CARTAGENA/ El temor a altercados lleva a reforzar la vigilancia de los okupas en Isla Plana

LA VERDAD

Policía Local y Guardia Civil aumentan el control en la urbanización Mojón Hills, y los vecinos hacen rondas nocturnas por las «amenazas de muerte»

Hay un clima de «alarma social». Así definen ya algunos residentes de Mojón Hills, que evitan dar sus nombres para evitar posibles represalias, la situación que padecen en esta urbanización de Isla Plana, en el litoral oeste de Cartagena, cerca de Mazarrón. La tensión entre los dueños de viviendas y las familias que, desde hace cuatro meses, ocupan cuatro dúplex propiedad de Bankia se ha disparado hasta el punto de que el Ayuntamiento y la Delegación del Gobierno han reforzado la vigilancia de la zona.

El temor a altercados, tras las denuncias de robos y de amenazas formuladas por residentes de la zona contra las familias de etnia gitana que usurpan las viviendas, ha llevado a la alcaldesa, Ana Belén Castejón, a ordenar el incremento de las patrullas municipales. Lo mismo ha hecho el delegado del Gobierno en la Región de Murcia, Diego Conesa, quien al igual que la primera edil se mantiene en contacto permanente con los vecinos para tranquilizarles y tener información puntual de todo lo que ocurre allí.

De varios municipios

Entre tanto, la Guardia Civil mantiene abierta una investigación sobre el robo de enseres en casas de la zona, de los que los denunciantes hacen responsables a los okupas. Según fuentes vecinales, se trata de personas de etnia gitana que proceden de los municipios de Las Torres de Cotillas, Alguazas y Mazarrón, y entre los que hay menores de edad. Asimismo, la Delegación del Gobierno trata de buscar una solución a la usurpación de las viviendas, a través de la entidad financiera. Las fuentes consultadas recordaron que el desalojo forzoso de las casas debe ser ordenado por un juez, previa denuncia, si bien aseguraron que los agentes controlan la zona para impedir actos violentos o que perturben la convivencia.

Los agentes investigan las denuncias de robos y pasan junto a los dúplex para mantener la calma

Los vecinos han llegado a manifestar a los agentes su miedo a que los okupas prendan fuego a las viviendas, y que su preocupación les fuerza a hacer rondas de vigilancia tanto de día como de noche. En la madrugada del viernes al sábado, grupos de residentes se turnaron para estar en vela en la calle del conflicto, Isla de Bahía, y los alrededores. Lo mismo tenían previsto hacer la pasada madrugada, a pesar del paso de los coches policiales.

En los últimos días, los vecinos han asegurado que los okupas les han pinchado las ruedas de los coches y les han quitado televisores y las llaves de la piscina comunitaria, cerrada porque «defecaron en el agua».