena). Auxiliado por Teruel Esparza y Roca Robles. Sin tarjetas.
- GOLES:
- 0-1, Carles Pérez (minuto 63). 0-2, Marqués (87).
- EL ESTADIO:
- Cartagonova. Lleno. 14.300 espectadores.
- EL DETALLE
- En el minuto 35, Ernesto Valverde decidió retirar a Gerard Piqué y Sergi Roberto y el central culé recibió una gran ovación al abandonar el terreno de juego. Él agradeció esa afectuosa despedida lanzando aplausos a la grada.
- INCIDENCIAS:
- Cartagonova. Lleno. 14.353 espectadores en el partido amistoso organizado por el FC Cartagena para recaudar fondos para los damnificados de la DANA que barrió la Región de Murcia el pasado 13 de septiembre. El presidente del Barça, Josep Maria Bartomeu, estuvo en el palco y en la comida de directivas, acompañado en todo momento por el francés Eric Abidal, secretario técnico del club azulgrana.
- EL PÚBLICO
- El comportamiento de la afición cartagenera fue espectacular, dentro y fuera del campo. Lo mejor se vivió en el estadio, donde los jugadores, técnicos y directivos azulgranas pudieron sentir el cariño de la gente de Cartagena.
Muchos aficionados cartageneros despidieron incluso al capitán azulgrana puestos en pie. Piqué, solícito y atento a todos los detalles desde que comenzó el amistoso a beneficio de los afectados por la DANA que asoló la Región en septiembre, correspondió con palmas a la grada cuando era sustituido por Ernesto Valverde, en el minuto 35 y junto a su compañero Sergi Roberto. A nadie le amarga un dulce y a Piqué, quien durante años fue pitado incluso por su propia gente cuando jugaba con la selección española, se le vio feliz. Pudo haberse borrado de este compromiso, con su Copa Davis a la vuelta de la esquina y aprovechando la enorme ascendencia que tiene ya en el club azulgrana. Pero Piqué vino, jugó y cumplió. Y la afición de Cartagena se lo reconoció.
La lesión de Elady, con una pequeña rotura en el abductor, lo único negativo del amistoso
El ambiente fue precioso, de fiesta total. No hubo aroma 100% ‘futbolero’, porque muchísimos de los que ayer fueron al Cartagonova no van nunca al campo. O lo hacen muy de tarde en tarde, solo en los partidos señalados. Fue, por tanto, otra cosa distinta a la de los domingos, desde luego. Pero fue hermoso. Por ejemplo, mediado el segundo acto, los peñistas del fondo sur se sacaron de la manga una terapia infalible contra los bostezos: la ola mexicana. Y salió de cine. El personal, crecido, encendió luego las linternas de sus móviles. Y entre una cosa y la otra la gente pudo llenar sus tarjetas de memoria de imágenes que nunca borrarán.
«Venimos a ayudar»
Dio igual que Carles Pérez hubiera anotado el gol de los visitantes y que el 0-2 estuviera siempre más cerca que el 1-1. Acabó llegando, de hecho. Era una tarde para el disfrute. Y todo el mundo lo entendió desde dos horas antes de que la pelota echara a rodar, convirtiendo la explanada del Cartagonova en una fiesta. Había alguna duda al respecto, pero la gente (una aplastante mayoría) comprendió que no era el sitio ni el lugar para mezclar la política con el deporte y que a la expedición del Barça había que recibirla como se merece el que viene a ayudar, de manera altruista, a unos vecinos de aquí al lado que lo perdieron todo en unas inundaciones terribles.